Las alternativas para la pobreza
(Por Hugo Schira).- El año de la pandemia y la cuarentena, la pobreza llegó al 42% y afecta a 19,4 millones de personas, según informó el Indec. Es el dato del segundo semestre del 2020; fue el 35,5% en el mismo período del 2019. En tanto, la indigencia llegó al 10,5%, el nivel más alto desde 2004. 8% anotó el año previo.
“El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 31,6%; en estos residen el 42% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 10,5% de las personas”, aclaró el informe.
Cuando un país empeora y no resuelve la pobreza y la indigencia, le quedan tres caminos por delante. Iniciar una redistribución de la riqueza a través de una revolución que ataque el régimen jurídico de propiedad imperante. O apelar al crecimiento económico y paulatina redistribución de los nuevos ingresos, mejorando hacia abajo.
Seguir en la misma senda, es la tercera variante. Pero ese atajo, tarde o temprano, termina encallando contra las dos verdaderas alternativas: revolución o redistribución.
En Argentina, a las élites que mandan en el Estado y en la economía, les quedan dos opciones: seguir como hasta ahora, gestionando el cortoplacismo con impudicia e impunidad. O empezar a crecer y redistribuir como medida cautelar de autopreservación. Para los trabajadores y el pueblo, la alternativa es hacer la revolución desde abajo o dar consenso a un plan de crecimiento con justicia desde arriba. Por ahí pasa la verdadera grieta, de la que no hablan ni C5N ni TN.