Nuestros gobiernos
Billete de 2000: valuado en un kilo de bizcochos
** Debemos ser el único país del mundo donde el billete más grande, recién aparecido y oliendo a tinta fresca, alcanza –por ahora– para un kilo de bizcochos con manteca. Quien desee mejorar su cotización puede negociarlo en el mercado de bizcochos con grasa, mejorando su rendimiento en unos 120 gramos.
Cuando en 1992 el peronista neoliberal Carlos Menem mandó a imprimir el Roca de 100 mangos, tiempos del 1 = 1, valía 100 dólares. Con él llenábamos hasta el desborde un changuito en el súper, sobrándonos para el café con medialuna. Hoy ese billete, sobre cuyo devaluado papel llora Roca, llora Evita y brama un ciervo de soberbia cornamenta llamado Taruca, cuyo nombre todavía no hemos aprendido, quedó para estorbar y crearles problemas a los bancos.