La calidad del agua sigue siendo buena y la obtención, dificultosa
Victoria.- Desde la municipalidad se difundieron los análisis de agua realizados por un laboratorio de Rosario que coincidían con los locales. Éstos se hicieron a partir de las dudas de varios vecinos con respecto al color y al sabor del agua. Los resultados mostraron, otra vez, que el agua es apta para el consumo humano. No obstante, hay quienes aún tienen sus cuestionamientos. En esta nota abordaremos la cuestión de manera integral y también los esfuerzos destinados a asegurar la extracción desde el río, ese gran proveedor que está flaqueando.
Las condiciones del agua de red
“Se tiene que determinar que el agua está en buenas condiciones las 24 horas del día y a cada momento que sale de la planta. No hay ninguna opción de que el agua salga a la a la red sin antes ser controlada. Desde que la planta [potabilizadora] está, tiene su laboratorio y su personal que trabaja hace años. No hay otra opción: el agua que va a la red es potable”, señaló el director de Obras Sanitarias, Sebastián Uhrig.
Sobre los análisis que se realizan en la planta potabilizadora, contó: “Dentro del laboratorio se hacen análisis físico químicos constantemente, hay guardias de 24 horas para esto. Así, los valores del agua se ajustan constantemente para largarla a la red”.
Respecto a la potabilización del agua, explicó: “Se realiza un filtrado con un sistema de filtros de arena y se utiliza un precipitante químico que hace que se acelere la velocidad de la separación de lo que serían los barros para que el agua sea transparente. Luego, se clora y se ajusta el pH”.
Asimismo, comentó que un bromatólogo, a través de un análisis, verifica la parte microbiológica del agua. Además, añadió: “Una vez al año se hace un análisis en un laboratorio que no es del lugar donde se produce el agua para verificar que los análisis que se hacen desde la municipalidad no han tenido ningún tipo de deformación. En este sentido, el análisis que se hizo en Rosario fue de respaldo. Nosotros realizamos análisis microbiológicos y físico químicos”.
También, aclaró: “Los laboratorios tercerizados te dan los resultados, pero no un diagnóstico, una conclusión. Ellos sólo ponen los resultados, pero no dicen si el agua es apta o no. El único análisis que tiene la conclusión que indica que la muestra es apta para consumo humano es el que firma el bromatólogo municipal”.
Burbujas en el agua
Nadie habrá dejado de notar que, últimamente, el agua sale casi con violencia de la canilla. La presión hace que parezca que uno se está sirviendo como una especie de soda cuando llena el vaso. Si bien en estas páginas ya nos hemos referido al asunto, preguntamos detalles a Uhrig sobre este fenómeno.
En primer lugar, el director de Obras Sanitarias aclaró que esto no afecta a la potabilidad del agua. Luego, detalló: “Tenemos una bomba nueva, con mucha presión, en una cañería que vieja, obsoleta y obturada. Estamos constantemente haciendo reparaciones de los caños de hierro. Éstos, que tienen 95 años, han reducido un 80 por ciento su diámetro por el depósito de los sedimentos”. Uhrig dijo que, aproximadamente, un 20 por ciento de la cañería de la ciudad es antigua; nada nuevo por cierto, pero necesario de recordarlo lo suficiente como para tomar conciencia.
Sumado a lo anterior, añadió: “Tenemos el proyecto de cambiar todos los caños antiguos. Esto está en el orden de los 10 millones de dólares y se está tramitando en Nación. Ésta sería la solución de fondo. Los caños antiguos nos están demandando muchísimo mantenimiento, las cuadrillas completas están abocadas a hacer mantenimiento debido a tantas roturas que se producen”. Esto último ya lo había señalado, en su momento, el anterior director de Obras Sanitarias, Carlos Braga, quien, en diálogo con Paralelo 32, había dicho que el trabajo que estaban realizando era como el de los “bomberos”, ya que iban constantemente tras la emergencia.
Obtención del agua
Sobre las obras realizadas por la municipalidad para llevar agua al pozo de toma para la obtención del vital elemento, Uhrig dijo: “La obtención está estable. Desde que las máquinas realizaron los primeros movimientos en el río, aumentó 8 centímetros y quedó estable. Esto nos da tranquilidad. El río Paraná ha estado bajando, pero el puerto Victoria subió esos 8 centímetros y quedó estable, y eso que las obras recién empezaron”.