A mi Argentina le falta un tornillo

** A mi Argentina, a su sistema económico “le falta un tornillo”: La situación evoca a Gardel y Julio Sosa, de cuando cantaban los versos de Cadícamo: “….que venga un mecánico, a ver si lo puede arreglar”. ¿Y adivine quién levantó la mano y dijo yooo, no contaban con mi astucia?

** El mecánico, con medio melón en la cabeza, mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus, acusa cierto trastorno de la personalidad; digamos… no parece muy normal; pero la gente por la calle dice que con los normales nos fue como nos fue y hay que probar con los opuestos. La rotura del país no es tan simple; se rompió el cigüeñal de su motor, le afanaron el platino y las gomas están en llanta… En fin, las cosas pueden ponerse feas porque se sospecha (nadie ha podido probarlo aún) que al mecánico salvador también le falta un tornillo y le patina el embrague. 

** Los que roban pero hacen han colmado la paciencia del gran pueblo argentino salud, y es el turno de los que no podrán vivir y politiquear con menos pero prometen hacerlo. Lo cierto es que ya nadie podrá devolvernos los viejos buenos tiempos, cuando vivíamos mal pero sin angustias. Lo mejor que podemos hacer es realizar ejercicios de adaptación porque el mundo nuevo no perdona.