Caminar te hará más saludable
Los beneficios del ejercicio físico son extraordinarios. La actividad física regular, metódica, planificada, siempre guiada por un profesional, mejora el estado de ánimo ayudando a disfrutar de una vida más larga y saludable ya que contribuye en la activación del sistema inmunológico.
No importa lo bien que te alimentes, sin ejercicio, no podrás tener una vida realmente saludable. La nutrición de los alimentos no finaliza hasta que son asimilados en las células de nuestro organismo, y el ejercicio es una parte importante de ese proceso. Además, no es necesario un desgaste importante, con el solo hecho de caminar regularmente y de forma continua por 30 minutos, ya estás haciendo la diferencia.
Algunas razones para el sí:
• Reduce la presión arterial, los triglicéridos y el colesterol total.
• Aumenta el colesterol HDL (colesterol bueno), mientras que disminuye el colesterol LDL (colesterol malo) y optimiza la circulación, reduciendo la acumulación de placa en tus arterias.
• Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.
• Te ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable al acelerar tu metabolismo.
• Reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
• También es un aliado contra el estrés dado que aumenta la liberación de endorfinas — las hormonas de la felicidad— contribuyendo a evitar depresión, ansiedad, actúa también a nivel de los problemas de sueño.
Por si esto no alcanzara, practicar ejercicio físico reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Se ha demostrado que el ejercicio regular ayuda a proteger el organismo contra el desarrollo de cáncer de colon, de mama, próstata, útero y de pulmón.
Además, ayuda a construir y mantener la fortaleza en huesos, favoreciendo la musculatura y la amplitud articular. En esta instancia también el acondicionamiento inicial, y posterior entrenamiento con pesas, mejoran la densidad ósea y la resistencia, ralentizando el proceso de envejecimiento y reduciendo probabilidades de desarrollar osteoporosis.
El ejercicio físico mejora la nutrición. Mientras que el estrés interfiere con la digestión, la actividad física mejora la digestión y la absorción de los nutrientes de los alimentos. También promueve la eliminación de toxinas a través de las glándulas sudoríparas y la previene el estreñimiento.
Fortalece los órganos, especialmente los pulmones y el corazón. Es importante marcar; cuando el corazón y los pulmones trabajan más eficientemente, ayudan a respirar mejor y tener más energía. Actividad divertida y entretenida. El ejercicio es placer. Debemos tomarnos el tiempo para elegir actividades que nos gusten, y siempre tener en cuenta la ingesta de agua antes, durante y después de completar tu rutina.