El peligro de las antenas de base 4G y 5G, la nueva tecnología
A través de una disertación realizada vía Zoom y por un canal de Youtube, el doctor Rodolfo Touzet, experto en emisiones electromagnéticas, explicó esta semana los graves peligros para la salud humana que implican las emisiones descontroladas de ondas electromagnéticas a través de celulares y sistemas inalámbricos. Señaló que resulta imprescindible avanzar hacia un control severo sobre las emisiones, de la misma manera que a nivel mundial se controlan las emisiones de radiaciones ionizantes, como la radioactividad, rayos X, rayos gamma, radioisótopos, actividad nuclear, entre otras ionizantes.
En su disertación, a la que siguió el intercambio con los asistentes que realizaron preguntas, Touzet se refirió al efecto de los Campos Electromagnéticos (CEM) en la salud; mostró resultados de estudios epidemiológicos, en laboratorios y sobre animales; y el peligro de las antenas de base 4G y 5G. Además, repasó las normas internacionales y las recomendaciones para afrontar los desafíos de la comunicación inalámbrica para la salud humana.
Ondas electromagnéticas
El objetivo de la charla fue hablar de las radiaciones electromagnéticas y cómo protegerse. Aclaró que en la naturaleza desde siempre hay radiaciones electromagnéticas, que son campos eléctricos y magnéticos entrelazados e interactuantes. En un medio biológico (por ejemplo, el cuerpo humano) existen moléculas cargadas eléctricamente, como enzimas y proteínas. La radiación externa puede generar interacciones con esas moléculas, esas interacciones generan cambios y esos cambios pueden llevar a daños en el cuerpo. Es lo que muestran las investigaciones sobre los efectos de esas radiaciones.
Los campos electromagnéticos naturales, debidos a la radiación cósmica, por ejemplo, “no son pulsados, no son polarizados y son de intensidad muy baja, de doce órdenes de magnitud inferiores”. Cuando llegó la era digital con wi fi y antenas, se empezaron a emitir campos pulsados y polarizados, de altísima intensidad “y esto es lo que cambió las cosas”, subrayó Touzet.
Lista de daños
“Hay estudios que muestran cuáles son los daños, que pueden incluir una cantidad muy grande de efectos, como cánceres cerebrales, de tiroides o de colon; aumento en Alzheimer que puede aparecer a edades más tempranas, daños al sistema inmunológico que puede estar inhibido de actuar; cambios en la expresión genética de los genes; deterioro cognitivo; autismo; daños en el ADN; algo nuevo, que es la osteoporosis; abortos espontáneos; cambios en la calidad de los espermatozoides; entre otros”.
Agregó que estos daños están comprobados y hay numerosa información bibliográfica “disponible para cualquier persona que la pida”.
“No tenemos un sistema de control, es necesario establecerlo, lo grave es que la gente desconoce los riesgos a los que está expuesta y los que se ocupan de la protección son empresas comerciales cuyo objetivo básico es el negocio”, destacó Touzet.
Antenas 5G
Touzet aclaró que la nueva tecnología que se viene imponiendo, la tecnología 5G, tiene emisiones similares a los campos electromagnéticos internos del cuerpo humano, llamados campos endógenos.
Esos campos endógenos se producen en células humanas “que vibran”. Una carga eléctrica en movimiento genera un campo electromagnético, aclaró Touzet y señaló que “los campos electromagnéticos endógenos pueden ser reforzados o anulados por un campo magnético externo”. Destacó que “no es gratis para nuestro organismo recibir campos electromagnéticos de una frecuencia semejante a la de los campos electromagnéticos endógenos”.
Información al público
Touzet alertó sobre una de las mayores falencias: que la gente no está informada que las radiaciones electromagnéticas pueden causarles algún daño. “Por lo tanto, nadie protege a la gente y la gente no se queja porque desconoce que haya un efecto negativo; todo funciona ‘a las mil maravillas’: nadie protege y nadie se queja”, ironizó el expositor.
Aclaró que la Comisión Interamericana de Protección contra las Radiaciones Electromagnéticas (CIPRACEM), que él integra, ha pedido “la semana pasada que esto cambie”. La comisión pidió que se cumplan las normas y lo que está pidiendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se cumpla.
Dijo que una forma sencilla de proteger a la población y al medio ambiente, es aplicar las normas de radioprotección que se aplican para las radiaciones ionizantes. Una norma vigente que promueven la OMS y la OIT (Organización Internacional del Trabajo), entre otros organismos internacionales, es el ICNIRP 2020 (sigla en inglés para la Comisión Internacional de Protección de Radiaciones No Ionizante), emitido hace dos años.
Principios a aplicar
Las normas de protección contra ondas electromagnéticas se basan en tres principios, “que se aplican a las radiaciones ionizantes desde hace casi cien años”, dijo el expositor:
• Principio de Justificación: significa que no se debe exponer a ningún riesgo si no hay un beneficio mayor a cambio. Implica que no se debe exponer a la comunidad a 50 señales de wi fi si es suficiente una sola para comunicarse. “No está justificado que mi celular emita señales de geolocalización cuando yo no me muevo; hay dosis que recibimos, que producen grandes daños a la salud, que no están justificadas ni son necesarias”, ejemplificó Touzet. En este punto, el disertante destacó que entre el 95% y el 99% de las dosis de radiación que recibimos en un celular en todo momento, se deben a mensajes emitidos como publicidad (spam, promociones, etc.). “Las dosis que recibimos dependen de la cantidad, el número y el peso de esos mensajes. Todos los cánceres que se producen, varios millones en el mundo, se deben a los mensajes de publicidad y esto no tiene nada que ver con la comunicación”, agregó.
• Principio de Optimización: Expresa que para enviar una señal se debe usar la menor dosis posible. Nuestros límites en Argentina son cien o mil veces mayores que los que se aplican en países como Rusia o Suiza, donde hay mayor preocupación por este tema, dijo. “Si puedo emitir con una señal de un milivatio no necesito una señal de un kilovatio, porque recibiría una dosis un millón de veces mayor”, agregó. En radiaciones ionizantes, “si alguien puede obtener un diagnóstico con una radiografía, no le sacamos una tomografía”, ejemplificó.
• Aplicación de límites de dosis: Se aplica para que no aparezcan efectos negativos como los efectos estocásticos que permiten el aumento de peligro de cáncer, que ocurren en las personas que viven cerca de una antena base.
A estos principios se debe agregar el cuarto, que es actuar en base al cuidado del medio ambiente.
Touzet agregó que lo que propone el CIPRACEM “no va a afectar las telecomunicaciones ni el acceso a internet; por el contrario nos venden que con 5G vamos a tener mejor comunicación, es mentira; porque la comunicación es mucho más rápida por una fibra óptica que por comunicación inalámbrica; queremos que haya acceso a internet para todo el mundo, de forma más eficiente y a menor costo, sin afectar la salud de las personas ni de animales ni plantas, y que no afecte el cambio climático, porque la comunicación inalámbrica derrocha energía y gasta diez veces más que la alámbrica”.
Cómo usar el celular
Uno de los elementos más contaminantes con radiaciones electromagnéticas es el celular, que desaprensivamente llevan las personas prendido entre sus ropas, en un bolsillo trasero del pantalón (puede influir en cáncer de colon), en uno delantero (problemas en genitales) o junto al corazón. Además, se acerca permanentemente al oído y el mentón para hablar y escuchar (problemas de tiroides y cerebro, por ejemplo).
“Las principales regulaciones deben provenir del Estado”, subrayó Touzet durante la charla. Mientras tanto, se pueden tomar algunos recaudos.
• Usar el celular en modo avión o ‘no molestar’; cada tanto, sacarlo de ese modo para permitir el ingreso de mensajes y dar respuestas.
• No portar el objeto contra el cuerpo, entre la ropa o en los bolsillos;
• En lo posible, usarlo sin wi fi, solo con conexión alámbrica;
Cuál es la situación actual
Touzet destacó que actualmente no hay organismos de control que considere la salud de la gente en ningún país. “Esto no lo digo yo, lo dice por escrito la OMS”, dijo el disertante destacando que el máximo organismo mundial de salud está alertando desde hace tiempo sobre la necesidad de regular los sistemas electromagnéticos y las emisiones que genera la actividad económica. Como contraejemplo, comentó que existe un sistema de controles para radiaciones ionizantes que se aplica a nivel mundial y en cada estado nacional, como lo hace la Autoridad Regulatoria Nuclear en Argentina, que monitorea las emisiones en centrales nucleares, aparatos de rayos X, producción de radioisótopos y diversas tecnologías como las de radioterapia.