Un mundo sin Quino
** El mundo era más soportable mientras estaba Quino haciéndonos reír de las torpezas de la humanidad y de nuestras desvergüenzas personales. Se lo llevó esa señora tan blanca hacia una morada sin pesares, para recordarnos una vez más la finitud de nuestras vidas. Nos hemos reído tanto con Quino que le deseamos un gran palacio con jardines floridos en el tercer cielo y muchos seres semejantes, para seguir amando.
** Me preguntaba cuál habrá sido la última noticia que leyó el Maestro Quino antes de aceptar, resignado o esperanzado, la mano de la mujer blanca. Quizás, y ojalá no lo fuera, la que nos daba un dato estadístico oficial sobre la pobreza en nuestro país, que en seis meses trepó a 40,9%, a pesar de todos los subsidios oficiales. Hoy por hoy, el líder que sepa organizar el partido de los pobres tiene el triunfo asegurado, y todos los políticos lo saben.
** Joaquín Salvador Lavado Tejón (Quino), el papá de Mafalda, Susanita, Felipe, Manolo, Miguelito, Guille… nació en 1932. Es altamente probable que en su educación inicial haya tenido oportunidad u obligación de usar para la consulta aquel diccionario español que definía así a nuestro país:
“Argentina (República) Estado de la América del sur… se compone de 14 provincias, 10 territorios nacionales y un distrito federal…”, hace un resumen de su historia y concluye: “Todo hace creer que la República Argentina está llamada a rivalizar en su día con los Estados Unidos de América del Norte, tanto por la riqueza y extensión de su suelo como por la actividad de sus habitantes y el desarrollo e importancia de su industria y comercio, cuyo progreso no puede ser más visible”.
El país que se dejaba soñar
** Aquel diccionario que nos hablaba de una nación prometedora, ha sido editado en un periodo que va desde 1860, cuando a las 14 provincias se incorporó Buenos Aires como Distrito Federal, hasta 1951 cuando los diez territorios nacionales comenzaron a transformarse en provincias.
Alguien nos dijo que podría haber sido editado en 1928, cuando nuestro país todavía se dejaba soñar como algo grande.
** Quino y todos sus coetáneos vieron al país desde aquella perspectiva y crecieron en ese optimismo aún habiendo nacido en la década de la gran depresión mundial, llegando a conocerlo tal como lo vemos hoy, después de 70 años de aciertos y desaciertos e incapacidad manifiesta de sus gobernantes. Esta semana se oyeron opiniones de las que se pueden considerar atendibles o respetables, diciendo que la situación de miseria extrema que padecen algunos sectores del país es irrecuperable. Ojalá no haya sido lo último que le tocó oír a Quino, aunque pudo haberlo imaginado.
Por cierto, no se trata de perder las esperanzas sino de moderarlas para que los desencantos no asfixien.
Ameri calentón, Karaí soplón
** Lo que podemos decir de bueno esta semana es que no le dedicaremos mucho espacio al arremetedor diputado Ameri, que si uno bien lo piensa, el problema no es que haya besado una teta de silicona nacional y popular que le costó la banca en la Cámara, sino que, de no haberlo hecho, ese homo non sapiens seguiría siendo diputado de la Nación. Por si hiciera falta reforzar la idea, se puede agregar que, al dejar la cortina descorrida en su casa, Armeri hizo que por primera vez algunos se preguntaran quién es este tipo, asombrándose de sus antecedentes de acoso sexual, barra brava del fútbol, y también de falta de méritos para ocupar el cargo (perdón por invocar la meritocracia).
** Se necesitaría muchas tetas más para desenmascarar a todos y todas los Ameri que podrían estar colados por el beneficio de la sábana (la electoral, je) entre los 257 diputados y 72 senadores.
Lamentablemente los tocamientos inverecundos por Zoom resultaron más explosivos que el acoso sexual, a juzgar por la suerte del senador José Alperovich, que sigue firme en el Senado a pesar de sus dos causas judiciales por acoso reiterado.
** Rajemos de ese tema: Hay una leyenda paraguaya que se extendió por el norte argentino, que jerarquiza otro pensamiento caído en desuso: el que no trabaja no come. Es la del Karaí (señor) Octubre. Según la creencia popular es un duende inspector que sale cada 1º de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida. Va mirando si la gente sembró y trabajó durante el año y si supo guardar para los meses en que no hay cosecha.
** Ese dato, según el Karaí Octubre, se confirma si ese día hay mucha comida en la casa. El espectro premia y castiga. No se sabe cómo juzga en años de brutal sequía -como el presente- donde ni ríos nos quedan, y donde el gobierno, para “estimular” la producción les cambia el dólar a 76 pesos. Tampoco se sabe cómo juzga el Karaí en los domicilios de decenas de miles de desocupados que están quedando en el camino.
Don Leoncio en la vereda
** _M. Gusto en saludarlo don Leoncio. No se qué haría con usted el Karaí, desde que no puede embutir ni salir a repartir.
** –L. Como lo veo yo, se viene una época donde habrá mucho trabajo para nosotros los jubilados.
_M. ¡Pero qué teoría más interesante! Soy todo oídos…
–L. Usted que es sabiondo debería darse cuenta que…
_M. …Espere, espere, que me suena peyorativo eso de sabiondo. Le aclaro que soy un ciudadano común que dedica la mayor parte del día a informarse, identificar debidamente las fuentes en las que se informa, chequear cuando tiene dudas y dudar siempre…
** –L. Está bien, ¿terminó?
_M. Disculpe don Leoncio. Quizás me pegó el mal de Duhalde; la cuarentena que nos tiene un poco krazy. Siga, siga, ¿por qué los jubilados serán requeridos para trabajar?
–L. Por creciente ‘necesidá’ y porque no van a quedar otros. Fíjese que los mayores de 60 años estamos todos en el corral del feed lot, engordando a tallarines y agua, preguntándonos cuándo vendrán a cargarnos, pero a salvo. Ahora, dígame ¿qué va a pasar cuando salga la vacuna?
** _M. Dígalo, el que está teorizando es usted.
–L. Han dicho que será prioridad vacunar a los mayores de 60 y el resto tendrá que esperar. Y ya se sabe cómo son las esperas en este país, como los subsidios que prometieron pagar cada mes y creo que todavía van por junio… En algunos fue más grande el amague que el pelotazo.
_M. No me extraña don Leoncio. La recaudación ha caído dos dígitos largos y el gasto aumentó indiscriminadamente. Lo que está ardiendo es como el fuego que arrasa Córdoba y las islas; no se podrá parar a baldazos.
** –L. ¡Me cachendié! Ya lo dijo esta chica Mafalda hace años: «Yo era así y ya oía decir que el país estaba en crisis…», y se señala la cintura. «Ya voy por acá y sigo oyendo decir que el país está en crisis», y marca con la mano su estatura. Después remata: «¿La crisis tendrá hormonas de crecimiento para llegar hasta dónde?».
_M. La nuestra está mas pasada de hormonas que Ameri.
–L. ¡Cachorro calentón!