“Argentina pasa por muchas cosas semejantes a las de Brasil y nuestra experiencia puede ser una luz para el cambio”
Así lo manifestó Luciana Asper Valdés, Promotora de Justicia del Ministerio Público del Distrito Federal y Territorios de Brasil, quien a principios de mes visitó Entre Ríos para brindar su disertación “La corrupción un flajelo para el desarrollo sostenible” en el XIII Foro Anual | Entre Ríos 2030, organizado por el Consejo Empresario de Entre Ríos.
Luego de su disertación ante la nutrida audiencia, Asper Valdés mantuvo diálogo con Actividad Productiva y sus primeras palabras para explicar su objetivo fueron: “Este es un mensaje para los emprendedores para que entiendan que lo que vale la pena es enfrentar los problemas y no buscar una solución alternativa, la integridad es el camino necesario para la sustentabilidad de cualquier emprendimiento y si una empresa se enfrenta a la gestión de la corrupción, morirá. Por ello, es necesario que las empresas se unan en la lucha contra la corrupción”.
“La corrupción la podemos romper de dos lados, el primero: que los agentes del estado se reúsen a pedir un beneficio, un soborno, una propina para entregar alguna facilidad de comercialización. El segundo: la sociedad que se relaciona con el estado deberá decir, no pago más, no compro más ninguna facilidad. Estas posturas son capaces de romper la corriente de la corrupción; por ello, en estas disertaciones, esperamos que los empresarios se concienticen de que esta es la verdadera línea de verdad ante la corrupción”, apuntaba Asper Valdés.
“La experiencia de “Lava Jato” (considerada la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil) cambió la perspectiva de un estado que toleraba la corrupción como si fuera posible sobrevivir viviendo una situación tan terrible. Para funcionar en un sistema tan corrupto, la economía paga un precio muy alto y no hay como poder crecer en este ambiente. Es más, hoy en día, grandes corruptos con el “Lava Jato” piensan si vale la pena continuar, porque la ecuación cambió y hoy hay un risco de verdad que deriva en ir a prisión, perder bienes, ser expuesto e investigado y con claras consecuencias judiciales”.
“Antes, la impunidad nos impedía acreditar estas consecuencias y la confianza de las personas que forman las instituciones para denunciar abusos del otro lado. Con este cambio, los empresarios perciben que ya pueden buscar una forma de confiar en las instituciones y denunciar las deficiencias abusivas que afrontan”, apuntaba la Promotora de Justicia.
“Con esto digo que, la impunidad es la primer faceta que tenemos que combatir y eso en Argentina la sociedad tiene que apoyar a la fiscalía, al ministerio público independiente y con recursos suficientes para seguir adelante las investigaciones contra la corrupción.
A.P- ¿Cómo se combate cuando la corrupción está instalada en la propia gente?
L.A.V.- “La corrupción se enfrenta por distintos frentes, porque es fundamental cambiar la formación del país, si tenemos una formación que está colmada de una corrupción sistémica es inevitable salir de allí. Por ello es esencial formar personas con integridad suficiente para decir no a la corrupción; es claro que esto se basa por la educación, pero no solo de educación de los niños de las futuras generaciones es primordial, sino la educación en todos los ambientes; porque entonces cuando las empresas, las universidades, el estado abrazan esta causa como algo imprescindible y necesario para la supervivencia y crecimiento de un país sólo así cambiaremos y este cambio de mentalidad es posible”.
“En un sistema corrupto es imposible sobrevivir, los datos que tenemos hoy muestran que las empresas se van muriendo porque no tienen como competir en un ecosistema corrupto. Por dar un ejemplo, su empresa va muy bien y mañana surge alguien que tiene cierta afinidad con el gobierno; aquí la competencia se vuelve desleal, porque esta empresa afín con el estado tendrá beneficios fiscales, de permisiones, de concesiones o en licitaciones y que afectará a la empresa que no integra este ecosistema de corrupto”.
“Entonces esto es un cambio cultural profundo que hay que comenzar en algún momento, tenemos que dejar atrás los días que usamos eso como discurso diciendo “ahh el problema es cultural”, sí es cultural, pero la cultura se cambia todos los días, entonces, eso es una opción; por eso el mansaje que dejo en esta disertación es que no tenemos más espacio para soportar y creer que es normal la corrupción, porque la verdad es que las políticas públicas en un ecosistema corrupto 100 por ciento es determinada por el interés de alguien y que no es el interés de la sociedad y tampoco de los empresarios. Si nosotros no nos unimos para enfrentar la corrupción de forma estratégica y de formar personas íntegras por una decisión de cambio, no será fácil enfrentar una lucha donde todo está tomado, pero tampoco es imposible, porque Argentina pasa por muchas cosas semejantes a las de Brasil y nuestra experiencia puede ser una luz para el cambio”, puntualizaba Asper Valdés.