Matías Gassmann es uno de los jugadores más queridos en el ambiente futbolero de Crespo y zona
Ser querido por el club donde uno jugó siempre, más que nada en el ámbito amateur, no solo se logra ganando campeonatos, sino llevando el sentido de pertenencia. Pero aún es más difícil que un jugador sea respetado y querido por las instituciones contrarias, que no se consigue siendo un crack con la pelota, sino que se genera siendo buena persona.
Matías Gassmann es uno de esos jugadores que trata, no solo de jugar bien, sino también de divertirse dentro del campo de juego siempre con respeto, más allá de alguna equivocación que tuvo en su vida deportiva, pero que él mismo se hizo cargo.
A los 4 años comenzó a disfrutar el fútbol y de la camiseta de Sarmiento. Pese a sus pasos por San Lorenzo donde estuvo 2 meses y Newell´s donde se quedó 2 años, siempre, mantuvo esa fidelidad y amor por el Decano. Volvió a los 16 de Rosario, debutó en Primera División de la mano de Nelson Schrooh siendo parte del plantel campeón del 2007 en la Divisional B y subcampeón de la Divisional A un año después. Hoy, más allá de que él mismo no se considere un líder, sigue siendo uno de los estandartes y referentes del Rojo.
-¿Cómo llevas la cuarentena?
– La sufrimos un poco como todos, porque cuesta parar. Ahora estamos especulando, sin saber lo que en realidad va a pasar. Esperemos que todo esto vaya rápido y podamos volver a entrenar, poder ver a la gente que uno quiere y hacer lo que le gusta.
-¿Para qué se estaban preparando?
– Antes de comenzar un campeonato, creo que todos los equipos vamos por el mismo objetivo. Y luego a lo largo de las fechas, vamos observando bien para qué estamos. Por nuestra parte, queremos pelear lo más arriba posible. A diferencia de años anteriores, sumamos algunos refuerzos importantes, que se unieron muy bien al grupo.
-¿Es necesario sumar incorporaciones en esta liga?
– Creo que sí. Particularmente soy de la idea que si queres pelear arriba, tenes que incorporar y contar con un plantel largo. Siempre digo que Crespo tiene jugadores muy buenos, que le costó la adaptación a los tres clubes, pero de acá en adelante van a dar pelear seguro más arriba.
-¿Crees que a Sarmiento le costó un poco más el cambio de liga?
– Sí. Porque justo antes del paso de liga, muchos jugadores del club se fueron a otros clubes. Sarmiento en 2013 no tuvo competencia y fue ahí cuando perdió varios chicos que por distintos motivos no volvieron. Si bien el cambio de liga nos costó a los tres, nosotros empezamos un pasito más abajo. Después se demostró, cuando volvieron varios jugadores, que tenemos un plantel muy competitivo.
-¿Qué te quedó del paso por San Lorenzo y Newell´s?
– No hice bien las cosas como había que hacerlas, por eso me volví a los dos años. No es fácil irse siendo tan chico. Uno piensa que tal vez tendría que haber aprovechado la oportunidad, pero yo si hay algo que me reprocho, es que podía dar más, y no hice las cosas como debía hacerla.
-¿Te arrepentís de no haber hecho las cosas bien?
– Hoy no me arrepiento de nada. Creo que siempre las cosas pasan por algo, estoy muy bien y feliz. Sé igualmente que podía haber dado mucho más.
-Volviste en 2007 y fuiste campeón de la B…
– Sí, fue un año muy lindo. Yo me volví de Rosario y me encontré con un plantel que tenía algunos jugadores con paso en AFA. Se pudo armar un hermoso grupo, de jugadores grandes con mucha experiencia que estaban en el club y varios jóvenes que habíamos pegado la vuelta. Logramos la mezcla perfecta.
-¿Y un año después llegan a la final en la A?
– Exacto. Ese fue un torneo donde anduvimos bien, con un equipo muy bueno; llegando a la final y jugando contra un duro Atlético Paraná. Me acuerdo que en la ida que se jugó en Crespo, empatamos 1 a 1 y la vuelta la perdimos, pero si hubiésemos tenido un poco de suerte lo ganábamos. Nos anularon un gol por una supuesta posición adelantada mía, que no participé de la jugada; y a los pocos minutos Atlético hace un gol de la misma manera, pero a ellos no se lo anularon.
-¿Costó el 2013 sin presentar equipo?
– Fue raro y complicado, donde aproveché para hacer otras cosas. No tenía la necesidad de irme a un club que jugase, entonces usé el año para pasarla con amigos y disfrutar, lo que muchas veces no hago cuando arranca la temporada. Soy una persona que cuando se pone un compromiso, como jugar un domingo por ejemplo, lo respeta y trata de cuidarse.
-¿Y recordas la promoción del año siguiente?
– Sí, me sumé a mitad de año con César Navoni. Se armó nuevamente un lindo equipo con jugadores del club, y tuvimos la posibilidad de jugar la promoción para ascender, nuevamente contra Atlético Paraná, que en su momento puso jugadores del Torneo Nacional B buscando no descender.
-¿Fue positivo el cambio de Liga Paranaense a Paraná Campaña?
– Sin dudas, siempre lo recalqué. El Paraná Campaña a los clubes de Crespo les cambió el aire. Hizo que la gente vuelva a la cancha, que los jugadores estemos más entusiasmados, esperando el torneo. Nos quedan cosas por aprender, desde todos los lados, pero en lo personal es una liga que me gusta mucho.
-¿Y en lo deportivo que ha dejado estos años?
– Si hacemos un balance, la temporada del 2018 fue muy buena, donde quedamos a un paso de la final. Veníamos de no clasificar dos años consecutivos y llegamos a una instancia importantísima con todos jugadores del club. Se vivió de una manera muy especial. Por ahí la jerarquía de otros equipos, que tienen un plantel más largo, hace que los errores lo pagues caro.
-¿Por qué fue tan irregular la temporada pasada?
– Fue un año raro, donde no le encontramos la vuelta y tuvimos muchos altibajos. Pagamos caro el tener un plantel corto y cambiar muchos jugadores de un partido a otro. No nos podíamos levantar, hacíamos un muy buen juego y lo perdíamos por un error. Tuvo que ver mucho la temporada anterior, porque nos empezaron a ver con otros ojos y a respetar un poco más. Ya no era el mismo Sarmiento que se cambió de liga, donde pensaban que eran los tres puntos asegurados. Ese 2018 hizo que después nos salgan a jugar de otra forma, y terminamos creciendo de cierta manera, porque los octavos de final los perdimos por la ventaja deportiva contra Independiente de Hernandarias que era el “cuco” de la liga; pero creo que fuimos los que le hicimos más partido.
-¿Qué significa Sarmiento en tu vida?
– Sarmiento es mi segunda casa, yo sé que son frases hechas, pero es verdad. Mi vida es mi casa y el club, salgo de trabajar y me voy a entrenar. Hoy con la cuarentena, donde tenemos más tiempo, me pongo a pensar y me doy cuenta que a veces vas de mala gana o cansado a entrenar. Y ahora que estamos más tranquilos, quiero que se normalice todo porque muero de ganas de ir al club.