Helmuth Weinbaur: “En nuestra empresa hicimos muchos trabajos originales”
Crespo.- Helmuth Weinbaur es un empresario de nuestra ciudad -ya retirado de la actividad que hoy continúa la tercera generación-, heredero de la empresa metalúrgica y luego concesionaria de maquinaria y tractores Weinbaur y Wollemberg, que habían desarrollado su padre, Augusto Weinbaur y don Otto Wollenberg. En 2016 se cumplen ochenta años desde que su padre comenzó con su tornería y metalúrgica en Lucas González. Weinbaur logró concretar importantes trabajos que le dieron el reconocimiento entre clientes y profesionales. A lo largo de una extensa entrevista, acompañado por una cantidad de fotografías de época, el entrevistado desgranó parte de su biografía y muchas anécdotas sobre Crespo, especialmente en sus años de juventud. Además es un reconocido ajedrecista con innumerables participaciones en torneos y competencias a nivel local y provincial.
Los primeros tiempos
De hablar rápido y atropellándose los recuerdos en su memoria como pretendiendo salir a la luz todos juntos, Helmuth, como lo conocen todos sus amigos, comenzó mencionando datos de su padre. “Tengo una foto de mi padre del año 1935, en un club de fútbol en Buenos Aires, el “Barracas Schule”. Al año de esa foto se vino a Lucas González. Papá era tornero. No había trabajo en Buenos Aires en esa época, había colas ‘de 200 torneros’ por un puesto. Yo nací en junio de 1939. Hay una foto de mi viejo conmigo cuando yo era chiquito, en la casa que tenía a la entrada de Lucas González, todavía está el galpón viejo. Mi padre era del año 10. Se vino muy joven a Lucas González. Las hermanas no se adaptaron al país, se volvieron a Alemania y las agarró toda la guerra”.
– ¿Sobrevivieron?
— Sí, sobrevivieron. Vinieron después cuando se pudo traer gente, papá les hizo los trámites. Tengo una foto cuando él tenía 17 o 18 años, llegó a la Argentina con esa edad. Papá vino a Crespo en 1946. Pero estaba en la Argentina desde antes, eran los años treinta, tiempo de crisis.
– ¿Estuvieron en Lucas González y luego vinieron a Crespo?
— Estuvimos diez años en Lucas González. De esa época recuerdo que en la inauguración de la fábrica de aceite en Lucas González, el gobernador Maya me regaló dos caramelitos, se los daba a todos los chicos. Después, mi papá le hizo los primeros tanques de almacenaje a Sagemüller y se vino a Crespo. A Vizental (importante frigorífico de Ramírez) le llegaron unas máquinas de Norteamérica y les faltaba una mezcladora. Fui en Entre Ríos el primero que le armó la máquina y copié la mezcladora de una americana. Al mismo frigorífico, cuando empezaron a exportar sesos, les fabriqué la partidora de cabezas, para sacar el seso a los vacunos.
– Tenía antecedentes familiares de innovar y hacer grandes trabajos.
— Mi abuelo materno, Lehman, hizo 100 carros rusos y le ganó por tres en un año, a un fabricante de Aldea Protestante.
Empresa para empresas
– Debe haber sido don Otto Schlotahuer. En su taller de carpintería de Protestante se fabricaban carros rusos.
— No estoy seguro, creo que don Otto era carpintero y no fabricaba carros.
_ Es un dato histórico que nosotros tenemos, proporcionado por la familia.
— Puede ser. Nosotros hicimos muchos trabajos originales para empresas de la zona. Son trabajos realizados entre los años cincuenta y los sesenta. La primera mezcladora americana que vino la hice marchar en la primera fiesta de la avicultura (en 1959, N. de R., cuando aún no era fiesta nacional). El primer tractor con ruedas de goma que llegó a la zona (muestra una foto, N. de R.) fue del presidente de la cooperativa, don Juan Heinze. Fue el primer tractor engomado, que lo entregamos nosotros. En ese momento, éramos subagentes concesionarios de maquinarias de la firma Pascaner, de Paraná. Hasta entonces eran tractores de rueda de hierro. (Más o menos por la misma fecha adquirió un tractor con cubiertas de goma una familia Weiss, de Crespo-Campo. N de R.)
Tengo una foto de mi padre con una soldadora eléctrica. Esa foto fue a la empresa Siemens alemana, porque papá fue el primero que tuvo soldadora eléctrica en Entre Ríos. También hicimos e instalamos una fábrica de papel a base de la pulpa del lino, con la familia Verstratten de Anchorena. Éramos muy amigos.
– ¿Dónde fabricaban el papel?
— En un local entrando en la zona de Cerrito. Después de esto, el gobernador Uranga (Raúl Lucio, gobernador de Entre Ríos, entre 1958 y 1962, N. de R.), habló con mi papá y otras personas, porque le llamó la atención la inversión. El papel que se hizo primero fue con pulpa de celulosa importada, pero después se hizo con fibra de lino. Uranga nos ofreció apoyo. Yo estuve buscando terreno, incluso, pero al final no nos animamos a continuar con la inversión. Fue en la época que Uranga dio muchos créditos para la fábrica de aceite y otras empresas.
– Si, quería impulsar la industria entrerriana, también hubo crédito para una azucarera en Victoria que empezó a hacer azúcar de remolacha y después cerró.
— A esa le hicimos el primer tractor especial para aporcar el primer lote de remolacha azucarera que se plantó para eso. Vino un ingeniero uruguayo que me dio las medidas específicas porque el tractor debía tener una trocha especial y neumáticos finos. Le conseguí las gomas traseras de un tractor Hannomag modelo 35 y las adapté, al eje delantero lo ensanché y también le puse ruedas angostas. Le hicimos muchos trabajos al ingenio.
– ¿En qué año dejaron la metalurgia y pasaron a ser agentes de tractores?
— Seguimos haciendo trabajos metalúrgicos siempre. Fuimos subagentes de Pascaner de Paraná, trajimos los primeros tractores Fahr. En 1954 papá vendió el primer Fahr, lo sacó de Pascaner y lo paseó por todo Paraná para ir a la pensión donde yo estaba, porque estudiaba en la escuela industrial de Paraná, y me lo mostró. Después, en 1964, tomamos la agencia de Deutz, hasta el 1974. Vendimos cientos de Deutz. Hace poco murió don Spessot, que tenía un tractor Fahr modelo 45. Hace unos tres años me envió una carta donde contaba que por esa fecha, hacía como cincuenta o sesenta años, no me acuerdo bien, mi papá y don Otto le entregaron ese tractor. Lo tienen al Fahr 45 todavía. Los tractores siempre me gustaron. Tengo un libro que muestra una colección de mil tractores que se han hecho en el mundo, de todas las marcas. Está en castellano y se editó en Alemania.
Otras invenciones
– ¿Hizo algunas invenciones?
— Yo inventé la primera válvula automática de bebederos para pollos, con una palanquita de inodoro y le hicimos una adaptación que regulaba la abertura con el nivel del agua. Debíamos hacer muchos trabajos con rapidez y precisión. Recuerdo que a la empresa de colectivos San José, de Furno, se le rompió la cañonera en Hernández o Aranguren a un colectivo, en camino de tierra. La sacaron, me pasé la noche soldando y al día siguiente salió y a la mañana el colectivo hizo su viaje a Paraná. La primera prensa hidráulica la tuvimos nosotros en Crespo. También trabajé en una peladora de pollos. Yo le hice todos los ejes a don Roberto Bernhardt, que era un hombre muy inteligente y él fabricó y armó los lentes para un aparatito de sexar pollitos bebé. Después vino la era de los parrilleros a Eichhorn les vendimos dos motores grandes con grupo electrógeno, para que tengan energía cuando se cortaba la luz. Por aquella época tampoco había electrificación rural.
– ¿Dónde estudió para aprender su oficio?
— Estudié en la Escuela Industrial de Paraná, entre 1953 y 1956, cuando estaba en la que luego sería la fábrica de fósforos, donde ahora están haciendo un shopping. Con mi profesor, el finado Schroeder, hicimos una bocha de bronce que está en la aldea San Rafael, en la iglesia. La habíamos cromado en el taller de unos artesanos de apellido Kruger, de Paraná, y todavía está ahí.
El auto de Helmuth
Armaron un mini-automóvil en su taller
— Esta es una foto del auto que armé. La parte de la chapa la hizo don Eleuterio Sacks, el tapizado don Alejandro Lindt, y lo pintó don Luis Jacobi (padre) con pintura verde que nos dieron los Furno, que era el color de sus colectivos. Fue el primer auto en Entre Ríos con motor que hice yo, entero. Hice dos motores enteros. El carburador se compró, el encendido también, era con piezas compradas; pero la carcaza y las demás partes las fabriqué y armé yo. Con ese autito inauguré una carrera en el Parque Urquiza. Nosotros fuimos los primeros que hicimos papel en Entre Ríos y motores.
– ¿Le pusieron algún nombre al auto?
— No. Tenía grabadas unas doble ve por Weinbaur y Wollemberg. Don Otto Wollemberg me ayudó, era muy inteligente para esas cosas.
– ¿En qué otras cosas trabajó?
— Fabricamos las primeras incubadoras para las plantas que había en Crespo. La primera que hicimos fue la de Falck, yo fabricaba los ejes y Don Roberto Bernhardt las hacía, en los años sesenta. Con don Roberto también hicimos la primera sexadora de pollitos, yo lo ayudé con la tornería. Hicimos una piecita de aluminio y dentro debía colocar unos cristales, se metía por la cola del pollito BB y se debía ver un órgano para saber si era macho o hembra. Cuando teníamos todo listo, aparece don Roberto con una caja de pollos para sexar usando la máquina para ponerla bien a punto.
Empresa doble W
– En una edición vieja de Paralelo 32 teníamos la foto de una cámara hiperbárica fabricada por don Roberto (fundador de la tornería de calle Moreno). Era capaz de fabricar lo que le pidieran.
— Si, era un hombre muy inteligente y con mucha paciencia.
_¿Cómo se conocieron su padre y don Otto Wollenberg?
— Wollemberg había estado en el acorazado Graf Spee (Nota de Redacción: Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial ese acorazado huyó hacia el Río de la Plata perseguido por barcos de la flota de guerra británica, e ingresó en aguas jurisdiccionales de Argentina y Uruguay. Su capitán hundió la nave y se suicidó. Previamente, el personal había bajado a tierra y un grupo fue trasladado a la provincia de Córdoba. En ese grupo estaba Wollenberg). Don Otto quedó en Argentina y los llevaron a todos los marineros a Córdoba. Allí, zona de Va. Gral. Belgrano, se decidió que los que no estaban casados serían trasladados de vuelta a Alemania porque el país estaba en guerra y los necesitaba.
La mayoría se casaron con maestras y morochas. Don Otto y otro marinero, se van a esconderse en La Cumbrecita. Estuvieron como un mes escondidos. Yo conocí a la mujer que les daba de noche comida en La Cumbrecita. Con un auto de alquiler se vinieron desde Córdoba, vinieron medio escondidos para que no los descubrieran. Don Otto empezó a trabajar con papá, que luego lo asoció con una participación cuando hicieron tanques de almacenamiento para la empresa Sagemüller. Wollemberg fue un segundo padre para mí, desde que era chiquito en Lucas González.
– ¿Conoció personas de trayectoria fuera de su actividad?
— Tengo una foto con Hernán Figueroa Reyes (1936-1973, famoso folklorista argentino, N. de R.) cuando estaba con el grupo folklórico Los Huanca Huá. Estamos varios amigos junto a él, que ya era muy famoso. Estaba en Paraná y se vino a Crespo a comer pollos parrilleros en lo de Doña María Schmies, porque en Paraná le habían dicho que esos pollos había que comerlos acá, al spiedo, en lo de doña María.
Quién es
Helmuth Gustavo José Weinbaur tiene 77 años, nació en 1939 en Lucas González. Pocos años más tarde la familia se trasladó a Crespo. Es hijo de Augusto Weinbaur, inmigrante alemán, que junto a su compatriota Otto Wollemberg, desarrolló la empresa metalúrgica y concesionaria de maquinaria agrícola Weinbaur y Wollemberg. Tiene un hermano, Oscar, y tuvo una hermana, Érica, fallecida. Con Oscar continuaron juntos la actividad de su padre, asociados con Wollenberg.
El entrevistado está casado con Mirta Gassmann; tuvieron tres hijos, Helmuth (h) quien continúa la empresa familiar junto a su primo Germán, hijo de Oscar; Betina y Sabina.
Ajedrez
– Ud. también jugó y juega ajedrez.
— Si, y una vez jugué con Bobby Fischer (1943-2008; gran maestro de ajedrez y campeón mundial entre 1972 y 1975. Obtuvo el título al vencer al soviético Borís Spaski en el denominado «Match del Siglo», realizado en Islandia) en Paraná, cuando vino a jugar partidas simultáneas, en 1971.
El escribano Guillermo Seri me llevó. Tengo firmado por Bobby Fischer el tablero con el que jugué. A Seri lo habían nombrado interventor en la Federación Entrerriana de Ajedrez y me puso de secretario.