Doctor ¿cómo se hace de tripas corazón?
** A pesar de los formidables avances de la ciencia, los científicos hacen trasplantes de todo tipo y maravillas de ingeniería genética, pero no han logrado hacer de tripas corazón. Esa facultad parece reservada a personas sencillas que cuando le tienen asco o miedo a algo dan unos pasos para atrás y toman impulso para encararlo de prepo, ya sea porque su hombría de bien no admite recules, por obligación, supervivencia, ideales, solidaridad, o por mostrarle agallas a la mujer amada.
** Aunque las crónicas de la historia no lo registran, es probable que próceres y caudillos como San Martín, Bolívar o el recio Güemes, hayan recurrido a esa estimulante frase para encender la bravura de los más cobardes de la tropa. “¡Soldados, acá hay que hacer de tripas corazón y darle pa’delante carajo!”, arengaban los bizarros generales de la época, y los muchachos encaraban cortando el pasto hacia el campo de la lid, como a comerse a los leones, desafiando a los fusiles con cañas de tacuara afiladas.
** En esas instancias se achica el corazón por el miedo, se arruga como pasita de uva. Por el mismo julepe el hombre (o la mujer, porque las hubo y las hay corajudas) quiere aspirar aire y no puede, entonces el triperío sube hasta meterse en la cavidad del pecho. Eso es hacer de tripas corazón, y ya se sabe que las tripas (vísceras de menor aprecio) no encarnan sentimientos. Ese es el secreto. Si el sujeto en ese momento se permitiera la sensibilidad de recordar el cartelito del tablero del auto: “No corras papá, te esperamos”, podría ser cooptado por la vil cobardía.
Otros usos para las tripas
** Póngale que a usted le toca asistir al cumpleaños de un desagradable concuñado al que no soporta, y probablemente él a usted tampoco (esos sentimientos suelen ser mutuos). Su mujer insiste en ir a la fiesta. Le queda por asumir una de estas dos actitudes: Opción 1.- Usted se planta con un “Acá se hace lo que yo digo; les decís que estamos los dos con Covid19 y esto no se discute”; Opción 2.- “Sí, cariño”.
Indefectiblemente tendrá que hacer de tripas corazón porque la opción uno ni se discute (usted mismo lo ha dicho), se descarta.
** En esta perturbadora situación, hacer de tripas corazón tiene otro significado porque requiere una actitud diferente, generalmente sugerida por la pareja dominante, a saber: Te tomas un momento para concentrarte y convertir tus tripas en corazón, porque lo vas a necesitar. Te ayudará a no tener que fingir tanto.
** En este punto corresponde hacer una aclaración para corregir este modo de referirme al género o la pareja. Cuando en esta columna usted lea la palabra ‘mujer’ o ‘esposa’, tómela como sinónimo de pareja, sea con compañero, compañera, compañere, o cualquiera de las formas de percepción de género que guste asumir. Hagamos ese trato respetuoso porque de otra forma se me complicaría la redacción.
La cabeza tiene tapa con bisagras
** Pero no nos distraigamos porque en este punto de la historia argentina es muy importante recobrar la idea de hacer de tripas corazón. ¡Mire que hay que ver y escuchar cada cosa, vivir y soportar tantas otras! Súmele a esto la pandemia y este encierro que enferma más y la plata que no alcanza y la horchata de chufas… Así la realidad, quien no haga de tripas corazón para armarse de coraje y atropellar hacia donde vea un claro, tendrá más dificultades para sobrevivir.
** Hagamos de tripas corazón para encarar la vida cuando el 80% de los jubilados nacionales ganan menos de 40 lucas (déjeme afuera a los provinciales de Entre Ríos que son privilegiados –y en horabuena– que cobran el 82% de los salarios activos) y el ingreso que deja a un argentino debajo de la línea de pobreza es de 48 mil y pico de pesos. Búsqueme un empleado de comercio, por ejemplo, que se lleve a casa más de 48 lucas. Y si no las lleva, forma parte del 41% de pobres del país.
** No espere que yo haga una enumeración de porquerías diarias que van sucediendo en nuestro país, en el Estado y la sociedad, porque son una cadena interminable donde el eslabón de hoy es tan sucio que hace olvidar al de ayer. Quien esté interesado en saber de qué hablo, lea cada día los diarios, pero todos, no solo los que le gustan, y vea todos los programas periodísticos de la TV; todos, no solo los que le gustan.
** En cambio, si en vez de hacer de tripas corazón y bancarse todo eso usted quiere pasarla bien, se le aconseja leer solamente los diarios y ver o escuchar solo los programas periodísticos donde se dice lo que usted quiere oír. (Porque los hay para todo gusto ¿vió?) Eso nos hace cándidamente felices, pero felices al fin. También hay quien no se informa para cuidar su salud, o cree que Facebook lo informa de todo lo que pasa, desconociendo que el algoritmo se ocupa de conocer sus preferencias y le manda solo lo que prefiere leer y oír, sin interés en “abrirle la cabeza”.
El reparto de las culpas
** Y ya lo ve, hemos mencionado solo dos partes famosas del cuerpo humano, que al decir de César Bruto tiene también el Talón de Aquiles, la nariz de Cleopatra, la palma de Mallorca, el pie de Atleta, la mano de bleque, el ojo del amo, la cara de Piedra, el pelo de zonzo, la Garganta del Diablo, el ojo de la tormenta, la nuez de Adán y el culo del mundo, a lo que nos hemos permitido agregar el corazón, las tripas y la cabeza (que se puede abrir o dejarla como un cofrecito atesorando lo poco aprendido y creído). Agregamos dos: abrir la cabeza y cerrar el c… cuando es prudente hacerlo.
** Nos faltó hablar de los que no necesitan hacer de tripas corazón porque no lo tienen. Son todo tripas. Algunos nacen así, otros se hacen, de otros he oído decir “él no era malo, lo hicieron malo”, ¿quién?, ¡la sociedad! Curiosa paradoja, nadie culpa a la sociedad de haber vuelto malo al rico o al poderoso que comete crímenes y delitos bajo apariencia inocente, pero hay vasta literatura y jurisprudencia sobre la culpabilidad social por los más humildes que cometen toda clase de tropelías y se dejan ver. Mejor así, para que esa masa informe llamada sociedad cargue solo con la mitad de las culpas.
El nuevo PE¿?O argentino
** Cuando cerrábamos esta columna, el dólar blue (ex negro), único que se consigue en plaza y que fluctúa libremente, cerraba a 190 pesos, mientras en las cuevas de trolls se afirmaba que Economía iba a crear una nueva unidad monetaria similar a la que propuso alguna vez Domingo Cavallo durante el gobierno de Menem, formado por una canasta de monedas: el Peso, el Euro, el Dólar y el valor Oro, que por sus siglas se llamaría PEDO argentino.
** Los agoreros y los amargos de siempre ya están anticipando opiniones nada más que para mal disponer al mercado, diciendo que la nueva moneda será de escasa consistencia, alta volatilidad y efímera duración. Milei dice que durará lo que dura un P…. en la canasta. ** Con gente así no se puede. Hagamos de tripas corazón y avancemos con fe, y démosle un aplauso al asador que no se rinde.