Sociedad
Bajando la cuesta que arriba se acabó la fiesta
** Los esperados encuentros con Don Leoncio han cambiado la tónica y no es para menos; hay cambios profundos en el país y mucha tensión, preocupación y dolor. Unos pocos se friegan las manos porque el final de fiesta les viene de maravillas, y son muchos los que se friegan los ojos enjugando las lágrimas a la queja de “por qué otra vez yo”. Se terminó la fiesta en la que por temporadas nos hemos sentido cómodos como invitados. Festichola tarjeteada con Banelco, Visa, Lelic y otros bonos y cuanto plástico o pagaré se prestó al juego, más otros gastos a cuenta, más bravuconadas nacionalizantes que fueron a la justicia y también hay que pagarlas hoy en tribunales extranjeros… Hoy se paga el haber dado sin tener, el tirar manteca al techo, las copas reventadas contra el suelo después de cada brindis.