Entre Ríos se prepara para una nueva evaluación de las pruebas PISA
Como parte de un abordaje internacional, que comprende a nuestro país entre los 37 participantes, en el mes de septiembre se llevará adelante en 13 escuelas de Entre Ríos las pruebas de evaluación estandarizada de alumnos en matemáticas, ciencia y lectura que promueve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económica (OCDE) en América Latina y el Caribe bajo la denominación PISA (Programe For International Student Assessment).
Paralelo 32 tuvo oportunidad de dialogar con la coordinadora provincial Prof. y Lic. en Ciencias de la Educación, a punto de doctorarse en Cs. Sociales, Lorena Colignon, sobre los alcances de esta edición 2022, que por primera vez desde su aplicación en Argentina en el año 2000, será de manera virtual, y les permitirá a las escuelas quedarse con el equipamiento informático que se utilice para esta instancia, una vez finalizada la evaluación.
“La jurisdicción Entre Ríos hace muy poco en relación al ‘qué’ de la cuestión, más bien lo que hacemos es de corte aplicativo, para garantizar que se cumplan las condiciones de instrumentación metodológica, lo más transparentemente posible”, comenzó expresando Colignon a nuestro medio, y dijo que ya están trabajando líneas de capacitación en los perfiles que trabajarán en las instituciones involucradas.
Argentina viene participando de distintos estudios regionales e internacionales de manera regular, puntualmente en 2021 y 2020, en el marco del plan nacional de evaluación educativa, se establecieron otras pruebas más amplias y que consideraron otros aspectos que no se venían contemplando —añadió la entrevistada— y mencionó las pruebas ERCE (Estudio Regional Comparativo y Explicativo) que miden niveles de desempeño en relación a otros países.
PISA como prueba internacional de tipo muestral, precisamente trabaja sobre una muestra de estudiantes que en Argentina involucrará a 15.000 estudiantes de 467 escuelas, “en Entre Ríos alcanzará a 13 escuelas (no contempla ninguna de Victoria —N. de R.), tres de ellas privadas, una de Adultos, otra de UADER, y dos agrotécnicas”.
En el detalle de departamentos involucrados figura Maciá, Concordia, Federal, Gualeguaychú, Feliciano, La Paz, Paraná (ciudad privadas, y de María Grande), Rosario del Tala, Concepción del Uruguay, Villaguay.
Las edades en este caso comprenden a jóvenes de 15 años, que los hayan cumplido entre el 1º de julio de 2006 y el 30 de junio de 2007, “no interesa qué año estén cursando, como en otras evaluaciones”.
Qué se tendrá en cuenta
“Lo que se está mirando es la capacidad de transferir estos saberes en matemáticas, ciencias y lectura a otros contextos de uso, dentro y fuera de la escuela. Es decir, no centra la mirada en selección de contenidos que sean aislados; y para abordar cada capacidad lo que hace PISA es combinar distintas áreas, para indagar en los procesos de pensamiento de los estudiantes en esta edad, y sobre todo, dónde se aplican”.
Comprensión de consignas, recuperación de algún tipo de aprendizaje de saberes o conceptos de otras áreas, y qué hacen con ellos. “O si en relación a una consigna que contenga estos elementos, estructurar la elaboración de una respuesta; si la pueden exponer de manera acabada, entre otras dinámicas que se pueden presentar”, precisó Colignon.
Cada tres años Argentina viene participando en esta evaluación, y solamente en 2003 no se llevó adelante desde su implementación en el año 2000. La última referencia fue 2018 oportunidad donde se focalizó en la asignatura Lengua. “Este año se focalizará en Matemáticas, y por ende habrá más consignas vinculadas a esa área”.
— Pensando en todo lo que viene atravesando el proceso educativo como tal, ¿hay algún ítem vinculado a la pandemia?
— “Sí, en lo que se evalúa, como parte de los documentos que maneja la Secretaría de Educación de Nación, el cuestionario tiene entre 4 y 5 ítems donde los primeros tienen que ver con los logros de aprendizajes en relación al desarrollo de competencias para la vida en ciencias, lectura y matemática, evaluación que será de corte cognitivo; además de un cuestionario que será suministrado a los estudiantes sobre sus trayectorias educativas, los entornos familiares y escolar, donde seguramente allí se vea reflejada esta situación de la pandemia por Covid 19. Otro punto involucrará la familiaridad con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC); por otra parte se entrega un cuestionario complementario que se completa a nivel de las escuelas, focalizado en las condiciones de enseñanza y prácticas educativas, para luego establecer los niveles de desempeño (que van del 1 al 6) a partir de un cruce entre la situación de los estudiantes y el contexto escolar, familiar, recursos, tipo de práctica, personal docente, etc. En Argentina hemos estado generalmente en los indicadores más bajos, si bien de 2006 a esta parte algunos porcentuales se han mejorado”.
— El término ‘competencias’ se escucha cada vez más recurrentemente al momento de considerar los aprendizajes, y PISA parecería ponerlo de relieve por lo que se puede notar a priori, ¿cuál es el horizonte en tal sentido?
— “Estamos en algunas encrucijadas sobre todo en cuestiones más pedagógicas, en términos de qué implica ser ‘competente’ y otros conceptos que vienen de otras perspectivas un tanto más tecnocráticas en relación a las habilidades y capacidades. PISA al ser una prueba estandarizada, muestral y comparativa de aprendizajes y competencias a nivel de países, a partir de estudiantes en esa edad escolar descripta, y por ende es complejo al tiempo que amerita tener cierta claridad hacia dónde vamos y de dónde vienen cada uno de los datos. Nosotros en términos de política educativa, mirar en relación a lo que acontece en las aulas y poder acompañar los procesos y trayectorias implica poder también acompañar la construcción de saberes y conocimientos que van un poco más allá de la capacidad o competencia que tiene el estudiante para hacer tal o cual cosa. Por ende tiene que ver con un juicio y un pensamiento más crítico que se corre de la esfera de lo meramente competente, entendido de manera individual”.
— ¿Qué pasa en la región, teniendo en cuenta vecinos como Brasil por ejemplo, país que ha significado toda una revolución en relación al pensamiento educativo mundial, y cómo se posiciona la Argentina?
— “Si se considera todas las ediciones que ha tenido PISA, desde 2006 la Argentina se mantiene prácticamente igual en matemáticas, por ejemplo. Hay un rango —medio— que marca el punto promedio por debajo o por encima (que son 402 puntos) y nuestro país viene en 379 a 381 puntos; en ciencias también ha mejorado, de 391 a 404; y en lectura también hubo mejora, y por esto ahora se mide matemática. Si bien no nos ubicamos dentro de los países de mejores resultados, ha mejorado el desempeño hacia esa media. Y de 2006 a 2012 la Argentina mejoró 14 puntos. Y entre 2012 y 2018 se mantuvo relativamente estable.
En estas mediciones también se advierten estudiantes que antes tenían un nivel de desempeño 1 (uno), que es el mínimo, hasta por debajo incluso, y ese nivel es el que se superó. También hubo incrementos en el nivel 3, que es medio/alto.
En cuanto a la región nuestro país está en similitud con Brasil en 2018, y están por encima vecinos como Chile (440 puntos) y Uruguay, en número similar al promedio de los países que conforman la OCDE, que son alrededor de 80 países. Y por debajo de Argentina se ubican Panamá o República Dominicana.
Sobre el final, Lorena Colignon advierte que estos resultados PISA son una “fotografía del sistema en determinado momento, y bajo determinadas condiciones, pero no alcanza a decir lo que acontece en las aulas ni a nivel de cada una de las instituciones ni los contextos y particularidades de la región y los departamentos involucrados”.
Informe
Se puede consultar el informe último en el sitio oficial del Ministerio de Educación de la Nación, donde se pueden advertir la marcha de esos niveles de desempeño van variando en determinados momentos y políticas educativas. “PISA representa determinados desempeños en algunos umbrales que pone en relación al mínimo de competencias que se espera para los estudiantes en determinadas áreas, ayuda o complementa determinadas decisiones nacionales e internacionales, y en Argentina desde 2006 a partir de la Ley de Educación Nacional, programas y proyectos que van a la par de líneas de acción que focalizaron en la educación secundaria, sea en formación docente, recursos o accesibilidad a este nivel obligatorio, permite hacer otras lecturas, que lejos está de describir lo que pasa en el aula y lo que marcan los diseños curriculares de la provincia, y mucho menos a partir de la situación extraordinaria que atravesamos en este tiempo”.