Neuquén: la actividad hidrocarburífera está paralizada producto de un conflicto gremial
La Secretaría de Energía espera que el clima continúe como hasta el momento, y mayo no llegue con bajas temperaturas, ya que un mes con bajas temperaturas implicaría un mayor consumo de gas, que el país no tiene porque la actividad hidrocarburífera en Neuquén está paralizada hace dos semanas producto de un conflicto gremial. De hecho, en la industria proyectan que, a raíz de los bloqueos, en el invierno habrá por lo menos 380 millones de metros cúbicos (m3) que no estarán disponibles. Equivale a más de dos días de consumo en todo el país.
El Ministerio de Economía se suma a la prédica. Reemplazar la producción local de gas con más importaciones o quema de combustibles líquidos es muchísimo más caro. El gas producido en la Argentina en esta época del año cuesta en promedio US$3,7 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), mientras que las importaciones de gas natural licuado (GNL) salen US$8 y de gasoil, US$14.
En una carta que la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) le mandó al gobierno nacional y provincial (la segunda que redacta, preocupada por el conflicto), las empresas productoras calcularon que reemplazar los 380 millones de m3 le costará al Estado US$190 millones. Y advierten: cada día de paro, sale US$13 millones más, ya que se dejan de producir 25 millones de m3 diarios.
Estos cálculos no tienen en cuesta los ingresos que la provincia y el Gobierno dejan de percibir por la caída en la producción de petróleo, que calculan en 360.000 barriles que podrían haber tenido destino de exportación. “Esto tiene consecuencias de corto plazo por temas operativos, pero también de largo plazo como señal a las inversiones. Si se quiere que Vaca Muerta sea un motor del país, todos tenemos que hacer un aprendizaje para que esto no vuelva a ocurrir”, admitía el CEO de una compañía afectada por los bloqueos.
Por eso llama la atención el silencio del presidente Alberto Fernández y del ministro de Economía, Martín Guzmán.
El inicio del conflicto
Es difícil hablar del conflicto de Neuquén como un “hecho inesperado”, que comenzó como una manifestación de los trabajadores de la salud que pedían un aumento salarial. Pero nadie imaginó que la conflictividad se extendería durante 14 días.
En total, están bloqueadas más de 20 rutas que impiden el normal traslado de los trabajadores y de los equipos de las empresas a los yacimientos.
Tanto en la industria como en el gobierno provincial neuquino denuncian que los “autoconvocados” cuentan con apoyo logístico y financiero detrás. Acusan al Frente de Todos y a la izquierda de promover el paro. Si no, dicen, es “imposible mantener tanto tiempo tantos puntos de la provincia bloqueados”.
El gobernador Omar Gutiérrez tampoco se manifestó públicamente, a pesar de que viajó a Buenos Aires y se reunió con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en la Casa Rosada por este tema. La provincia les ofreció a los trabajadores de salud un bono no remunerativo de $30.000 y luego realizó una mejora para llevarlo a $40.000. Pero los autoconvocados pidieron un incremento del 40%, que en el gobierno neuquino dicen que es “imposible” de aceptar.
“Está difícil de resolver. La provincia tiene voluntad de hacerlo, pero en la mesa de mediación, la contraparte plantea algo difícil de cumplir. Eso no es una negociación”, señalan en el Movimiento Popular Neuquino, y agregan: “El reclamo tiene mucho acompañamiento social, porque cualquier persona que se atendió en el sistema público de salud de Neuquén valora el esfuerzo que están haciendo, pero el problema escaló porque hay un trasfondo político”.
El conflicto primario de esta situación es la interna gremial provincial. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) nuclea a muchos otros gremios sectoriales, entre los cuales se encuentra la salud, que no tiene una representación propia. ATE ya había cerrado con el gobierno neuquino un acuerdo paritario de 12% más sumas fijas, pero las bases lo rechazaron. Acusan que Carlos Quintriqueo, secretario General de ATE, fue siempre funcional al Movimiento Neuquino y que incluso tiene familiares dentro del gobierno.
Por lo tanto, Gutiérrez quedó en una encrucijada: si se sienta a negociar con los trabajadores autoconvocados, estaría reconociéndolos jurídicamente y quedaría desprestigiado Quintriqueo, con quien siempre logró resolver el problema paritario.
Además, ¿quién le asegura que detrás del sector salud no irán otros a pedir el mismo aumento? Todo esto hace suponer que no hay una fecha pronta de resolución.