Litoral Mitá: A dos pasos del disco que esperan presentar en noviembre
Entre Ríos es una interminable cuna de grandes músicos populares. Las peñas folclóricas o guitarreadas con amigos son una costumbre que pasa de generación en generación. Y la presencia joven es imprescindible en esa renovación, lo que asegura que no morirán nuestras raíces.
Y si hablamos de renovación y gente joven en el chamamé, los muchachos de Litoral Mitá son los que primero se nos vienen a la cabeza. De María Luisa, Benjamín Roskopf (21) en acordeón y de Crespo, Gastón Lell (25) en guitarra, han formado un dúo que llevó nuestras melodías a diversos concursos nacionales, de donde volvieron siempre con una condecoración. Hoy, Litoral Mitá no puede faltar en la cartelera de cualquier festival de estos pagos
Lo que en sus inicios era una promesa, ya es realidad. En la actualidad se encuentran grabando su primer material discográfico con la ayuda estelar del ‘Chango’ Spasiuk, uno de los mejores acordeonistas del país reconocido mundialmente, quien escucha sus sencillos antes de que salgan a la luz y los aconseja. En esta nota, Benjamín Roskopf cuenta a Paralelo 32 sus inicios y experiencias.
“Este año nos pusimos como meta grabar el disco, que es lo que estamos haciendo actualmente. La modalidad es grabar y sacar de a sencillos para que la gente los pueda escuchar en todas las plataformas digitales. Nos quedan dos sencillos para terminar de grabar el disco, que lo presentaremos de manera oficial en la peña que haremos en noviembre”, comenzó contando.
-¿Cuantos sencillos han presentado?
– Hasta ahora presentamos tres: «Así es mi chamamé», «El Remanso», que es de mi autoría, y «Troteando». El cuarto sencillo saldrá ahora el 13 de agosto y se llama «Rasguido de los Montes»; mientras que el quinto y último del disco será un tema con Los Núñez, los músicos de Misiones. Haber grabado con ellos para nosotros fue un sueño, porque dentro de nuestro género son muy importantes. Para ese sencillo no hay fecha todavía, pero saldrá pronto.
-Hicieron fotos y videoclips. ¿Es un mundo nuevo para ustedes?
– Sí, totalmente. Este año dimos ese saltito de profesionalidad que necesita el grupo. Trabajamos en el marketing con LHA Music, una productora de Warner. Ellos hacen la promoción del disco y de los sencillos. Eso implica una responsabilidad nuestra también, ya que tenemos que cumplir y estar a la altura de las circunstancias. Es un paso muy grande para nosotros.
-¿Cómo nació el grupo?
– Con Gastón nos conocimos por medio del CIOFF (Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore), haciendo viajes a través de IMEFAA. Quien nos juntó fue Hernán Brambilla, cuando viajamos a Colombia. De ahí quedó la amistad pero nunca nos habíamos decidido a hacer música, pero en 2018 para el Pre Federal fue cuando nos juntamos y nos presentamos en el concurso en el que terminamos perdiendo la final en el desempate. Eso fue un envión anímico que nos hizo notar que teníamos que seguir con esto. Después hemos participado en otros festivales en los que nos ha ido muy bien y tuvimos la posibilidad de ir a otras provincias a mostrar lo que hacemos.
-¿Se imaginaban haber estado en los escenarios en los que estuvieron en tan poco tiempo?
– No, nunca lo pensamos. La finalidad en un principio era otra, cada uno estudiaba por su lado el instrumento pero nunca nos habíamos decidido a juntarnos y hacer algo. Los logros que hemos conseguido en los distintos festivales sirvieron de alimento para que sigamos metiéndole ganas. Veíamos Misiones y Corrientes como un sueño, y hoy podemos decir que ya pisamos esos escenarios donde sabemos que cuesta mucho llegar y no todos tenemos la fortuna de poder hacerlo.
-Con Gastón se complementan de gran manera…
– Sí, es muy lindo haberlo cruzado. A mí me gusta mucho la forma de tocar que tiene él. No es fácil encontrar un complemento y más cuando querés transmitir algo a través de la música, porque tiene que haber conexión. Los dos aspiramos a tener un estilo propio para llevar lo nuestro a todos lados.
Hemos sumado dos músicos más ahora, así que estamos trabajando en la adaptación. Tenemos percusión y un bajo, porque queremos potenciar el sonido.
-¿Por qué el nombre?
– Surgió para un pre-festival, porque hasta ahí nos presentaban con nuestros nombres. Pensamos en poner un nombre al grupo y salió Litoral Mitá. «Litoral» por la zona en donde estamos y «mitá» porque es una palabra en guaraní que significa joven.
-¿Desde qué edad tocas el acordeón?
– Arranqué a los 10. Mi primer profesor, Marcos Toledo de Paraná, fue el que más me marcó. Tomé clases con él hasta los 13, cuando lamentablemente falleció; y ahora estoy con el ‘Chango’ Spasiuk quien además nos ayuda en la producción del disco.
-¿Y por qué te volcaste a ese instrumento?
– El primer instrumento que aprendí fue guitarra y siempre bailé folklore, porque en mi casa se escucha mucha música de ese género. Cuando tenía 10 años en una fiesta a la que fui con mi familia, me llamó la atención y se me despertó la atracción por el acordeón. Como todos saben no es un instrumento barato, así que mi viejo me preguntó muchas veces si estaba seguro que me gustaba (entre risas). Al principio me costó, pero fui descubriendo que tocando encontraba mi espacio y mi momento. Hoy ya es parte de mí, no me imagino mi vida sin el acordeón.
Creo que hay algo de coincidencia o no sé cómo llamarlo, porque mi abuelo, a quien nunca conocí, tocaba el acordeón y era fanático del chamamé. Así que por la sangre debe venir algo de eso.
-¿Cómo llegó el Chango Spasiuk?
– Yo lo fui a ver una vez que se presentó en Paraná y tuve la oportunidad de cruzar dos o tres palabras con él. Recuerdo que hablamos de la marca de acordeón que usamos los dos, pero fue un ratito y quedó todo ahí. A los días le mandé un mensaje por Facebook agradeciéndole por la buena onda de esa charla y me respondió la gente que le maneja las redes, que ese mensaje se lo iban a hacer llegar. Yo dije «ya fue, no se lo muestran más».
Al poquito tiempo de eso, me llaman por teléfono a la siesta. Yo atendí re dormido y del otro lado se escucha «estás durmiendo la siesta». «No, no. ¿Quién habla?» respondí tratando de disimular mi voz de dormido (entre risas). «Soy el Chango» me dice. Yo pensaba que era una joda, no podía creer y no sabía qué hacer de la desesperación. Nos pusimos a hablar, me contó que nos había estado escuchando y arrancó a recomendarme un par de cosas. A partir de ahí es una relación constante, que es una locura para mí porque él es mi ídolo. Le pedí que me diera clases y accedió, y había días que terminaban las clases y nosotros seguíamos hablando por zoom de diversas cuestiones.
Después cuando le conté que íbamos a empezara a grabar, enseguida me dijo que les mandemos los temas. Ahí mucho la idea no nos gustaba porque teníamos miedo de lo que nos pudiera llegar a decir (risas). Con Gastón estábamos re nerviosos y las dos semanas previas a grabar nos juntamos todos los días a ensayar. Desde ahí nos da consejos de por dónde encarar diversos aspectos del tema y nos corrige cosas. Es una locura.