Conciencia y esperanza
Conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Ovario
Este miércoles, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una fecha establecida por organizaciones de pacientes con el propósito crucial de concientizar sobre este tipo de dolencia. El cáncer de ovario, que incluye también al de trompas de falopio y al de peritoneo, presenta una tasa de supervivencia lamentablemente baja entre los cánceres femeninos.
El cáncer de ovario es una enfermedad silenciosa en sus primeras etapas, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Sin embargo, cuando se detecta en fases iniciales, el tratamiento suele ser más eficaz. La doctora Ana Laura Mendaña, médica especialista en Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming (M.N. 135.188), destaca que "el cáncer de ovario es el octavo más común en las mujeres de todo el mundo y el séptimo más frecuente en Argentina".
Es importante resaltar que los síntomas del cáncer de ovario suelen manifestarse en etapas avanzadas de la enfermedad. Por ello, la realización de estudios de rutina juega un papel crucial en el diagnóstico temprano. La profesional subraya la importancia de "realizar los controles ginecológicos rutinarios de manera anual y, en caso de presentar síntomas sospechosos que no calman con tratamiento médico y que persisten en el tiempo, es importante consultar al médico de cabecera".
Si bien las mujeres postmenopáusicas de más de 50 años son las más afectadas, el cáncer de ovario puede aparecer a cualquier edad. En Argentina, se diagnostican alrededor de 2.700 nuevos casos por año, resultando en 1.420 muertes anuales debido a esta enfermedad.
Los factores de riesgo asociados al cáncer de ovario incluyen antecedentes familiares de cáncer de ovario, útero o mama, la edad (mayores de 50 años), factores hormonales, genéticos, problemas ginecológicos previos, y estilo de vida poco saludable como la obesidad, sedentarismo y tabaquismo.
Los 6 factores de riesgo
La causa exacta del cáncer de ovario se desconoce, pero se han identificado varios factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo:
- Antecedentes familiares: madre o hermana que hayan tenido cáncer de ovario, útero o mama.
- Edad: las mujeres mayores de 50 años tienen un riesgo mayor. La mayoría de los cánceres de ovario se detectan después de la menopausia.
- Factores hormonales: no haber tenido hijos, no haber tomado anticonceptivos, comienzo de menstruaciones a edades tempranas o inicio de la menopausia de manera tardía.
- Factores genéticos: ciertos rasgos genéticos pueden aumentar el riesgo. Las mujeres con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo de desarrollar cáncer de ovario que va del 23% al 54%.
- Problemas ginecológicos previos: como quistes ováricos o endometriosis.
- Estilo de vida: obesidad, sedentarismo y tabaquismo.
La medica enfatiza que realizar estudios de rutina y prestar atención al cuerpo es esencial para un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Exámenes como la ecografía abdominal y ginecológica, la resonancia magnética nuclear de abdomen y pelvis, y la tomografía computada pueden ayudar en la detección. Sin embargo, la confirmación del diagnóstico se realiza mediante biopsia quirúrgica.
El impacto del diagnóstico y tratamiento del cáncer de ovario en la calidad de vida de las pacientes es significativo. Mendaña aconseja a las pacientes mantener una alimentación equilibrada, evitar el consumo de tóxicos, practicar ejercicio regularmente, respetar las horas de sueño y acudir a los controles médicos recomendados.
Se recomienda:
- Mantener una alimentación variada y equilibrada basada en alimentos frescos, disminuir el consumo de alimentos procesados, grasas, azúcares y sal y tratar de mantener un peso saludable.
- Evitar el consumo de tóxicos, como alcohol, tabaco y drogas.
- Practicar ejercicio de manera regular y constante, como una caminata diaria de entre 30 a 60 minutos es beneficioso a nivel cardiovascular, ayuda a mantener un peso saludable e influye en el estado de ánimo. También son muy recomendadas actividades como yoga y meditación, que permiten reducir los niveles de estrés.
- Respetar las horas de sueño y descanso. Es recomendable dormir un mínimo de 7 horas diarias.
- Acudir a los controles médicos cuando lo indica su oncólogo o ginecólogo.
Es normal sentirse abrumada durante el proceso de diagnóstico y tratamiento, por lo que se recomienda buscar apoyo psicológico y contar con el respaldo de familiares y amigos.
La medicina ha avanzado notablemente en el tratamiento del cáncer de ovario en los últimos años. Mejoras en las herramientas de diagnóstico, técnicas quirúrgicas más precisas y el desarrollo de nuevos fármacos han contribuido a aumentar la efectividad del tratamiento y mejorar la calidad de vida de las pacientes.