Día del alemán del Volga en la Argentina: Más de 2,5 millones de personas de esta descendencia celebran hoy su día
El 15 de abril se celebra en la Argentina el Día del Alemán del Volga, en honor a una de las más sólidas corrientes migratorias que poblaron la Argentina a fines del siglo XIX.
Se calcula que algo más de dos millones y medio de argentinos tiene ascendencia alemana, y un 15 % de los habitantes de Entre Ríos son descendientes de alemanes del Volga que llegaron al país siguiendo la invitación del Estado nacional para colonizar tierras, luego de haber permanecido durante un siglo en Rusia, en las márgenes del Volga, donde conservaron férreamente su fe, su cultura de origen, y su idioma, un dialecto que se diferencia del alemán académico y que no tuvo posibilidad de actualizarse incorporando vocablos nuevos, debido a la desconexión de la lengua madre, desde 1763 cuando emigraron a Rusia.
Aunque prácticamente desaparecido con las dos últimas generaciones, aún hoy -250 años más tarde- se conserva en nuestro país (preponderantemente en zonas rurales) ese dialecto antiguo, ya desaparecido en Alemania.
Este lenguaje debería ser reconocido como una pieza histórica de alto valor cultural, asegurando su preservación, porque va en camino de su extinción. A partir de ese reconocimiento, ser preservado en la Argentina como objeto de valor antropológico y testimonio histórico, mediante archivos de audio y un diccionario básico.
Colonias
Los que llegaron a la Argentina lo hicieron merced a una ley del entonces Presidente argentino Nicolás Avellaneda. La primera colonia se estableció en Hinojo, cerca de Olavarría en la Provincia de Buenos Aires el 5 de enero de 1878, y otros lo hicieron en el departamento Diamante, Pcia de Entre Ríos, el 24 de enero del mismo año fundando General Alvear. Más adelante formarían colonias muy importantes en las provincias de Buenos Aires (Coronel Suárez y otras) y Chaco (J.J. Castelli).
Educados para el trabajo duro y la fe inquebrantable de que se puede progresar y crecer con el esfuerzo personal y familiar, guardaron características propias de su cultura. Por ejemplo, hasta mediados del siglo XX los alemanes del Volga seguían prefiriendo buscar su pareja dentro de la comunidad, quizás por la afinidad de lengua, tan valorada por padres y abuelos de los contrayentes. No olvidemos que por entonces era común que la pareja viviera en la casa de la familia paterna. En la segunda mitad del siglo XX comenzaron a mezclarse con los criollos, españoles, italianos y demás pueblos inmigrantes. Dejaron su condición de “congregados” y comenzaron a formar parte de la cultura de masa. Este proceso se dinamizó desde entonces y hoy ya no hay distingos. A mediados del siglo XX era común que sus hijos accedieran a estudios superiores, muchos fueron profesionales, clérigos, o exitosos en sus emprendimientos comerciales o industriales.
En lo que va del XXI los alemanes del Volga fueron perdiendo la identidad propia, que mantuvieron durante décadas desde su llegada a este suelo. En la actualidad, bajo apellidos de los más variados orígenes, sus genes forman parte de la mayoría en poblaciones como la ciudad de Crespo, en nuestra provincia de Entre Ríos, de Coronel Suárez en la Provincia de Buenos Aires, y de Juan José Castelli en la Provincia del Chaco, fundada por descendientes de alemanes del Volga, y con mayor acento aún en colonias como la de Alvear en nuestra provincia (aldeas Valle María, Brasilera, Protestante, Spatzenkutter, Salto, y varias más).
En Crespo
Crespo debe su origen a los alemanes del Volga que se asentaron en la aldea San José (hoy barrio) en 1878, para producir trigo en sus campos cercanos. Terminaban de construirse las vías del ferrocarril (inaugurado en 1887), y esa combinación de un polo productivo y un medio de transporte de cargas, tentó posteriormente al inmigrante alemán Otto Sagemüller a establecerse con un molino harinero en 1896, que a su vez hizo atractivo el lugar para los inmigrantes italianos y de otros orígenes. Algunas familias judías se establecieron también, desarrollando el comercio. La posterior fundación de La Agrícola Regional en 1910, terminaría de cerrar un polo perfecto para el desarrollo económico, social e industrial de la región.
Al día de hoy, dentro del gran grupo de germano argentinos, los descendientes de alemanes del Volga componen la mayor parte y, contrario a lo que ocurrió en los comienzos de la inmigración alemana, no residen en Buenos Aires sino en el interior de la Argentina, cerca de los centros de colonización.
Colonias alemanas en Entre Ríos
Colonia General Alvear fue un territorio asignado a los alemanes que llegaron de Rusia en las proximidades del río Paraná, donde fundaron simultáneamente 5 aldeas el 21 de julio de 1878: las aldeas Valle María (entre los colonos la llamaban Marienthal), Spatzenkutter, Salto (Kehler), San Francisco (Pfeiffer) y Protestante.
Luego se fueron fundando las aldeas Brasilera, María Luisa, Santa María, San Juan, San Antonio (Dpto. Gualeguaychú), San Gregorio, San Miguel, San Rafael, Santa Rosa, Eigenfeld, San Simón (a 3 km de Lucas González), San Miguel, San Antonio (Dpto. Paraná), Grapschental, Santa Anita y San Isidro, Colonia Merou, una radicación cercana a Viale y la de San José (Crespo).