Marx fue un genio muy gracioso
** Si el pueblo pensante desconfía de sus gobernantes, ahora y en cualquier tiempo, lo es porque algo habrán hecho para ganarse la desconfianza; además por cuestiones ideológicas y odios recíprocos. Pero más allá de estas rispideces superficiales preguntémonos si el fondo moral de todas las controversias no es marxista.
Me apresuro a aclarar que no me refiero al marxismo de Karl Marx sino el de Groucho Marx, que parece haber inspirado a los políticos más que el tío Carlos.
** Groucho, actor cómico fallecido en 1977, nació hace 130 años en un fresco mes de octubre en Estados Unidos. De él quedaron frases memorables que parecen haber derivado en doctrina, como: “Damas y caballeros, estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”. Sus biógrafos califican a ésta como una de las frases más icónicas y conocidas de su personaje, que refleja la hipocresía y la volubilidad de las creencias y valores de la gente, que cambia de parecer y de principios según le beneficien más o menos. Y cuando decimos gente estamos todos, los del llano y los de la cumbre.
** No vaya a creer que la doctrina marxista (de Groucho) no ha tenido su influencia también en esta columna mangrullera, sustentada en este principio: “No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”. Entienden los que decodifican a Groucho, que esa frase suya define que el sentido del humor es fundamental para ser feliz, pero también hay que saber delimitar lo que nos hace gracia de lo que no.
Humor diario y presente
** A la luz del tiempo presente aquella definición sobre reírse tiene otras connotaciones, porque existen los memes, videos, en fin, todas esas imágenes que recibimos a diario por las redes sociales, con un humor que tiene más intención de ridiculizar o descalificar que de divertir, pero que generalmente logran ambos propósitos. Se atribuye a los trolls, pero existe también la picaresca nacional; alguien subió a redes sociales esta información: Fueron robados los celulares de cuatro personas durante la inauguración de la estatua de Néstor Kirchner. Al pie un lector comentó lacónicamente: Revisen la estatua.
** A esta hora hemos recibido uno que supone un posteo de Gildo Insfran, gobernador vitalicio del reino de Formosa, donde se le hace decir: “Muy ineficiente el conteo de votos en Estados Unidos; acá en Formosa ya sabemos quién ganó antes de que voten”. Este meme denuncia con exageración el statu quo (estado de situación) de Formosa, pero además es gracioso Los dos propósitos están logrados, y palo con humor no duele.
** Lo otro que queda por decir es que aparentemente la crecida exorbitante en la cotización del dólar alegra muchísimo a los humoristas argentinos. Cómo se explica, si no, que mientras el Blue crecía hasta llegar a 195 mangos nos llovían memes con chistes sobre esa situación, y en cuanto Economía hizo una jugada para desinflarlo y lo desinfló parcialmente, nadie hizo más chistes y el Blue pasó a la sala de espera. Es que el humor abreva en la tragedia, aún en la más trivial tragedia de entrecasa.
Cosa tan inútil la posteridad
** Por estos tiempos tan extraños que nos ha tocado vivir a los que tenemos la suerte de estar vivos, el que carece de fe en Dios bien podría hallar consuelo en Marx. No digo que sustituya al Todopoderoso y Único, sino que en todo caso serviría de “premio consuelo” para los que no encuentran una razón verdadera y valedera para vivir y muchas veces la buscan en los libros de autoayuda que ofrece el humanismo.
** Groucho ha dicho: “¿Por qué debería preocuparme de la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?”¡Es muy gracioso! Marx completó la frase con un absurdo y eso provoca risa. También podríamos decir que llama a la reflexión a quien se preocupa demasiado por lo que ha de venir.
Jesús, que hablaba en serio cuando caminaba entre nosotros, también dijo que nos focalizáramos en el presente: Relata el apóstol Lucas: “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?”
** Muchas veces nos focalizamos demasiado en los días por venir, con genuina preocupación, y tiempo después advertimos que nada de lo que suponíamos podía suceder, sucedió. Gran parte de nuestros temores sobre la posteridad no se cumplen, pero así somos y es difícil evitarlo. Alguien dijo alguna vez: “Si tu problema tiene solución ¿para qué preocuparte?, y si tu problema no tiene solución ¿para qué preocuparte? Gran verdad, si realmente crees que no tiene solución… un boleo y al fondo.
El precio de la no revolución
** En cambio, si el otro Marx; don Karlos; pudiera oír ciertas cosas que se dicen por estos días, creo que le causarían gran decepción. Sin ir más lejos para no pagar pasaje al cuete, la semana pasada circuló un video donde el mismísimo Juan Grabois adoctrinaba a un compañero durante una Cumbre de los Pueblos, con estas palabras: “…más la (guita) que tiene que poner el capital para mantener a los compañeros nuestros, porque nosotros cuando peleamos, peleamos por plata, si nosotros vamos a hacer un quilombo ahora es para sacar plata, no es para hacer la revolución…”
** Hasta hacerle poner guita al capital para vivir panza arriba, todo bien con don Karlos, e incluso cuando Grabois explica que el capital se la da al gobierno y ellos la sacan de ahí (parte no transcripta del audio), no le importa el procedimiento basta que jodan al capital, pero cuando dice que no es para hacer la revolución, a Karl ya se le levantó la ceja derecha y apretó el labio inferior contra su oscuro bigote.
** “Sólo hay una manera de descubrir si un hombre es honrado… preguntárselo. Si responde que sí, es un farsante”, sentenció alguna vez el más divertido de los Marx, que puso a toda la humanidad en la categoría de farsantes. El que le respondiera que sí, estaría fingiendo ser honrado, y el que dice que no, se autoincrimina. A confesión de partes relevo de pruebas.
** Su fino humor definió a la política como “el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Amar y soñar
** Groucho vivió el tiempo de las dos guerras mundiales y en el intermedio pandemias y la Gran Depresión de los años ’30. Nunca sabremos si con este juego de palabras sobre la falta de honestidad de la gente solo quiso hacer humor (su oficio) o lo dijo por convicción. Lo cierto es que en los años dos mil sin aplazados ni escalafón, nos corroe la misma sensación, agravada por pandemia.
** Vivimos en una época de desintegración social; donde la amistad reclama el aliento de hablarnos cara a cara, donde la carencia de abrazos alimenta la ansiedad del encuentro franco y ruidoso, donde el juego de la palabra presente está negado entre muchos padres e hijos, abuelos y nietos, docentes y alumnos… donde la sed de volver a la libertad reseca la piel del alma. Pero nos queda la Gracia de estar vivos, amar, y también soñar, porque es la mejor manera de darle valor a la posteridad.