La nueva forma de testeo ya llegó a Victoria
Victoria.- La semana pasada el laboratorio del bioquímico Héctor Brassesco recibió de la compañía alemana Abbott un nuevo testeo para detección del COVID-19. Según ya se difundió en medios nacionales, y el propio Ministro de Salud Ginés González García lo precisó, entre las bondades de su uso aprobado por la ANMAT está la de proporcionar resultados en el lapso de 60 minutos.
Paralelo 32 consultó al reconocido profesional local sobre éste y otros temas vinculados a los hisopados que se realizan, dado que por una tercera parte del costo del testeo convencional (2.000 pesos contra los 6.000 que demanda el que está vigente), podría ser una manera de masificar su aplicación.
Más rápido que una Prueba de proteína ‘C’ reactiva o PCR (si bien no la reemplaza), ya que la vía pública está demorando entre cinco y seis días para el resultado, este reactivo —que también se hace por hisopado nasofaríngeo— podría ser un mecanismo de descarte para aquellos negativos que muchas veces permanecen aislados por contacto indirecto, con todas las complicaciones de la vida actual que esto genera.
Técnicamente a diferencia del otro método, no se pone de manifestó el RNA viral (ácido ribonucleico) sino un antígeno, “Que vendría a poner de manifiesto una estructura proteica del virus, el criterio o el fundamente sería inmunológico y no de biología molecular como es la PCR, que sigue siendo la técnica de referencia”.
A nivel internacional hay tres grandes grupos multinacionales que comercializan este tipo de insumos, uno es ROCHE también alemana, otro es SIEMENS (que además de su participación en el rubro eléctrico ahora compró Bayer), y el tercero ABBOTT, y que luchan por el mercado, en este caso para diagnóstico.
— ¿Qué tipo de resultado arrojó este hisopado donde se aplicó?
— “Aparentemente bueno, si bien el lunes fue presentado en el país luego de su aprobación por el ANMAT, pero acá la experiencia es prácticamente nula. Todo es muy reciente y por ende es complicado ser contundente en las consideraciones”, explicó Brassesco a Paralelo 32 y planteo esa posibilidad de masificarlo, sin pasar por la ficha epidemiológica y demás recorrido que sí es costoso.
Más adelante añadió: “En el caso del virus estamos todos aprendiendo, es algo nuevo para nosotros, y hemos tenido resultados divergentes: personas que fueron diagnosticadas con Covid y les intentamos hacer los anticuerpos (reacción del organismo ante un elemento extraño) que puede conferir inmunidad, eso es un tema discutible, pero si tuvo el virus debería darlos, sin embargo a algunos les dio negativo; en mi caso no ha pasado, pero hay quienes me lo han manifestado”.
Brassesco apunta como hipótesis a las técnicas y la calidad de los reactivos: “Hoy el mercado está inundado de todo tipo de reactivos chinos y algo coreano también, de distintas calidades y precios. Y por eso no sé con qué seguridad o rigor científico la ANMAT puede aprobar o no un reactivo en tan poco lapso de tiempo”.
— Algo similar ocurre con las vacunas…
— “Será un tema complejo, justamente por lo que estaba diciendo. Por ejemplo: si se lo compara con el virus de la Influenza (que produce la gripe), donde las vacunas se preparan cada año con la cepa del anterior, porque los virus tienen gran capacidad de mutación, entonces para lograr una vacuna tenés que hacerlo con un virus —o una porción del mismo—que permanezca estable”.
Es por ello que el entrevistado menciona: “No se puede decir que personas que atravesaron la enfermedad sean inmunes ahora. Eso lo dirá el tiempo”.
— Se menciona que el virus que ingresó desde China a otros países, y llegó al nuestro fue cambiando, en ese sentido: ¿Cómo puede servirnos una vacuna producida en un país con determinado tipo de virus y ya mutó o podría haberlo hecho?
— “Exactamente, el virus va alterando su estructura y es difícil asegurar que funcionará acá. Esto explica por qué se está demorando la producción de una vacuna, que ya no es como se producía antes en animales, sino que actualmente se realiza por vía molecular, en ambientes totalmente asépticos”. Apresurarse, no da garantías de éxito.
Otra cuestión interesante que acerca Brassesco tiene que ver con los rehisopados, “hace poco lo hice con dos pacientes positivo, uno a los 18 días y otro a los 17 días, y en ambos la carga viral negativizó. Eso significa que esos 14 días de la enfermedad son correctísimos”. Ahí—insiste el bioquímico—empieza a ser preponderante la determinación de los anticuerpos, “No solamente como potenciales dadores de plasma, sino que te asegura que tuviste la enfermedad. Y allí es donde nos encontramos con incongruencias. No sé si me explico”.