Los negocios on line entre particulares ya no son seguros
Por Mario Juarez (Paralelo 32-Victoria).- Los delitos económicos se han incrementado durante la pandemia, según el Com. Ppal. Javier González, Jefe de la Dirección de Delitos Económicos de la policía de Entre Ríos. “La gente está mucho más tiempo frente a las pantallas siguiendo las redes sociales”, señaló. Según el oficial, muchas personas observan estos espacios informáticos, no solamente para comprar sino que los utilizan para vender, lo que ha generado un intensó “tráfico” comercial.
Las redes no son un lugar seguro para ofrecer bienes en venta. Los estafadores ingresan se muestran interesados cuando pescan alguna venta (desde un auto hasta una heladera), se produce un etapa de confianza para preguntar por ejemplo el estado y la marca de producto se ofrecen, después de esta etapa le solicitan rebajas al vendedor, como es habitual en estas transacciones, hasta llegar a la toma de decisión. Inmediatamente el delincuente le informa al vendedor que esa semana tiene que pasar por esa ciudad, o quizás diga –como ya ocurrió- que es camionero y recorre esa zona. Renglón siguiente solicita CBU y número de cuenta, aduciendo que con esos datos le podría girar el dinero y se termina el negocio. La sorpresa mayor se produce cuando el damnificado ingresa a la cuenta –después de haber suministrado los datos- y comprueba que ha sido estafado.
Existen otras argucias conocidas, como la de llamar a la víctima en nombre de Anses para decirle que tiene dinero para cobrar, lo hacen ir al cajero para concretar la operación y la víctima, siguiendo instrucciones, sin saberlo termina tomando un crédito y transfiriéndolo a nombre del estafador.
Adultos mayores
El sector más vulnerable es el de los adultos mayores, por ejemplo el interlocutor se hace pasar por un agente de ANSES o gestor de esta repartición. La víctima está confiada que le van a depositar un dinero y sigue –ya en el cajero- los pasos que le indica el estafador y le sustraen lo que tenía en la cuenta.
A pesar de todas las recomendaciones todavía muchas personas caen con el “cuento del tío”, dice el Gonzales y comenta el caso de alguien que llama a una señora, se hace pasar por su sobrina y le dice que está en la cola del banco y que va a aprovechas para cambiar los billetes que cobró, porque se desvalorizan, que debe dárselos al “contador” de la entidad, y también de los dólares. Esto ocurre en muchos casos que la víctima no tiene celular y solamente teléfono fijo. En nuestra ciudad hace algunos meses, con este ardid, una jubilada entregó una importante suma de dólares a la persona que fue a buscarlo a su casa para entregárselo a su hija. Cuando llega esta última a la casa se descubre que su madre fue estafada.
En diálogo con Paralelo 32 comentó: “increíblemente hay decenas de estos casos en la provincia”. Policía aconseja en las charlas que da en los centros de jubilados en forma permanente, la importancia de tener un código que solamente conozca la familia, que para mejor memorización puede ser el segundo nombre de la señora, el de un perro o gato, nombre de un familiar que vive en otra provincia. Cuando alguien llama y dice ser la hija o la sobrina, la potencial víctima pide que le repita el código, de esa forma si quien llama es una estafadora o estafador, se siente acorralado y corta la llamada.
Redes
Las redes sociales tienen sus ventajas pero también sus inconvenientes. Hay muchos que clonan las páginas oficiales de entidades bancarias u organismos oficiales. “También hemos tenido este tipo de artilugios con el Banco de Entre Ríos, porque figuraba un espacio con logo y todo lo que tenía era similar a la página oficial de la entidad”. El que cae en esa trampa deja allí sus datos personales, incluido el código de acceso, que es como entregarle la cuenta bancaria a un desconocido.
Se debe prestar mucha atención porque esas páginas truchas, como Google no admitiría abrirse una cuenta con el mismo dominio, entonces hacen uno parecido, con alguna letra de diferencia que muchos usuarios ni siquiera notarán.
Fiscalía
El incremento de estos delitos amerita un órgano judicial específico, con un área técnica, que no existe en la provincia.
Al respecto Gonzalez comentó que sería importante, porque así como funcionan juzgados para abordar las cuestiones de género, violencia o familia y minoridad, tendría que haber una específica para delitos económicos.
“Es el delito del futuro”, dijo, considerando que los asaltos a mano armada, robos u otro tipo de acciones, tiene muchas tipificaciones en el Código Penal y los delincuentes se arriesgan a ser detenidos y cumplir muchos años de reclusión.
Por el contrario los delitos económicos no tienen tanta especificidad para la justicia. Consideró que tendrían que modificarse algunos puntos de la normativa vigente e incorporarse penas más severas para este tipo de delitos, que actualmente no las tienen. “Muchas veces se detiene al estafador y lo derivan a la Unidad Penal, pero este ofrece una reparación monetaria a la víctima y termina saliendo de la cárcel, cumpliendo una Probation y haciendo tareas comunitarias”.
Por nuestra parte, en la CABA y otros juzgados del interior tienen una Unidad Fiscal de Ciberdelitos que disponen de un equipo de expertos con importante tecnología, para perseguir este tipo de maniobras.
Robo de identidad
Entre los casos más novedosos se inscriben los robos de identidad de las personas. Con un DNI sacan tarjetas de créditos, o a través de pago virtual, también con el código QR. “Hacen transacciones o pagos con datos de otra persona que resulta damnificada”. Investigadores han tenido que buscar en las cámaras de seguridad para verificar que se trata otro el individuo el que realizó una transacción o un pago, y no el titular de la tarjeta. Además está en nuevo sistema, que nos permite entregar la tarjeta suministrando solamente el número de documento, que no requiere de firma alguna.
Esta semana, en Paraná, dos personas fueron estafadas por una mujer que les robó sus identidades y efectuó numerosas compras. «Sustrajo los DNI, realizó extensiones de tarjetas y realizó compras a través del código QR»
También se ha dado el caso de la moneda virtual (bitcoin). Gonzalez comentó que la semana pasada un joven había adquirido a una cantidad importante de bitcoins y no estaba realizando la operación con un banco (como tendría que ser) sino que estaba operando en una página trucha.
Estadísticas
Según datos estadísticos el 50 % de los casos de estafas telefónicas, provienen de Unidades Penales, hubo muchos casos que se originaron en las cárceles de Córdoba, que tenía un mecanismo muy afinado para llevar a cabo estos delitos. Actualmente el problema es mayor porque, por el tema de la pandemia, a los presos se les autorizó el uso de teléfonos celulares, porque no pueden ser visitados. Esto representa un camino más fácil para delinquir, si bien tenían un aumento de casos, con los aparatos en manos de los internos se acrecentó aún más. “Son líneas prepagas que no figuran a nombre de nadie, aunque en la mayoría de las veces se las puede identificar”.
Resultados
“No es tan difícil comprobar un delito de estas características y llegar hasta los responsables”, el problema, para Gonzalez, es el tiempo que demora la causa. Desde el momento en que se judicializa, se debe solicitar informes a las empresa telefónicas, a entidades bancarias (porque siempre hay una cuenta donde va el dinero), también hay cámaras de seguridad que hay que verificar, y todo lleva tiempo.
Los resultados resultan positivos en un 70 u 80 por ciento pero es agotadora la prosecución de una causa, porque lleva trámites y los informes demoran mucho.
Esto se ha visto incrementado en la pandemia. “Se llega a identificar al que fue a buscar el dinero en el banco y después todo queda en manos de la justicia, es detenido pero puede mejorar su posición si repara el daño”. Agregó que por este motivo han secuestrado automóviles, bienes y hasta inmuebles de los responsables de la estafa. Consejo: ante cualquier hecho de esta característica, comunicarse inmediatamente con la Jefatura Departamental de la localidad.