Los mosquitos invaden la ciudad
Debido a la alta humedad, producto de las lluvias que se producen casi todas las semanas sobre la ciudad y la región, los crespenses como también los habitantes de la zona sufren las consecuencias de una invasión de mosquitos; por lo que hay que tener en cuenta algunos consejos para combatirlos como la aplicación diaria de productos insecticidas que maten al mosquito pero también a las larvas, sin afectar a otros insectos. Además se recomienda eliminar el agua estancada que pueda acumularse en macetas u otros recipientes para eliminar la posible presencia del mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue.
Pareciera que el clima actual llegó para quedarse por un tiempo, por lo que habrá que tener siempre un repelente a mano para protección nuestra y también de las mascotas.
¿Cómo elige un mosquito a su víctima?
¿Cuántas veces en un mismo grupo de personas unos afirman que los mosquitos le «han picado» esa noche mientras que a otros que dormían en el mismo sitio ni siquiera se le habían acercado?
La solución podría estar en nuestros genes, según un estudio reciente de investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres con la colaboración de la Universidad de Nottingham, Rothamsted Research (Reino Unidos) y la Universidad de Florida (Estados Unidos).
Estos científicos han encontrado un componente genético que nos haría más o menos atractivos ante los mosquitos que podría radicar en nuestro olor corporal, lo que podría ayudar a encontrar formas más efectivas para evitar las picaduras así como mantener alejadas las enfermedades que este insecto transmite al ser humano o a otros animales.
Basándonse en investigaciones previas, este estudio piloto, publicado en «Plos One», demuestra que las personas que son menos atractivas para los mosquitos producen repelentes naturales y al parecer se trata de un rasgo controlado genéticamente. Sería esa diferencia en el olor corporal de los humanos la que podría hacer que unas personas sean más propensas a recibir la incómoda picadura, que en muchas ocasiones puede ser hasta mortal según la especie de mosquito que pique o el lugar del mundo donde nos encontremos.
Después de realizar una serie de experimento en 18 mujeres gemelas idénticas y 19 gemelas no idénticas, los investigadores llegaron a la conclusión de que los gemelos idénticos eran más atractivos para los mosquitos, por lo que se deduce que los genes juegan un papel importante a la hora de que los mosquitos se sientan más atraídos por una persona u otra.
El estudio, además, determina que los mosquitos hembras prefieren el olor de ciertas personas cuando deciden picarles para alimentarse de la sangre que requieren para reproducirse. Por ejemplo, las mujeres embarazadas son más atractivas para el mosquito de la malaria en África, mientras que las personas de mayor masa corporal también son más atractivas para los mosquitos y jejenes.
El autor principal del estudio, James Logan explica que «al investigar el mecanismo genético detrás del atractivo para los insectos que pican, como los mosquitos, podemos acercarnos a usar este conocimiento para idear mejores formas de mantenernos a salvo de las mordeduras de los insectos y las enfermedades que pueden propagarse a través de las picaduras».
Entendiendo qué hace al mosquito picar a una y otra persona se podrán «desarrollar formas a medida para un mejor control de los mosquitos y desarrollar nuevas formas de repelerlos» destaca Logan, que cree que, en el futuro, «se puede conseguir incluso que tomando una píldora se mejore la producción de los repelentes naturales del cuerpo y, finalmente, se reemplacen lociones para la piel».