Imágenes del presente con aire nostálgico de pasado
Victoria.- Desde hace al menos tres años la cancha de pelota/paleta y patio La Magnolia, del ex jockey Club local, está a la venta y su deterioro avanza inexorablemente. Este emplazamiento del llamado Casco Histórico posee el máximo grado de protección, pero eso no le asegura ofertas ni parece alentar su rescate por otra entidad pública o privada con espalda financiera.
Hace tiempo la ONG Identidad fue una de las últimas que posteó en su sitio de Facebook un detalle sobre este espacio de Bartoloni casi Alem. Allí entre otros, intervino en los comentarios la nieta de Ángel Balbi, lamentándose por la falta de mantenimiento del lugar que supo construir aquel, mencionado que primero construyó la cancha y luego el club.
Sin dudas la influencia vasca se denota en la cantidad de canchas de este deporte que aún se pueden encontrar en esta ciudad. No sabemos si fue la que más canchas de pelota vasca tuvo por habitante, pero si así fuera, muchas han sido demolidas por la falta de mantenimiento, entre otras razones. Ésta, en cambio, enfrenta el desafío de la espera, sus muros sólidos y sus interiores en madera trabajada llevan el sello del propio Balbi, quien ad honorem elaboró el proyecto y estuvo en la dirección. La cancha —según Identidad— fue inaugurada durante la presidencia del Dr. Mastrángelo, y allí se disputaron campeonatos locales, provinciales y nacionales.
Consignada como una de las mejores canchas del país, hay un espacio libre donde según menciona la nieta de Balbi, su abuela plantó esa Magnolia, cuya sombra favorecía encuentros sociales varios. También con el tiempo existió allí una suerte de pub que reflotaba su nombre, pero nada de eso sirvió para recuperar la fachada y el interior de la cancha. Ni siquiera la puesta en valor del edificio del Jockey, contiguo a esta edificación.
Sobre la obra
“Posee un espacio interior único y en uno de sus extremos un entrepiso que balconea hacia el espacio de doble altura. La fachada se alza con un estilo Tudor de ladrillo enrasado. Se destaca el acceso por un volumen saliente de líneas curvas enfatizada por el balcón de hormigón acompañando este movimiento, se destacan las ménsulas que los sostienen y la baranda horadada; el remate superior del volumen con pequeñas torrecillas típicas de ese estilo. Los aventanamientos de puerta central y dos laterales se corresponden en ambos niveles. A ambos lado se repite el mismo diseño de aberturas con un remate de torrecillas. La cubierta de la cancha es de cabreadas metálicas y cubierta de chapa a dos aguas; y en la cumbrera, equidistantes, tres lucarnas que proporcinan más luz al interior. Sobre la medianera norte se desarrollan los vestuarios, con ladrillo enrasado y cubierta del mismo estilo»
Dice que bajo la Magnolia declamó sus versos Gaspar L. Benavento, incluso subiéndose a su cantero de contención.
Durante las últimas décadas del Siglo XIX y las primeras del Siglo XX, se puede leer en el desaparecido semanario La Semana, la gran pasión popular era la pelota vasca, devenida posteriormente en la modalidad argentina, la pelota a paleta.
Alcanzó este deporte tal expansión que varios «pelotaris» venían desde el extranjero a demostrar su talento, y nuestra ciudad llegó a tener destacados jugadores y hasta un campeón mundial.
Que Victoria fue una número uno en el deporte, no caben dudas, si no, basta con repasar la siguiente lista, realizada por el recordado Adolfo Mittelman, practicante del deporte, para una muestra del Museo Carlos Anadón.
Canchas abiertas: Del Quinto Cuartel, Leon Aldama (Guzman), Rene, Badaracco, Regino González, Cancha Grande, Chiluja o Yone, Abadía (más de dos o tres), Cancha chica, Padularrosa o Primo, Perez-Basualdo, de Pais o de Páez, Alonso, Casa Parroquial, Rowing, en San Juan y Larrea (derrumbadas).
Canchas Cerradas: 25 de mayo, Jockey Club, El Porvenir, de Pipa.
Canchas Particulares: Horacio Guaita (suburbio Este), Familia Reggiardo (Pajonal), Dr. Franciso Pedemonte (Chacra rotonda).
Canchas en el departamento (abiertas): En Quebrachito: Alarcón, Navoni; en Laguna del Pescado: Broin, Camejo/ Taborda, Cesarego, Mostafa (Dr. Andrés); en Rincón: Buldain, Francisco Accinelli, Juan Silva; Rincón Norte: Nuñez; Chilcas: Tago Leiva; Montoya: Bartolomé (Liprandi y Giménez); Pajonal: Arreche, Ángel Sobrero (ex campo Ferro); En Rincón del Doll: Diez-Denis, García; Molino Doll: junto al puente; Antelo: Spada, Sánchez; Ramblones: Familia Brassessco (demolida); En Pueblito: junto a la curva de la telefónica; Victoria suburbio: Guridi (Balbi y Risso)
Una foto para la nota
Semanas atrás, Luis Weber nos comentó que pudo acceder al interior de la cancha del ex Jockey para contemplar esa belleza desgastada, ajada, olvidada, que no hizo más que provocarle nostalgia, curiosidad por quién puede hoy tomar la posta de recuperar ese edificio, si es que todavía se está a tiempo de lograrlo. ¿Sería para una cancha? Un espacio de reunión, un bar temático, ¿qué se le puede cruzar por la mente a un inversor cuando divisa semejante estructura? Y luego, ¿qué trabas tendrá al momento de intentar ponerla en valor? Todos los recuerdos de un tiempo pasado no suelen cotizar en la misma línea de quienes ven allí un negocio. Ocurrió con el Cine Teatro, que si no lo hubiera comprado la Municipalidad, hoy quizás sería un supermercado, o una tienda, no lo sabemos. Sí recordamos a que los inversores que aparecían no les interesaba demasiado ese aspecto arquitectónico e histórico que tanto peso puede tener en este tipo de circunstancias. En fin, el tiempo pasa, y tanto la cancha como la magnolia siguen estoicos a la espera de una buena noticia, o un inversor con algo de sentido común.