El bueno, el malo y el feo
No es que me haya puesto a ver películas todas estas semanas, pero la verdad que muchos títulos me vienen como anillo al dedo para explicar lo que sucede en nuestra economía y es por eso que utilizo el de ese espectacular film para referirme a los vaivenes diarios.
El bueno
Eduardo Elsztain, un importantísimo empresario argentino, hace unos días en una conferencia de prensa presentó un nuevo fondo de inversión llamado “TT Argentina 2021”. Lo importante de la conferencia fueron los conceptos vertidos por dicho empresario sobre el futuro de los activos argentinos. Según Elsztain, el ciclo malo para el país pudo haber terminado, y en base a que entiende que el peso argentino está en su mínimo histórico en términos reales, supone que solo resta un gran crecimiento. Si a ese concepto le sumamos lo que vengo diciendo desde el año 2020, en cuanto a que el valor elevadísimo de los commodities pueden cambiar el futuro de Argentina, es un coctel para tener en cuenta para aquellos inversores más arriesgados. Sólo falta que la parte política también acompañe algo.
El malo
El FMI pidió una suba de las tasas de interés y ya es una realidad. En poco tiempo la tasa pasó del 37 % de TNA al 39 % y luego a 41.5 %. Por supuesto que es de esperar que continúe subiendo, ya que lo que ha trascendido es que debe estar unos puntos por encima de la inflación y para eso todavía falta. El objetivo es volver a incentivar el ahorro y desincentivar que los ciudadanos corran hacia el dólar para encontrar refugio. En principio puede pensarse que es bueno, porque los objetivos son los correctos, pero la realidad es que en una situación tan inestable a nivel macro, en que la economía no viene creciendo desde hace tiempo, un incremento de las tasas solo va a hacer que caiga el consumo, haya menos crédito y por supuesto recesión. Es la clásica receta del FMI pero no entienden que Argentina no es USA.
El feo
El ministro Guzmán hace unos días mencionó las medidas que se van a tomar con relación al dólar. Se ha dicho que el tipo de cambio multilateral-TCM- (es decir el tipo de cambio competitivo para las ventas al exterior) al último día de enero de 2022 está en un muy buen valor para la exportaciones argentinas, por lo que el banco central se va a encargar de mantener ese valor sin importar qué pueda suceder con el dólar o con la inflación. Con el valor del peso atado al TCM a fines de enero de 2022, nos ataremos a los vaivenes del mundo, y si algunos de los países que comercian con Argentina devalúan, entonces nuestro país tendrá la obligación de devaluar también, pero a diferencia de otros países, nosotros tenemos una alta inflación y eso haría -conforme lo que manifesté en el párrafo anterior- que la misma se recaliente aún más, incrementando a su vez la tasa de interés real. Esto a su vez generaría una mayor recesión. Afortunadamente el dólar se está debilitando en el mundo y Brasil, que es el principal socio comercial, está revalorizando su propia moneda (real brasileño) lo cuál podría hacer que la profecía de Elsztain pueda llegar a cumplirse.