La Fundación LAR en su etapa intensiva de forestación en varias localidades
Crespo.- Cada 29 de agosto, desde 1900 cuando el doctor Estanislao Zeballos lo estableció en el Consejo Nacional de Educación, se celebra en la Argentina el Día del Árbol. La fecha se puso ya en esos tiempos con el único fin de concientizar sobre la importancia de cuidar las superficies arboladas, y que, a medida que fueron pasando los años, se convirtió en un llamado para alertar sobre el cambio climático y la tala indiscriminada.
Hay organizaciones que trabajan día a día en función de fomentar y contagiar ideas y acciones para el cuidado del medio ambiente a través de plantaciones de árboles. Incluso hace algunas semanas, el conocido influencer Uki Deane comenzó una campaña por Instagram con la idea de llegar a recaudar dinero para sumarse al plan nacional de plantar y proteger un millón de árboles en zonas estratégicas del país.
Y acá en nuestra región, la Fundación LAR, entidad nacida en Crespo hace un par de años, viene trabajando en diversos temas referidos a la protección de nuestro planeta desarrollando el proyecto “ArboLAR” en cada vez más localidades. Esta fundación crespense, en su corta vida, se ha concentrado en dos vectores; forestación y educación.
Durante la Semana del Árbol (del 24 al 31 de agosto) varios de sus proyectos llegaron a su etapa de concreciones y ello intensificó el trabajo de campo, como la selección de especies, adquisición, clasificación y plantación.
De esto nos habló el arquitecto Leandro Jacob, director ejecutivo de la entidad que preside actualmente Dante Bolzán. Con cada plantación se crea conciencia sobre su significado y valor social y ambiental.
“Venimos organizando desde hace bastante tiempo, con distintos actores sociales, como escuelas rurales, juntas de gobierno y otras organizaciones, el proyecto ‘Arbolar’ en general. Pero particularmente esta semana es movidita, porque empezamos con las primeras plantaciones», dijo.
Luego sumó: “Recordemos que el proyecto ArboLAR inició en 2016, pero ahí eran solamente donaciones de árboles a municipios donde la cooperativa tenía sucursales. Ahora se complejizó bastante porque hay distintas líneas de trabajo. Una es con escuelas rurales para hacerles la cortina forestal diversificada y así protegerlas de las fumigaciones, con variedad de árboles y arbustos. Otra línea es en espacios públicos, para generar lugares de encuentros; en la que trabajamos también la propuesta de «Vías Verdes», donde la idea es transformar las vías del ferrocarril abandonadas. En particular nosotros estamos trabajando con la que va de Hasenkamp a Diamante, que está abandonada hace muchísimo tiempo y promovemos convertirla en un corredor bío-cultural. Y la tercera línea es la que llamamos «Arbolar los campos», que es para trabajar con productores rurales en los campos privados y buscar armar también las cortinas forestales, acompañando además un proceso de transición hacia una producción más sustentable”.
Cabe señalar que Arbolar es anterior a la creación de la Fundación LAR, que se hizo cargo del proyecto en 2019.
– ¿Qué trabajos realizan durante la Semana del Árbol?
— El plan es hacer plantaciones justamente de árboles en distintos lugares. Pero después seguiremos en otras etapas como por ejemplo las colocaciones de arbustos. Lo que se ve de las plantaciones durante estos días, tiene detrás un trabajo importante en la selección de especies y estudiar cuáles son las mejores formas para cuidar los árboles; ya que queremos darle valor a cada plantación.
– Además participan en el Ciclo Virtual Webinars por el programa «Un millón de árboles»…
– Sí. Siempre se presentan distintas iniciativas que tengan que ver con el arbolado o con la conservación, y ahora nos toca a nosotros presentar el proyecto Arbolar ya que estamos apoyando a esa campaña nacional. Esa es otra actividad importante en esta semana movida.
“De a poco damos los primeros pasos en los proyectos a largo plazo. Desde la fundación entendemos que generan trabajo y que se vinculan mucho con la educación, porque en todas las escuelas están viendo las propuestas del proyecto. Eso ayudará a que de a poco seamos más conscientes de la realidad de nuestro territorio, cuál es nuestra flora y fauna, cuáles son los patrimonios cercanos que pueden ser potenciales para el desarrollo territorial, entre otras cosas”.
-¿Sienten que falta concientización aún?
– Evidentemente estamos en una época que atraviesa cada vez más esferas en cuanto a lo ambiental. Ya no es algo tan ajeno. Y me parece que la mejor forma de accionar es en lo local, en el territorio en el que cada uno está. Porque por ahí hay cosas que tienen que ver con lo global y quizás gastamos energías en concientizar sobre lo que pasa del otro lado del mundo y en realidad no nos damos cuenta de lo que sucede acá. Por eso vamos lugar por lugar y accionamos con las personas que están en ese espacio, ahí vemos mucho que las nuevas generaciones son las que más captan la idea y eso nos motiva a seguir trabajando. Sabemos que tenemos que sembrar una conciencia ambiental, porque hay evidencias que marcan que nos queda cada vez menos tiempo y por eso hay que actuar rápido.
— También se observa en este sentido un trabajo importante de los municipios, ¿no?
– Totalmente. Hay mucha voluntad de trabajar a pesar de los pocos recursos que tienen en algunos sectores. Estamos haciendo cosas mancomunadamente todo el tiempo, como por ejemplo el proyecto de «Vías Verdes» que, creo, en un futuro cercano se convertirá en una oportunidad de desarrollo para toda la región. Particularmente en Crespo se trabajó mucho este tema con el municipio y además aparecieron instituciones o actores sociales locales, como AFS, Crespo Bike y la Escuela Primaria 105, entre otros. Nos interesa que la gente conozca el proyecto, conozcan los árboles que se plantan, entiendan los beneficios que dan y así lograr que los cuidemos entre todos.