Centro Entrerriano Pancho Ramírez
Por Raúl Pedemonte (Rosario).- Las instituciones sociales, culturales y recreativas son los sectores donde impactó fuertemente la pandemia. En tiempos de incertidumbre, dolor y agotamiento por el rebrote del Covid-19 que vuelve a golpear durante a nuestro país y la región, el Centro Entrerriano Pancho Ramírez, de Rosario, enfrenta el desafío revalorizando su actividad institucional en el ámbito de la cultura, la vida social, la gastronomía, los encuentros artísticos, los talleres y los libros, a través de la biblioteca Delio Panizza y en forma virtual, como refugio durante el aislamiento.
Fruto de la adaptación al contexto que se vive, el Centro Entrerriano está en obras y en camino por las refacciones y trabajos de mantenimiento, mejoras y puesta en valor del edificio, para inaugurar en las próximas semanas un renovado y funcional servicio gastronómico de calidad dentro de los protocolos correspondientes a las más estrictas normas de higiene, salud, desinfección de superficies, ventilación de ambientes y distanciamiento social, y la manera de reorganizar y planificar las actividades sociales y culturales conforme a los rasgos distintivos, intelectuales y afectivos que caracterizan a la tradicional entidad de calle Buenos Aires 2565 en la ciudad de Rosario.
Este espacio de socialización está en movimiento, su misión es inseparable de las relaciones humanas y de camaradería que posibilitan la expresión y la memoria colectiva a través de la vida social y la cultura, y el empuje a esa búsqueda inagotable de amor al terruño que implica también un salto a crear y trascender el propio espacio.
Por ello, se favorecen y tejen vínculos entre el pasado, el presente y el futuro, amalgamando sentimientos y hechos de singular connotación social y humanitaria como lo refleja «La Foto histórica» que publicó La Capital el pasado 27 de marzo, haciendo referencia a la inauguración de un dispensario en la isla Charigüé, Sección Islas Departamento Victoria (Entre Ríos), el 12 de septiembre de 1979, a instancias de las gestiones llevadas a cabo por el Centro Entrerriano que con un grupo de profesionales y directivos de la entidad concurría periódicamente a las islas para asistir a los pobladores del lugar, y ayudar también a las escuelas de las islas frente a Rosario.
Durante la pandemia, los objetivos de la institución legalmente formalizada siguen vivos, nutriéndose de nuevos impulsos, inquietudes y realizaciones, en la certeza de que el trabajo mancomunado de socios, directivos y adherentes ayuda en estos momentos difíciles a querer volver a disfrutar de las cosas que nos hacen mejores personas, en la reconstrucción de los vínculos solidarios y en el retorno a la belleza y felicidad que alienta y promueve la cultura.