Cuando la honradez causa sorpresa
Diamante (Por Luis Jacobi).- Comentaba días pasados en su Facebook el escritor, músico y docente Víctor Acosta, que hallándose en el Banco Bersa de Diamante se encontró con la docente jubilada Victoria Oglietti (Toia) quien le comentó, perturbada, que había encontrado mucho dinero. Acosta no explica en qué circunstancias pero Victoria le comentó: “A mí no me sobra la plata pero este dinero no es mío. Todavía estoy temblando, porque fui a cobrar mi jubilación y vi que era mucha plata y la devolví como corresponde”.
Acosta termina su comentario diciendo que a Toia no le va a gustar que la mencione pero él consideró que a semejante gesto hay que comentarlo porque “no va a ser noticia”.
Bien por Toia y bien por Víctor por hacerlo saber, pero, sin ánimo de contradecir, diremos que “lamentablemente” estos gestos sí son noticia en nuestra sociedad, donde una y otra vez los ponemos como ejemplos para que muchos otros los imiten y dejen de hacer lo contrario.
Lo normal nunca ha sido noticia. No lo es el avión que aterriza bien y con puntualidad. Es por eta razón que devolver un dinero o cualquier objeto hallado no debería ser noticia pero en nuestra sociedad sí lo es. En cambio es probable que esos hechos pasen desapercibidos, por ser demasiado obvios, en los países nórdicos como Noruega, Islandia…, donde a nadie se le ocurriría felicitar o premiar a alguien que halló algo y lo devolvió. No solo tienen la mayor riqueza del mundo per cápita, sino que son cultural y moralmente ricos: Los inspira el pensamiento: si no es tuyo, es de otro, y si es de otro, devuélvelo.
Pero no nos subestimemos, porque es probable que las Toias sean mayoría en nuestra nación donde nos falta todo y cada vez más, pero nunca gente honrada.