Cuatro décadas vistiendo a Crespo y la región
Crespo- Febrero ha sido un mes especial en Doly Ropería, ya que celebraron 40 años de trabajo. Su propietaria, Claudia Plem, visitó Paralelo 32 y nos relató los hechos que el tiempo se llevó volando desde febrero del ’83 hasta el presente, en el espacio donde hoy expone ropa de niños al lado del local principal. Mi mamá, Lidia, lo inició con mercería y algunas prendas. Emprendedora, ama de casa, decidió arrancar. Yo iba al secundario y empecé a darle una mano desde el inicio. Me gustaba y a ella le servía, porque debía viajar con los tours de compras a Rosario y Buenos Aires. Yo estudiaba, me fui, volví y desde ahí me involucré definitivamente. Desde los 21 años no paré más”.
“Éramos pocos los negocios de ropa, siempre apostamos a determinadas marcas como Wrangler en su momento, por ejemplo. Después fuimos sumando Lacoste, Legacy, siempre en esas líneas. Nos mudamos el 30 de octubre del ’87 a la esquina, mi papá nos cedió el lugar que funcionaba como bar y que atendía, haciendo crecer otro rubro que también tenía.
El nombre y la familia
“El nombre es por mi hermana más chica, Doly. Y mis hijas todas pasaron por la atención. Pasaron Vanina Derfler, Andrea Kemerer, y mis chicas María Florencia, Magalí, Agostina y Virginia. Se criaron ahí. Tiene mucho de familia esa esquina y nuestro local. Mi vida pasó por allí, sin dudas. De lunes a sábados, siempre. Actualmente me acompaña mi sobrina Catherine Gottig”.
La clientela de Doly Ropería se fue renovando por generaciones y hoy atiende a hijos e hijas que comenzaron a venir siendo adolescentes, además de sus viejos clientes que siguen siendo fieles y acudieron y acuden a ella para sus compromisos sociales, que son muchos y variados. “Nuestros clientes no son solo de Crespo sino mucha gente de la zona”, destaca.
“Tenemos que estar actualizados permanentemente. Los proveedores, las marcas, son claves, porque nos han ayudado en momentos complicados y también porque nos asesoran mucho”, agrega, sin olvidar momentos difíciles, “como la época de los federales donde nadie aceptaba nuestra plata, y más acá la pandemia cuando se cerró todo. Pero siempre remamos y le fuimos encontrando la vuelta a las adversidades. Hoy tampoco es un momento sencillo, la gente llega con lo justo a fin de mes, la clase media que siempre compraba hoy compra cuando puede. Hay mucha competencia, se achican los márgenes, pero seguimos al pie del cañón”.
Su criterio de trabajo es “orientar al cliente en cada venta, ver qué le puede quedar bien, asesorarlos. Es un plus que nunca lo vas a encontrar en Internet. Hoy tenemos los mismos precios que podés encontrar en Internet. Y no es lo mismo probarte en el local, lo que te da la tranquilidad de saber que te queda bien, que es cómodo”, opinó.
Comercio tradicional vs. electrónico
El comercio electrónico sigue teniendo un crecimiento sostenido en los últimos años en Argentina y se vio potenciado durante la pandemia. Nuestro país fue el mercado latinoamericano de mayor crecimiento en 2022, con una suba del 25% y se posicionó 5º a nivel mundial. Pero la venta por Internet está afectando a todos los comercios físicos, que no pueden competir por los elevados costos actuales que implica tener abierto un local, lo que provoca que muchos cierren.
Claudia explicó a nuestro cronista que “Crespo está posicionada en Mercado Libre como una de las ciudades que más compra en las plataformas digitales, lo que lógicamente afecta. Por eso permanentemente hay que buscar alternativas y debemos ser previsores, pensar cada paso que damos. Hay preocupación porque vemos que otros sectores tienen más apoyo en el tema crediticio, pero en la parte comercial falta, especialmente para capital de trabajo. Los costos aumentan, lo que impacta en la rentabilidad. Hay cuestiones que hacen que el comerciante no tenga previsibilidad. Y si no se pueden afrontar costos, muchos terminan trasladando el precio a la mercadería y eso afecta al consumidor también, termina siendo una rueda muchas veces. Es lo que buscamos evitar. Por eso digo que hay que ayudar al comerciante para que tenga la posibilidad de planificar a corto, mediano y largo plazo, porque representa un beneficio para todos, sería lo ideal pero hoy estamos lejos de eso”.
“Nosotros hacemos permanentes promociones, con descuentos en efectivo que muchas veces es lo que perdés con las tarjetas entre retenciones y demás. Además no todos se manejan con tarjetas. Y la gente busca las liquidaciones, es otra forma de encontrar buenos precios. La gente mira, analiza, no compra por comprar”.
Recuerdos y anécdotas
En otro tramo de la entrevista Plem recordó haber estado muchos años en los desfiles de la Asociación Deportiva y Cultural. “Legaron grandes figuras de ese momento a Crespo, eran eventos maravillosos, tengo fotos que aún guardo con mucho amor. Recuerdo todo con cariño”.
“Me ha pasado de dar de muestra una ropa un sábado a última hora y el lunes llegaba lavada, con el ruedo hecho y hasta con plata adentro en algún caso. Evidentemente usaban la prenda el fin de semana y después querían devolverla”, evoca Claudia. “U otros que solo se probaban para después comprar ese mismo par de zapatillas por Internet, por ejemplo. Hemos salvado también a chicos en casamientos o recepciones a los que la ropa a último momento se daban cuenta de que no les quedaba, y hacíamos todo lo necesario para salvarlos antes de que arrancara su noche especial. Tenemos muchas de esas historias”, enumeró.
Y comparó: “El hombre va sin tantas vueltas, compra rápido, ya sabe lo que quiere y hace una compra todo de una vez en la mayoría de los casos. La mujer es diferente, mira, se prueba, le gusta, disfruta de estar en la tienda. Son formas diferentes, sin dudas”.
Los tips de Doly
Claudia explica algunas habilidades indispensables del rubro en el que se maneja. No duda en afirmar que “Los tips para permanecer tantos años pasan por la perseverancia, la tenacidad y el amor por lo que uno hace. Ser comerciante, ofrecer buena atención y asesoramiento al cliente, un buen producto, tener un precio acorde y garantizar lealtad comerciad”.