Producción
Con cascarilla de soja, logran mejorar el consumo y estado sanitario de las vacas en transición
Se ajustó la alimentación en pre y posparto, momento en que los animales necesitan mucha energía. Reemplazaron el maíz por cascarilla de soja y mejoraron el consumo de alimento y el estado sanitario de las madres sin afectar la producción.
Veinte días antes y después de parir, las vacas en el tambo enfrentan un desafío: la producción de leche les exige tanta energía que no les alcanza la que obtienen de la alimentación. En ese ‘período de transición’ queman grasas de reserva, pierden peso y son susceptibles a presentar problemas de salud.
Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) optimizó la dieta de las vacas lecheras reemplazando el maíz por cascarilla de soja. Las vacas consumieron más alimento y mantuvieron un buen estado sanitario. Destacan la importancia de incorporar manejos orientados al bienestar animal.