Sobre el regreso a las aulas
Por Nicolás Loza (*)
El regreso a las aulas es la prioridad para el gobierno nacional y los gobiernos provinciales. La opinión pública observa cómo se politiza un tema tan importante para el futuro de la sociedad: La educación del nuevo siglo. Los gremios docentes, en su mayoría, se oponen con diversos argumentos.
El regreso a las aulas –y no digo a clases, dado que clases se desarrollaron el pasado año, aunque de manera virtual y que esto aumentó las debilidades estructurales de nuestros sistemas educativos- es el tema que preocupa al gobierno nacional y a los gobiernos provinciales. Luego de un 2020 atípico en el que se debieron implementar estrategias de innovación en y desde todas las perspectivas que se trabaja la educación, tuvieron sus fortalezas y sus debilidades en los diferentes niveles de nuestros sistemas educativos. Este año que comienza, al parecer, trae consigo, el regreso a la presencialidad a las aulas, a pesar de que los riesgos de la pandemia no han disminuido y, en muchos casos, se han incrementado.
Si ampliamos la mirada y dejamos de concebir el regreso a las aulas como un tema que podemos denominar táctico o coyuntural, sin desmerecer la importancia de esta acción organizativa, tenemos necesariamente que preguntarnos: ¿Este regreso a las aulas será para llevar adelante procesos de enseñanza y aprendizaje acordes a las nuevas condiciones que presenta el mundo? ¿Estaremos en condiciones de poder desarrollar una educación que suplante la certeza por la incertidumbre y nos ayude a pensar en estos nuevos tiempos gaseosos, en los que hasta la liquidez ha perdido su sustancialidad? ¿Qué importancia le daremos a las redes sociales, el avance tecnológico, la educación emocional y el cuidado del medio ambiente?
Es innegable el deterioro de nuestros sistemas educativos a lo largo de tres décadas, la proletarización del trabajo docente, el aumento y la reproducción de la desigualdad educativa, la descoordinación en la implementación de la política educativa entre las directivas de la Nación y los aparatos provinciales, entre muchos otros problemas centrales.
Es por eso que me pregunto: ¿Estamos pensando como sociedad un regreso a las aulas teniendo en cuenta los cambios que nos presenta la realidad (sociales, económicos, tecnológicos, culturales, etc.) o nuevamente estamos dado una solución parcial y coyuntural para salir del paso y no pensar en un futuro a largo plazo?
Hoy más que nunca considero que es el momento para invitar a participar y dar su mirada a todos los actores que componen el sistema educativo (docentes, familias, autoridades, especialistas, asociaciones civiles, sector privado), porque la educación es un tema demasiado importante para dejarla en manos de unos pocos.
(*) Politólogo. Escritor. Coordinador del espacio Ciudadanía Digital