La Caja de Jubilaciones ya es insostenible, con tendencia a empeorar
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER), emitió un informa de Diagnóstico y sostenibilidad de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos. Aunque se ha hablado e informado mucho sobre el tema y el gobernador Bordet lo abordó en su último discurso ante la legislatura, no terminan de aparecer datos para el asombro.
La Caja de Jubilaciones de Entre Ríos siempre fue una caja política, y no es la nuestra la única provincia que se excedió en beneficios demagógicos y luego se la pasó al ANSES (Menem en La Rioja, por ejemplo). Entre Ríos nunca pudo quitarse al monstruo de encima, y como si fuera poco, está pagando las jubilaciones de empleados municipales allí donde los dirigentes sindicales fundaron una caja propia.
Parte del informe
La Caja de Jubilaciones de la provincia es la gestora del sistema de jubilación especial que tienen los empleados públicos provinciales y municipales de Entre Ríos. Tiene 120 mil aportantes y 55 mil jubilados, pensionados y retirados. Esto significa que hay 2,18 activos por cada pasivo.
La tasa de reemplazo del haber jubilatorio teórico respecto del salario es del 82%, con movilidad según los aumentos salariales para el personal en actividad.
Como el sistema es de reparto (los fondos corrientes para el pago de haberes jubilatorios se financian con los aportes corrientes de los trabajadores activos), para soportar el pago de una tasa de reemplazo del 82% del salario, con alícuotas de aportes del orden del 32%, significa que se requieren 3 aportantes por cada pasivo. En este sentido, la Caja ya entró en zona de déficit demográfico.
La forma de revertir el déficit demográfico es aumentando la cantidad de aportantes respecto a los jubilados, pero aumentar los empleados públicos provinciales y municipales es inviable. Entre Ríos ya muestra claros síntomas de sobre-empleo público. La Caja de Jubilaciones de Entre Ríos tiene 120 mil aportantes (entre empleados públicos activos y ñoquis N.de R.), mientras que los asalariados registrados que se desempeñan en empresas privadas en Entre Ríos son apenas 130 mil. Esto significa que una mínima expansión del empleo público llevará a que el número de empleados públicos (provinciales y municipales) sea mayor al de empleados privados en relación de dependencia registrados.
Jubilados jóvenes
Aquí el CEER cita el informe sobre “indicadores del presupuesto 2020”, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas del CEER (IIES), donde se menciona que existen actualmente 86 empleados públicos (provinciales y municipales) y 95 empleados registrados privados por cada 1.000 habitantes.
Cerrada la vía de aumentar los aportantes, hay que mirar la dinámica de los actuales jubilados y los próximos a jubilarse. El 48% del total de los jubilados y pensionados son menores de 60 años de edad. Y 16% son menores de 50 años, según datos tomados de la Caja de J y P de la provincia.
Hay tendencias que agravan el panorama, aunque el CEER no lo dice, por tratarse de un objetivo informa técnico. Pero, al analizar la evolución de la distribución etaria, se observa que los que más crecieron en los últimos años fueron los jubilados y pensionados de la franja entre 51 y 60 años, seguidos por los que tienen entre 41 y 50 años.
Otro dato que carece de lógica consiste en que el haber medio de jubilados y pensionados es de $ 42 mil, y el del aportante (activo) es de $ 39 mil.
Una ecuación insostenible
La población de Entre Ríos para el 2019 se estima en 1.373.270 habitantes y la cantidad de Jubilados y pensionados es de 55.174. En promedio anual desde 2010 la población de Entre Ríos creció al 1,04% mientras que el total de Jubilados y Pensionados triplicó la tasa anual de la población, creciendo al 3,8% anual.
Lo anterior significa que la tasa a la que crecen los jubilados es mucho mayor a la que pueden crecer los aportantes, pero, además, los nuevos jubilados van a vivir mucho más porque son cada vez más jóvenes.
En la Argentina, a los 60 años de edad, las personas tienen una expectativa de vida de 24 años. Si más de la mitad de los jubilados se jubila antes de los 60 años, quiere decir que la mayoría va a cobrar durante 30 años o más. Si los activos de la Caja aportan entre 25 y 30 años promedio para jubilarse, la dinámica demográfica hace que el financiamiento de la Caja de Jubilaciones sea insostenible.
Déficit
En el año 2018, este déficit fue de $7,8 mil millones de pesos. Parte de este déficit es financiado por ANSES, donde se estima que las transferencias por este concepto habrían sido de $3,2 mil millones. Así, entonces, el déficit prestacional de la Caja (estimado) ascendió en el 2018 a $4,6 mil millones o 23% del pago de las pasividades.
Por estos días, la Caja recibió nuevamente una partida de dinero del Anses, en base a pacto firmado por el gobernador Bordet con el gobierno de Mauricio Macri, aún vigente.
El gobernador Bordet, en el mensaje del presupuesto 2020, expresó su preocupación por la senda de crecimiento que manifiesta el déficit previsional en los últimos años, que tiende a agravarse en los próximos. Al comparar la evolución del gasto en personal y del déficit del sistema previsional en el período 2014 – 2020, a valores nominales, surge un incremento cercano al 370% para el primero y 570% para el segundo.
Esta situación ha significado que el déficit del sistema previsional tenga un peso cada vez mayor en la estructura de gastos corrientes de todo el Estado provincial: en el Proyecto de Presupuesto 2020, el déficit de la Caja (estimado en $13.500 millones) representa un 11%, del gasto público provincial, cuando a comienzo de la década era de 8%.
Para envidia del Primer Mundo
Un dato más de muchos que aporta el extenso informe: La edad de jubilarse en la Caja de Entre Ríos es de 57 años para las mujeres y 62 años para los varones, con menor edad para ciertos regímenes especiales como, por ejemplo, los docentes que se jubilan a los 53 y 57, respectivamente. Mientras que en el régimen general nacional, que se aplica a los trabajadores del sector privado de Entre Ríos, estas edades son de 60 y 65 años, respectivamente.
Y otros: El haber inicial de jubilación es el 82% del promedio de remuneraciones de los últimos 10 años y la movilidad posterior se realiza con el criterio de los aumentos salariales para el personal en actividad.
Merece observación también la “Pensión por sobrevivencia”. Cuando fallece el titular de la jubilación, los familiares reciben el 75% del haber (75% del 82% = 62%; una pensión asimilable a la jubilación del régimen general). La pensión se distribuye en proporciones entre los diferentes miembros de la familia extendida del beneficiario; cónyuge o cónyuges (si hay más de una) e hijos, e incluso pueden acceder excepcionalmente al beneficio nietos y padres a cargo. Los beneficios parecen no tener fin.
Estas reglas hacen que en ciertos casos el beneficio sea prácticamente hereditario para la familia. Por ejemplo, cuando alguno de los miembros es excluido del beneficio por no cumplir con algún requisito, el resto acrece su participación en el beneficio; los hijos y nietos pueden acumular pensiones de sus progenitores; la viuda que contrae nuevas nupcias deja de percibir la pensión, pero puede pedir su restablecimiento si se divorcia de su segundo cónyuge. Si vuelve a formar pareja pero opta por no formalizar la unión, no tendrán inconvenientes en seguir percibiendo el beneficio.
Central y descentralizados
Los organismos que conforman el universo de activos y pasivos de la Caja son:
Administración Central, Cámara de Diputado, Cámara de Senadores, Poder Judicial, Dirección Provincial de Vialidad, Policía de Entre Ríos, Servicio Penitenciario, Consejo General de Educación, Nuevo Banco de Entre Ríos, Instituto Autárquico Provincial del Seguro, Túnel Subfluvial, ENARSA, IAFAS, IOSPER, Ente Autárquico Pto Diamante, Ente Autárquico Pto Concepción del Uruguay, EPRE, CAFESG, Obra Sanitaria Municipal de Concordia, Instituto Portuario Provincial, Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda y 58 municipios adheridos más 18 municipios con cajas propias a los que se les abona a los jubilados existentes al momento de la conformación del sistema propio.