San Valentín: Una bella historia de un tiempo lejano e indocumentado
Hoy miércoles 14 se celebrará el día de San Valentín, una fecha que últimamente se ha comercializado pero que tiene sus orígenes religiosos. Para conocer la historia del santo homónimo, Paralelo 32 entrevistó al sacerdote Emmanuel Tournoud, quien ordena el diálogo diciendo que “para conocer al santo debemos ubicarnos en el contexto de su vida” y lo sitúa en el tiempo: “se trata de un santo del año 200, 240”.
“El contexto histórico era que el Imperio Romano perseguía a la Iglesia, 200 años de la era cristiana no era nada y la Iglesia no era aceptada, pues recién lo fue en el año 313 con el edicto de Milán”, explica Emmanuel. Asimismo, suma: “Entonces, se trataba de algo prohibido. De esta manera, la mentalidad de todos los emperadores romanos era que los hombres jóvenes que empezaban el servicio militar porque tenían que servir al imperio, no tenían que tener ataduras”.
En base a lo anterior, el sacerdote cuenta: “La pareja era vista como una atadura y con un edicto se prohibió a todos los jóvenes casarse antes de cumplir su función en el imperio. Ahí es donde entra San Valentín”. A su vez, añade: “San Valentín era un sacerdote común y corriente de una ciudad cercana a Roma, a unos 100 kilómetros: Terni. Él ve que esta medida del emperador no es buena porque ve que desanima mucho a los jóvenes y entonces comienza a realizar los casamientos a escondidas”.
En este marco, Emmanuel explica que San Valentín “no podía proclamarse gran defensor del amor ni del vínculo porque el cristianismo estaba prohibido”. “Por eso se lo titula el santo del amor o de los enamorados, porque casaba parejas en secreto. Esto siguió hasta que fue descubierto por el emperador, pero como San Valentín gozaba de gran prestigio no se atreven a matarlo de inmediato”, narra.
La leyenda
El sacerdote nos cuenta que San Valentín habla con el emperador y le pide que vuelva atrás con el edicto que prohibía el casamiento a los jóvenes que todavía no había cumplido con el imperio. No obstante, más allá que en una instancia del diálogo logra convencerlo, al final decide no ceder. De esta forma, el santo es apresado.
A partir de ese momento surge una historia que, Emmanuel advierte, se trata simplemente de eso, una historia, pues no hay documentación al respecto que le pueda dar mayor validez. “Cuando lo toman preso, el jefe de los guardias, en un intento de burla, le dice: «Si es cierto que Dios te acompaña curá a mi hija ciega». Se trataba de una adolescente que había nacido ciega y San Valentín le devolvió la vista”.
El relato continúa con que el jefe de los guardias y gran parte de estos se convierten. Igualmente, la orden era infranqueable: tenían que decapitar a San Valentín y así lo hicieron. “El santo muere en Roma y sus reliquias están en la basílica de Santa Práxedes”, concluye.
El culto
—¿Cómo comienza el culto a San Valentín?
—La adolescente que él había curado de la ceguera, como su padre era el que lo había enterrado, sabía dónde estaban enterrados sus restos. Es así que planta sobre su tumba almendros. En esta época del año, en Europa, los almendros están todos florecidos y es la flor por excelencia que se regalan los enamorados. De lo anterior se sigue que la flor de los almendros es la flor de los enamorados.
Por otro lado, relata que el Concilio Vaticano Segundo intentó volver a las fuentes y estuvo en cuestión San Valentín. “No es que quisieron borrarlo porque sí, sucede que todas aquellas cosas que eran dudosas se intentaron poner en un segundo plano. No borrarlas, pero dejarlas ahí sin promocionarlas demasiado. Digamos que la vida de San Valentín es así, es una tradición y escrito hay muy poco”, aclara.
“Es muy difícil de tener documentación de todo esto. Por ejemplo, yo fui a la Basílica de Santa Práxedes y sí, hay una calavera en una urna de cristal, ¿pero qué prueba tenemos de que era de San Valentín? Entonces se trata de algo que es sostenido por la tradición y que se fue pasando de generación en generación. Sin embargo, tradición y fe no se tienen que pelear, marchan juntas y esto forma parte de los primeros tiempos de la Iglesia”, finaliza.
El noviazgo
En base a todo lo señalado, Emmanuel cuenta que la Iglesia propone una vida de noviazgo y matrimonio centrada en la entrega de San Valentín. “El santo arriesgaba su cabeza casando a los soldados en secreto, eso es entregarse por el que uno ama. Creo que todas las parejas de hoy tienen que aprender que muchas veces hay que renunciar a cosas por el otro, por el ser amado. Muchas veces se tiene que renunciar a los propios proyectos personales para compartirlos con otra persona, y tal vez eso puede llegar a ser uno de los problemas que tienen las parejas actuales: no quieren dar el brazo a torcer ni renunciar a sus propias cosas y cada uno agarra por su lado”, opina.
Por último sostiene: “El amor, más allá de ser una expresión de cariño y de entrega al otro, también es una expresión de renuncia. Jesús nos amaba y por ese amor que tenía renunció a su propia vida. Además, renunció a su divinidad para compartir la humanidad. Entonces, el amor siempre es entrega y renuncia, no es sólo recibir”.
(Por Santiago Minaglia, de la redacción de Paralelo 32 Victoria)