Vamos a ver cómo es… ¡el mundo del revés!
Victoria.- La concreción en otro formato de una idea que empezó a gestarse a fines de 2016, y que Rubén Tealdi la materializó en 2017 acaba de editarse en formato libro ilustración, se trata Globequity (equidad global) un giro hacia un mundo más equitativo.
Esa representación del mundo que siguió la disposición Norte arriba, y Sur debajo, puede parecer natural, pero Tealdi lo puso en tensión para el Congreso para la Paz que se celebró en aquel año en nuestra ciudad, preguntándose si no tuvo implicancias a nivel de poder y desigualdad sobre quienes quedaban debajo.
Incluso llegó a plantear: ¿será que hay quienes se ven del lado del cielo y ven a los ortos cerca del infierno, abajo?, y postula como un principio de solución: “¿si empezamos a vernos unos al lado de los otros como lo que somos, seres humanos y semejantes, iguales en derechos y oportunidades? Es sólo un girar la imagen 90 grados”.
Rubén nos recibió esta semana en su acogedora casa, donde tiene un espacio en el que crea dibujos, edita sus fotos, amplía su universo publicista (recientemente para Francia, y ahora también con clientes en Estados Unidos, además de los habituales trabajos que le encomiendan para gran parte de Argentina); y recrea sus ideas sobre lo que puede ser un salto cualitativo para la humanidad. Sí desde Victoria, ese lugar que eligió tras dejar la urbe rosarina para participar en un concurso fotográfico.
“¿Quiénes determinaron que el eje de rotación de la tierra sea vertical? Arenga el autor, “Debe haber tantísimas razones científicas y sobre todo culturales que podrían intentar avalar ese punto de vista. Pero ninguna podrá justificarlo”, continúa.
El Origen
Con este título, hay un apartado en el libro que analiza cómo se llegó a esa decisión de poner el norte arriba, siguiendo a la estrella Polar (Polaris) ubicada casi exactamente sobre el eje de rotación de la tierra. “Si la señal del norte es una estrella y las estrellas están en el cielo, arriba…” el norte haya sido identificado en los mapas del mismo modo.
Incluso, cuando los navegantes incursionaron en el hemisferio sur, buscaron una estrella similar, “sin encontrarla, por lo que utilizaron una constelación, La Cruz del Sur, como guía”.
De esa lectura, y siguiendo que “el mundo fue creado respondiendo a la voluntad (y orden) divina…” se fueron consolidando estas representaciones como una verdad indiscutible. El análisis continúa, remontándose a Martin Beheim y el globo terráqueo más antiguo que se conoce, además del mapamundi de Posidonio en el siglo II, que colocó a Europa sobre África.
La canción de María Elena Walsh que ilustra nuestro título quizás no es del todo certera, porque Rubén no busca poner las cosas de cabeza, sino en un plano de equidad, seguramente la autora de La Reina Batata no estaba pensando en esta encrucijada, pero hay cosas que bien podrían ser de otro modo, y esas convenciones, no siempre son desinteresadas.
Suman en este aporte a la reflexión, las miradas de Claudio V. González, Gervasio Eguiazú, y Gabriel Reusa, quienes de uno u otro modo, problematizan el impacto que ha tenido y tiene esa imagen del mundo como la conocemos. Rubén continúa mostrándonos dibujos y capas en el Photoshop, mientras ceba unos ricos amargos; recuerda también aquellos primeros videos que compartió por redes sociales como disparador, “y ahora tengo ganas de presentarlo en Córdoba, haciendo lugar a la invitación de un amigo que aparece en el libro como Gabriel Reusa; y me encantaría presentarlo en Victoria, por supuesto”.