Economía en cuarentena: El Gobierno subsidiará con 22 mil pesos a comerciantes
Economía (Paralelo 32).- En el período del nuevo aislamiento obligatorio iniciado el sábado 22 de mayo hasta el domingo 30 de mayo, y su extensión durante el siguiente fin de semana entre el 5 y 6 de junio, el gobierno nacional lanzó un plan para subsidiar a monotributistas y autónomos que se desempeñan en actividades críticas, con 22 mil pesos durante junio. Estas medidas tratan de atenuar la crítica situación de comercios y servicios que vienen de un 2020 sumamente crítico y ahora deben volver a cerrar sus puertas.
Las medidas
• La Nación extendió la ayuda que, en un principio fue pensada para gastronómicos, creando el “Programa de asistencia de emergencia a trabajadores y trabajadoras independientes en sectores críticos”;
• Se incrementó el monto máximo del Programa de Recuperación Productiva (Repro II) de 18 mil pesos a 22 mil por relación laboral, para empleadores encuadrados en los sectores críticos y de salud;
• Los beneficiarios deben desempeñarse en algunas de las siguientes actividades: actividades deportivas y de esparcimiento, gastronomía, industrias culturales, turismo, transporte, comercio de rubros no esenciales y de ramas esenciales afectadas por la caída de la circulación, peluquerías y centros de belleza.
Además, las empresas pertenecientes a los sectores críticos particularmente afectados por la actual coyuntura contarán con los siguientes beneficios:
• Reducción del 100% de las contribuciones patronales destinadas al sistema previsional;
• Requerimiento de información limitada a dos indicadores, facturación y liquidez corriente, de tal manera que se exime de la obligación de presentar balance;
• Para evaluar la variación de la facturación, se compara todos los días de mayo de 2019 contra los primeros 24 días de mayo de 2021. Esto implica que el Programa asume que la empresa no tendrá facturación entre el 25 y el 31 de mayo.
El contexto
La medida paliativa, que no alcanza como lo están señalando la mayoría de las cámaras y asociaciones de empresas afectadas por el nuevo cierre obligado en la segunda ola de covid-19, se produce en un clima económico nacional muy afectado por la crisis que venía de antes y que profundizó la pandemia. Las empresas tienen deudas comerciales que arrastran desde la cuarentena del año pasado, alquileres impagos, empleados suspendidos y despedidos, impuestos vencidos y a vencer. Todo es un combo negativo y muchos comerciantes creen que no van a poder superar la nueva situación. De invertir, ni hablar, en un contexto donde sobrevivir – si es inevitable, achicándose – es la premisa de la hora.
La actividad económica está necesitando menor presión tributaria, créditos accesibles a costos financieros razonables en un período de profunda recesión, reducir cargas laborales.
La ayuda estatal (en la medida que llegue a todos los que la necesiten y no se pierda en los vericuetos de la burocracia) que rige para junio, así como las modalidades de atención virtual, delivery y de venta al paso, no alcanzan por sí mismas. A esto se suma la historia inmediata previa: venimos de un año de vigencia de la emergencia sanitaria por covid-19. Es demasiado y con 22 mil pesos no alcanza.