Política
Chubut amenaza con cortar la provisión de crudo y gas al Estado nacional: Análisis y Consecuencias
El escenario energético argentino se ve sacudido por la reciente declaración del gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, en medio de su conflicto con el presidente Javier Milei por el descuento de un porcentaje de coparticipación; al ratificar su defensa de “los intereses" de sus coprovincianos “hasta las últimas consecuencias”, asegurando que no se va a “callar la boca nunca” y advirtiendo que los funcionarios nacionales “serán recordados como lo miserables que son”.
Ante la amenaza del gobernador de Chubut, sobre un posible corte en el envío de petróleo, que tensó la relación entre el gobierno nacional y esa provincia, el director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, Francisco Romano, analizó la factibilidad de interrumpir la provisión de crudo y gas al Estado nacional y las consecuencias que generarán no solo para la Provincia, sino también para todo el país.
Desde un punto de vista legal, Romano sostiene que la acción de Chubut sería inviable. Argumenta que la provincia no puede interrumpir el suministro de hidrocarburos al establecer una suerte de aduana interna que prohíba la salida de los mismos de su territorio. Además, señala que suspender la producción de petróleo y gas constituiría una interferencia en la política nacional, que busca fomentar la máxima producción posible dentro de un marco de respeto al medio ambiente y las mejores prácticas de la industria.
El director del Instituto de Energía destaca que las empresas operadoras tienen derechos otorgados por la provincia para la exploración y producción de hidrocarburos, lo que implica su libre disponibilidad y comercialización. Cualquier medida que obstaculice este proceso va en contra de la política nacional y las concesiones otorgadas, así como de la Constitución Nacional al exceder la jurisdicción provincial.
Romano también enfatiza las implicaciones técnicas de detener la producción, indicando que cerrar válvulas de pozos petroleros no es tan simple como encender y apagar un interruptor. El cese de la producción conlleva pérdidas irreversibles, dado que las características del proceso productivo requieren continuidad y presión para mantenerse. El impacto económico sería significativo, ya que la importación de combustibles implicaría costos elevados y contravendría los esfuerzos de Argentina por alcanzar la autosuficiencia energética.
Las consecuencias no se limitarían al ámbito nacional. Chubut dejaría de percibir regalías, afectando gravemente sus ingresos y presupuesto provincial, ya que estas regalías son su principal fuente de financiamiento. Además, la posible interrupción de estos pagos podría llevar a problemas financieros más amplios, como el incumplimiento de contratos y la caída en default de préstamos respaldados por estas regalías.
En conclusión, la postura adoptada por la provincia de Chubut representa una seria amenaza para la estabilidad energética y económica del país, así como para la seguridad jurídica. La resolución de este conflicto requerirá un diálogo y una negociación cuidadosa que proteja los intereses tanto provinciales como nacionales, evitando perjudicar el desarrollo y el bienestar de la población.