“Logramos ponerle un cierre a una etapa de incertidumbre”
Ramírez- El martes 17 de octubre llegaron a Chubut ocho binomios de canes y hombres de los Bomberos Voluntarios para colaborar en la búsqueda de Santiago Maldonado. El diamantino Marías Albornoz, representante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Ramírez, condujo a «Uma”.
Albornoz tiene 32 años y es oriundo de Diamante, aunque trabaja para el Cuartel de Bomberos Voluntarios de General Ramírez. También cumple funciones como bombero aeroportuario en Paraná.
Trabajo conjunto
“Uma” tiene la especialidad de buscar personas sin vida, tanto en agua como en tierra. Son pocos los perros que pueden buscar en grandes áreas y estructuras. Es una Golden Retriever de 6 años con quien Albornoz tiene una estrecha relación, ya que es su adiestrador y guía. Es una relación que se va afianzando día a día desde cachorro. Su especialidad es RH (Restos Humanos).
Albornoz explicó esta semana a Paralelo 32 que el perro trabaja por venteo, suelto, sin correa, 30 o 40 metros adelante, captando en el aire los olores. Cuando encuentra un olor o partícula focaliza, trabajando muy despacio. “Ellos van identificando los olores. Son los ocho de la misma especialidad”, indicó.
La comunicación es muy importante, por lo que el adiestrador y su perro deben desarrollar un sistema que pueda ser entendido rápidamente.
Pasión y profesionalismo
Pasado un tiempo para ordenar las ideas, Matías Albornoz hizo un balance del trabajo desarrollado y dijo a este semanario que “Sin dudas que fue una situación especial la que vivimos, porque fue un trabajo con mucha repercusión a nivel nacional y hasta en otros países, con mucha gente que estaba pendiente de lo que sucedía. Cuando estábamos allá creo que en realidad no tomábamos real dimensión de todo lo que generaba nuestra labor, pero trabajamos con el mismo profesionalismo y dedicación que en cualquier otro hecho, con toda la logística puesta al servicio del caso, administrando de la mejor manera los recursos con que contábamos. En mi caso, fue junto a la explosión de gas en Rosario el caso con más repercusión en mi carrera, porque me llamaron de muchos lugares para felicitarme y para brindar testimonio del trabajo hecho”.
La explosión de Rosario de 2013 fue una tragedia ocurrida el martes 6 de agosto de ese año, cuando una fuga de gas natural provocó el estallido y posterior derrumbe de un edificio del centro de la ciudad. En total, 22 personas perdieron la vida.
“En este caso en el sur del país, particularmente, hubo mucho agradecimiento por lo hecho de mucha gente, conocida y desconocida, de los lugares más inesperados incluso. En General Ramírez, donde cumplo funciones como bombero, me recibieron muy bien, tanto los compañeros de trabajo como la ciudadanía toda. Es un trabajo generalmente silencioso el que hacemos, pero que en esta oportunidad tuvo más repercusión”, dijo.
“Nosotros hablamos de un buen trabajo hecho, porque el resultado es el que buscábamos. Nos llevaron para eso, para encontrar restos humanos. Evaluamos que el trabajo en equipo es fundamental para lograr el resultado que se busca. El poder judicial, Prefectura y Bomberos trabajamos en conjunto y logramos ponerle un cierre a una etapa de incertidumbre, y ojalá sirva para que la familia de Santiago encuentre paz. Es imposible abstraerse de esta historia, en mi caso hasta por una cuestión generacional, ya que tenemos casi la misma edad”, agregó.
Tema sensible
Albornoz pidió no entrar en detalles de la búsqueda, por tratarse de un tema sensible para la sociedad y de un caso que aún está en plena investigación. De todas formas, aclaró que “El trabajo fue con un juez dando la orden, precisamente, de trabajar tranquilos. Confió en nosotros y agradecemos ese respaldo. La gente del lugar sabía que éramos bomberos voluntarios de todo el país, que estábamos ahí para buscar personas sin vida. El operativo fue para encontrar un cuerpo y lo encontramos. Suena duro, pero fuimos con ese objetivo y pudimos cumplir nuestra misión. Después, todas las conjeturas que se pueden hacer sobre lo que pasó y cómo pasó, no es nuestra tarea ni nos corresponde opinar. Nuestra tarea fue ir y hacer lo que teníamos que hacer. Uno va tratando de prepararse para una búsqueda de restos humanos, pero debo aclarar que contamos con apoyo del Gabinete Psicológico de la Emergencia para hacer las descargas emocionales siempre en estos casos. Uno tiene familia, seres queridos, y trata de volver bien por ellos, aunque siempre es muy difícil si uno piensa en los familiares, amigos y conocidos de la persona fallecida”.
Sobre la rapidez con que hallaron el cuerpo, sorprendente para muchos, el bombero voluntario planteó que “Ni siquiera hubo mucho diálogo con la gente de la zona porque lo rápido que fue todo. Con los familiares de Santiago, por ejemplo, tuvimos solamente el saludo de rigor durante la búsqueda, pero nada más. El desarrollo de la búsqueda llevó un par de horas, aunque pensábamos que podía llevarnos mucho más, ya que eran 60 kilómetros río abajo los que había que trabajar rastrillando”.
Agregó que “Realizamos una búsqueda planificada, el juez que estaba a cargo apoyó el tipo de búsqueda que decidimos hacer, desplazándonos con ocho binomios, haciendo búsqueda sobre la orilla del río en ambos márgenes, corriente arriba y abajo, buscando también con perros en embarcaciones”.