La Vela, el lugar que no termina de ser
Victoria.- El lugar bautizado como ‘La Vela’ no es otra cosa que la estructura de hierro y lona que cubre un espacio con piso mejorado, al pie de la colina sin intervención. Allí la Municipalidad invirtió un dinero considerable, pero lo cierto es que desde hace casi dos años nadie lo ocupa. Saladita le salió la joda a las autoridades, parafraseando con el corrimiento de esos feriantes que, aunque protesten, muchos no son artesanos sino revendedores de artículos varios.
Es de notar que por una elevación del terreno, hecha por personal municipal a la altura de la calle, no se favorece la circulación, y el sector en cuestión está delimitado por otro cerramiento parcial que evita el ingreso de vehículos.
Hablando en criollo, es una estructura que está ‘al cuete’, ociosa, dinero invertido que no se aprovecha, y además, está frente a la mirada de cuánto curioso se digne a preguntar: ¿Qué joraca se hace allí? La respuesta es nada.
La semana pasada hubo una reunión por este tema, participó el secretario Pedro Mansilla y el Intendente Domingo Maiocco. El tercero en cuestión fue César Samita, uno de los artesanos que comercializa mates y regionales, que no esquiva cuando se le pregunta si es él quien representa a todos allí, y responde que hay otro grupo, “el que presentó el amparo (que perdieron frente a la Municipalidad —N. de R.)”, que no levanta la bandera del diálogo que él sí intenta promover junto a otros artesanos y vendedores dispuestos a volver al lugar, para salir de esa franja frente a la plazoleta de Prefectura y el parque de juegos contiguo, para ocupar un predio que referencia le otorgó el Intendente Rubén Darío Garcilazo, y que todavía seguiría vigente.
¿Qué quiere Samita y los que están en esa línea de acuerdo? Precisamente eso, un convenio que les permita usar el sector de Las Velas, mientras se consolida una presentación que está en trámite para acceder a la concesión del lugar. Pero el entrevistado por Paralelo 32 advierte: “Es una sociedad en formación, que puede llevar tiempo. Mientras tanto nosotros podríamos estar allí. Aprovechar el lugar donde se construyeron baños y esta estructura, hasta el momento que se concrete la cesión y como allí también se concretaría una feria, poder negociar con el nuevo prestador. Si fuera que no accede, firmaremos el compromiso de retirarnos”.
Samita esgrime otras razones del porqué estar allí y no frente a la zona de Prefectura, o en otro ámbito. También habla de cómo se han tenido que ir moviendo conforme fueron cambiando los tiempos políticos, y sus anhelos de retornar a La Vela. Pero para el Ejecutivo municipal la situación no es tan simple ni se le facilitará el arribo como anticipó el feriante.
Porqué afirmamos esto, porque de esa reunión lo que se favoreció fue la escucha de una propuesta. Además, desde Paralelo 32 se llamó al asesor letrado, Eduardo Ruda, y al intendente Maiocco, para saber el tono que puede tener la futura negociación. En ambos casos se nos aseguró que se está avanzando con la futura concesión, no se les entregará el predio a los feriantes, y ese antecedente del amparo judicial presentado por estos últimos es prueba de la resistencia que marca la tensión por el lugar. Otorgar el uso momentáneo, es casi como dar un paso atrás en lo que viene siendo la postura de la Municipalidad como tal.
Los espacios públicos
El uso y sistematización de espacio públicos es una materia pendiente para esta Municipalidad. Ruda lo reconoce y advierte que está trabajando en esa flaqueza. En ese grupo de entre 30 y 40 puestos regenteados por personas de la ciudad y foráneas, “muchos dejaron de venir con la pandemia”, dijo Samita. Pero hay al menos dos posturas que pujan por la representatividad del todo. En ese plano, intentan hacer valer su visión y argumentos de porqué deben ocupar La Vela, mientras tanto, el vacío del lugar es la postal con la que muchos de los que consultan ¿Para qué? se llevan a la retina.
Según Samita, si los dejaran estar allí, generarían una circulación —ya medida en otro momento, al parecer— que está en el orden de las 4.000 personas por cada día del fin de semana y/o feriados. Para el Ejecutivo municipal, que los feriantes estén ocupando un espacio a concesionar no es alentador para el futuro adjudicatario. Los primeros defienden que eso demostraría la potencialidad de su uso, pero al parecer, no es un argumento de peso y lo desestiman.
Las cartas están echadas, pero los jugadores no blofean, se dicen de frente lo que ocurre y por el momento, más allá de las intenciones. No hay un giro trascendental en la negociación.