Piden la creación de una sala veterinaria municipal
Un grupo de personas interesadas en los perros y gatos están desarrollando un proyecto para crear una sala veterinaria pública municipal en Victoria. Todavía no presentaron la iniciativa en el Concejo Deliberante, pero ya juntaron alrededor de 600 firmas y planean pedir la banca ciudadana.
Se trata de Paola Ibarra, quien junto a Romina Cesarego, Orestes Ramírez y Delfina Reynoso, en un comienzo, tuvieron la idea de crear un hospital veterinario. Luego de pensarlo mejor, concluyeron en que la categoría de hospital veterinario era muy pretenciosa para la ciudad, entonces optaron por pedir una sala veterinaria municipal.
Asimismo, Paola señaló que, en la actualidad, la municipalidad no cuenta con un veterinario. También, criticó la falta de continuidad de las castraciones. Y si a esto se le suma la falta de responsabilidad de muchos ciudadanos y el incumplimiento de la ordenanza de tenencia responsable, el resultado es obvio.
El proyecto
“Hemos decidido hacer uso de la banca ciudadana debido a que, como vecinos, nos vemos afectados a la problemática de los animales en situación de calle”, comienza la fundamentación del proyecto. “Siempre nos ha preocupado el abandono y hoy más que nunca vemos la superpoblación de perros y gatos. Es por esto que queremos hacer el aporte de solicitar a la Municipalidad la creación de la Sala Veterinaria Pública Municipal de primeros auxilios y castraciones, para poder controlar, de esta manera, la reproducción desmedida de perros y gatos en nuestra ciudad”, continúan.
Además de los perros abandonados, Ibarra contó que el proyecto está dirigido a las personas de bajos recursos que no pueden ayudar o salvar a sus mascotas por falta de dinero. Ésa será una parte difícil de controlar y cuestionable, ya que lo justo es que cada uno pague por sus propias mascotas.
No obstante, y para que el proyecto sea viable, Ibarra explicó que se podría ejecutar con un veterinario y luego con pasantes del último año de la carrera de veterinaria. “La sala deberá contar con un veterinario matriculado de la ciudad, donde puedan, también, integrar a estudiantes de veterinaria en pasantía. Ésta será destinada a perros y gatos callejeros como así también a los dueños de los mismos que sean de bajos recursos económicos”, se aclara en el proyecto.
“Se deberá brindar vacunación antirrábica, curaciones, castraciones de manera totalmente gratuita, como sus correspondientes medicamentos”, se especifica en el proyecto. En relación a esto, en el artículo uno del proyecto se define que la asistencia médica veterinaria primaria será destinada a animales domésticos callejeros y semi callejeros. Además, se deberán realizar castración, desparasitación y campañas de vacunación antirrábica.
Por otro lado, en el artículo dos se detalla la composición de la sala. Ésta deberá disponer de: quirófano con instrumental necesario para castraciones, suturas, cirugías menores, vacunación, control y administración de fármacos de uso veterinario; área de caniles para el postoperatorio y tránsito; y móvil para el traslado de perros y gatos.
En definitiva, el espíritu del proyecto es avanzar sobre una problemática muy presente en nuestra ciudad. Por más que existe legislación al respecto, nunca se ha cumplido de manera sostenida por un importante período de tiempo como para afrontar seriamente la situación. Para terminar de analizar la problemática, hay que dividir responsabilidades; por un lado, está la responsabilidad individual de cada uno de hacerse cargo de sus propias mascotas, parte de ese hacerse cargo incluye lo económico, pues sería antiético obligar a otro a pagar por tu perro o gato (en este caso); por el otro lado, está la responsabilidad del Estado, que no puede seguir soslayando una problemática (la sobrepoblación de perros abandonados) que puede afectar a todos los ciudadanos. En resumen, cada uno debe cuidar lo que le corresponde y, a su vez, el Estado debe encargarse de los problemas del conjunto de los individuos.