El miedo y una comunidad que exige controles
Nogoyá, por la intersección de las rutas 12 y 26 recibe un importante caudal de tránsito pesado que no solo se traslada por la Región Centro, sino que también lo hace el transporte internacional que llega desde Brasil y Uruguay. Eso conlleva a que conductores de otras nacionalidades realicen sus paradas de descanso en la ciudad, incluso se proveen de alimentos en reconocidos supermercados que están instalados en la mencionadas rutas.
A diferencia de otras ciudades de la provincia, Nogoyá carece de una avenida circunvalación que desvíe el tránsito pesado, por lo tanto camiones de gran porte atraviesan la ciudad entera de norte a sur por Ruta Provincial 26, Avenida Avellaneda y reconectan con Ruta Nacional 12.
Pese a este importante caudal vehicular, los controles en los accesos son prácticamente inexistentes, a pesar de que el municipio anunció la compra de tres termómetros infrarrojos, los puestos de control son aleatorios y solo por unas horas al día, lo que genera temor y desconcierto en la comunidad.
Vecinos también apuntan que es llamativo que el control sobre Ruta Provincial 26 se instale sobre el acceso al polideportivo, dejando libre la circulación por el acceso de calle Vuelta de Obligado, permitiendo una fácil maniobra de evasión al punto de control.
Situación similar ocurre en el acceso por Ruta Nacional 12, donde personal de inspección o de emergencias se instala más allá del camino que desciende desde la ruta y culmina en Villa 3 de Febrero, permitiendo que camiones y autos realicen muy fácilmente la maniobra de evasión.
En este sentido un vecino reclamó: “somos reiterativos en este tema, pero continúan parando viajantes en la ciudad, que ya saben cómo obviar los ingresos habituales ingresando por caminos alternativos. Me pongo mal al escuchar a las autoridades cuando dicen que están haciendo controles, no es así, es como cerrar la puerta del frente para que no entren ladrones pero dejar abierta de par en par la puerta del patio. Uno se encierra, se cuida y sin embargo vienen de otras ciudades, no son controlados e ingresan como si nada, nos toman para la joda parece”.
Respecto a ello, el intendente Rafael Cavagna, dijo: “la dinámica del virus se ha acrecentado, mucha gente está viniendo de otras provincias. El virus entró por Ezeiza, invadió Buenos Aires y ahora se está expandiendo a las provincias. Tenemos que entender los vecinos que nadie busca enfermarse, pero cuando aparezca algún caso no nos matemos entre nosotros, Nogoyá no está exento de tener coronavirus y no va a ser culpa de nadie porque falló un control ya sea en Zarate o Gualeguay, o donde sea, sino porque anda gente que circula con habilitación. La situación es compleja, por un lado tenemos más habilitaciones, pero con la llegada del invierno el virus se va acrecentando. Legalmente no podemos prohibir el tránsito en las ciudades, es inviable, solamente un estado de sitio puede permitirlo. Por aquí pasan transportistas que vienen desde Rosario y Buenos y Aires, no los podemos prohibir, no se pueden cerrar los ingresos a la ciudad”, afirmó.