Alfredo Calabrese: Perspectivas financieras y el protagonismo de la economía real en 2025

Alfredo Calabrese, reconocido contador y presidente de Integrar SA, se consolida como una de las voces más consultadas en la región en temas de finanzas e inversiones, especialmente relacionadas con el mercado de capitales. Su habilidad para prever tendencias se confirmó el año pasado, cuando anticipó que la volatilidad sería determinante y que las oportunidades financieras surgirían de la renta variable. Hoy, con el 2025 en marcha, sostiene que el panorama ha cambiado.

“Hay una probabilidad de ocurrencia bastante alta de que los inversores apunten a la economía real, salvo que ocurra un cisne negro,” aseguró Calabrese en una entrevista exclusiva con Dos Florines. Desde una mirada técnica, el profesional compartió su análisis sobre el escenario económico y financiero actual, marcado por un cambio en las reglas de juego impulsado por la administración de Javier Milei y movimientos significativos en las variables macroeconómicas.

Un año de estabilidad y planificación

Según Calabrese, el 2025 estará signado por una mayor estabilidad económica, caracterizada por una baja inflación que obligará a las empresas a redefinir sus estrategias y a planificar con mayor precisión. Este escenario permitirá evaluar con claridad si las ganancias son reales, superando el esquema de rentabilidad nominal que marcó los últimos años.

“La estabilidad te permite planificar y ver los costos y las rentabilidades reales. Con alta inflación, muchas personas y empresas dependían de la rentabilidad financiera para cubrir pérdidas operativas. Ahora, el desafío será movilizar proyectos productivos y de servicios que generen empleo,” explicó.

Transición hacia la economía real

Calabrese destacó que en este nuevo contexto, las inversiones financieras podrían trasladarse hacia la economía real. “El inversor local suele liderar los primeros movimientos hacia activos financieros. Luego, cuando estos alcanzan su máximo rendimiento, comienza a invertir en la economía real, buscando negocios productivos que ofrezcan rentabilidades sostenibles,” comentó.

Sin embargo, advirtió que las inversiones extranjeras en la economía real serán limitadas en el corto plazo, concentrándose en sectores específicos como la minería, el petróleo y el gas. “Los inversores extranjeros son completamente racionales y suelen evitar riesgos innecesarios. Si surge inestabilidad, pueden retirarse rápidamente, generando vulnerabilidades,” afirmó.

El mercado de capitales como motor

El mercado de capitales jugará un papel crucial en la tracción de proyectos productivos. “Los instrumentos financieros se diseñan a medida de las necesidades de las empresas, permitiendo apalancamientos adaptados a sus capacidades y objetivos. Es una herramienta clave para quienes buscan crecimiento sostenible,” indicó Calabrese, quien también subrayó la importancia de profesionalizar las empresas.

En este sentido, recomendó a los inversores ser más selectivos y realistas en sus decisiones, dado que los activos financieros ya han corregido significativamente su valor. “El desafío estará en encontrar alternativas que generen rentabilidad y en diversificar hacia microemprendimientos, franquicias y otros proyectos que también requieran un mayor involucramiento laboral,” explicó.

Un cambio en las reglas de juego

Para Calabrese, este nuevo panorama obliga a las empresas a adaptarse a un escenario donde ya no es viable depender de la inflación para cubrir ineficiencias. “Con precios estables, las empresas deben enfocarse en mejorar sus procesos, definir objetivos claros y optimizar sus estructuras de costos. La competencia ahora será real y demandará estrategias más efectivas,” concluyó.

El 2025 se perfila como un año clave para la reactivación de la economía real en Argentina, con un enfoque en la productividad y la creación de empleo. Bajo la mirada experta de Alfredo Calabrese, queda claro que el desafío está en adaptarse a las nuevas reglas del juego y aprovechar las oportunidades en un marco de estabilidad económica.