CABA, el país de los constipados
** En esta columna, nuestros habituales lectores lo saben, nos asiste la intención de dejar para la historia algunos datos objetivos. Fuera de esto, nos vamos ocupando de los asuntos triviales para no agobiar al lector. Digamos, de los asuntos graves que el gobierno en turno quiere hacer parecer triviales, y de los que son triviales pero quieren hacerlos parecer como centrales y prioritarios. Los datos objetivos son los que duelen en la calle o los bolsillos de los argentinos que vivimos tragando sapos y sin embargo continuamos con nuestras rutinas, porque asumimos –resignadamente o con bronca– que los batracios son parte de lo que hay que comerse por el privilegio de vivir en Argentina.
** Se culpa siempre a los medios nacionales, sobre todo a televisión y radio, en cierta forma víctimas de una invención que se llama el “minuto a minuto”, que son las mediciones de encendido. Si el gran pueblo argentino salud busca morbo o adrenalina y se prende en canales donde una y otra vez se remueve el dedo en las heridas, el medio de comunicación que quiere sobrevivir no puede hacer otra cosa que atender el sagrado mandato de “la noticia deseada” sobre la que nos ilustró Miguel Wiñazky.
** Los que aman a la lideresa no quieren oír ni leer algo que no confirme lo que ellos piensan y sienten. Los que la ven como una mujer igual a todas las mujeres, creen que deben asumir sus responsabilidades ante la ley sin atacar a los jueces, y los que tan solo quieren verla presa y despojada de su inmensa e inexplicable fortuna, también se prenden a aquellos medios que alimentan día a día lo que piensan y sienten. La diferencia es que los primeros odian a todo aquel que dice lo contrario a lo que desean oír, y los segundos se ríen de todo aquel que dice lo contrario a su convencimiento. Pasando en limpio: Los de acá odian a TN y La Nación +, y los de allá se ríen de C5N y jamás organizaron un escrache a sus periodistas. Los memes de los trolls de ‘la opo’ confirman esto último.
Y todo por unos copitos
** Ahora que el intento de asesinato pasó y felizmente Cristina no resultó lastimada, sus seguidores son capaces de dar la vida por vincular a algún referente de la oposición con “la banda de los copitos”, que le gatillaron en la cara. En tanto, los de enfrente se divierten diciendo que a la vicepresidente y sus fieles les preocupa que le hayan bajado tanto el precio, y preferirían que el ataque hubiera sido planeado por el Hezbolá, Al Qeda, ISIS, IRA, ETA, Farc, la CÍA, la SIDE, o por traición de la SIDE, pero nunca tener que mirarse en el patético espejo de un insignificante como Sabag Montiel y su bandita de extraviados, que ni siquiera supieron hablar en clave al discutir su plan ‘ultrasecreto’ por Whatsapp.
** En torno de aquellos asuntos transcurre la comunicación social por estos días aquí en Bajamarca. No sé si la gente, pero sí los medios, se ocupan todo el día de eso. Unos, como señalábamos, buscando algún vínculo de “los copitos” con la “pesada” nacional o internacional; otros compartiendo memes, lo cual es posible gracias a que no hubo víctima y en consecuencia no debería enojar tanto. El humor, negro, blanco o como se perciba, siempre será humor y no debería causar crispación.
** Lo cierto es que los paisanos del interior seguimos sintiéndonos habitantes de otro mundo, menos convulsionado, desde el cual miramos todo lo que pasa en ese país vecino llamado Buenos Aires y su Ciudad Autónoma, y preguntándonos por qué tenemos que ser parte de su estado de constipación intestinal. Es como que vivieran calientes, irritados, a la defensiva, susceptibles…
¿Por qué nosotros?
** A poco de hacernos aquella pregunta comprendemos que nos igualan unas cuántas cosas: Un presidente testimonial que no renunció antes de asumir, como sí lo hicieron los candidatos testimoniales de Néstor en 2009. Hoy, cuando la justicia se cansó de dejar pasar elefantes y se decidió a no dejar pasar una manada de ellos, desde el Ejecutivo se trabaja para desmembrarla y humillar a los fiscales que se la juegan.
** Mientras tanto los de a pie apechugamos inflación, ajustazos y tarifazos antes atacados por quienes hoy los aplican. Recortes presupuestarios en salud y educación. Los narcotraficantes que se instalan cómodos y no se habla ni se los molesta. Endeudamiento interno y externo creciente. Educación decadente con ideologización a full. Poco interés por mejorar el nivel educativo y mucho por instalar el relato de un lenguaje inclusivo sin más valor que el de identificar a una corriente política con un idioma propio… Ser periodista y mencionar todo esto es ser declarado enemigo y la suprema defensora de los derechos humanos, Hebe de Bonafini, puede hacer escupir tu fotografía por un inocente niño. Lo hizo con Magdalena Ruiz Guiñazú, abanderada de los Derechos Humanos no hemipléjicos.
El punto que Alberto no cumplió
** Volviendo a los testimoniales; fue una creación magistral de Néstor Kirchner en 2009, típica canchereada porteña del hombre que venía del sur con las mismas picardías. Consistió en poner a la cabeza de las listas para el Congreso de la Nación, a gobernadores e intendentes del conurbano que conservaban alta popularidad pero no pensaban dejar su cargo para asumir como legisladores. Renunciarían después de los comicios (y así lo hicieron), asegurando una banca para los que venían por detrás, que probablemente sin esta estrategia hubiesen perdido las elecciones. Hoy se podría sospechar que, diez años después, esa fue la intención con Alberto Fernández, quien no cumplió con la segunda parte, asumió y quedó colgado del pincel.
** ¿Hubo fraude en aquella maniobra de 2009? De ninguna manera. El gran pueblo argentino salud había sido advertido de que solo se trataba de candidatos testimoniales (como después Alberto pero sin avisar). Las zanahorias delante de los burros, y el que avisa no traiciona. Es más, hay que felicitar a un político capaz de inventar un sistema único en el mundo y además crear un relato convincente para justificarlo. “Mirá que no todos los de la lista tienen prontuario; vos concéntrate en el primero, que va con tipografía destacada para diferenciarlo de los demás”, o para ocultarlos en ciertos casos.
** Puede quitarse el cinturón, amable lectora y lector. Descanse, deje correr el tiempo y se verá libre de este rosario de cuentas que no siempre son dulces y buenas, pero inevitables. Mire hacia el cielo azul y disfrute de este amable sol sabatino; estamos en Entre Ríos.