Un análisis de las negociaciones y tensión política
Edgardo Kueider firma en disidencia el dictamen de mayoría
En la jornada del miércoles, cargada de incertidumbre y tensión, el senador entrerriano Edgardo Kueider firmó finalmente el dictamen de mayoría, aunque lo hizo en disidencia. Su voto, esperado con ansiedad por el Gobierno y el bloque Unidad Federal, se convirtió en un factor clave para destrabar una de las incógnitas que mantenían en vilo al poroteo gubernamental.
El panorama se aclaró al caer la tarde del pasado miércoles, tras una reunión decisiva entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la vicepresidenta Victoria Villarruel y los senadores José María Carambia (Por Santa Cruz), Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital) y el propio Kueider. Este encuentro culminó con un acuerdo parcial en disidencia por parte de los tres senadores, permitiendo que el proyecto de Ley Bases alcanzara la mayoría necesaria para obtener dictamen.
La compañera de bancada de Kueider, Alejandra Vigo, también apoyó el dictamen en disidencia, mostrando así una fragmentación interna dentro del bloque Unidad Federal.
La presión y el malestar de Kueider
Kueider expresó su descontento con sus colegas peronistas, quienes en las últimas semanas habían ejercido una fuerte presión para que rechazara el proyecto del Gobierno. Diferentes sectores peronistas emitieron comunicados y declaraciones en contra del proyecto, a excepción de los intendentes que, interesados por el paquete fiscal que incluye la restitución del Impuesto a las Ganancias (coparticipado), mostraron apoyo.
Sin embargo, la situación se complejizó con un proceso de negociación y blindaje de algunos organismos clave. Entre las preocupaciones principales estaba la protección de instituciones como el Banco de Datos Genéticos, cuya continuidad estaba en juego según lo votado previamente en la Cámara de Diputados. En este escenario, el radical Martín Lousteau también jugó un papel crucial al negociar para cumplir con su promesa de un texto individual, alejándose de la postura de su bancada.
Las concesiones claves
Entre las demandas de Kueider, destacaba la eliminación de la carga impositiva en las tarifas y la transferencia de la administración de la represa de Salto Grande a la provincia de Entre Ríos. Según reconstruyó Página Política, se llegó a un acuerdo en el que la administración de la represa pasaría a manos de Entre Ríos, un movimiento significativo dado que actualmente es una administración binacional bajo control del gobierno nacional.
Un final abierto
Con la firma de Kueider en disidencia, el proyecto de Ley Bases logró avanzar, pero las tensiones y negociaciones continúan latentes. La decisión del senador entrerriano refleja la complejidad de las alianzas y los conflictos internos en la política argentina, especialmente en el seno del peronismo y sus distintos bloques.
El desenlace de este proceso legislativo aún está por verse. La próxima etapa será crucial cuando el proyecto regrese a la Cámara de Diputados, donde las negociaciones deberán garantizar que no se ratifiquen disposiciones que pongan en riesgo organismos vitales. En este contexto, la política sigue su curso, con actores como Kueider y Lousteau jugando papeles decisivos en un tablero en constante cambio.
El futuro del proyecto y de las negociaciones asociadas determinará no solo el éxito de esta ley en particular, sino también la dinámica de poder y las alianzas dentro del Congreso en los meses por venir. Solo resta esperar y observar cómo se desarrollan los acontecimientos en este escenario político tan volátil.