El Humedal Entrerriano “está en un fino y delicado equilibrio y hay que preservarlo porque brinda varios servicios ecosistémicos”
Victoria.- En el marco del programa de actividades desarrolladas por la Semana de la Juventud, se brindó una serie de charlas con tópicos apuntados hacia los jóvenes. El primer encuentro fue una charla sobre concientización de vacunación y prevención de contagio por covid-19, a cargo del director de salud municipal, Federico Picchi; también, se habló de cuestiones de adicciones, violencia y prevención del suicidio. Otro tema tratado fue el cuidado del ambiente abordando la situación del Humedal Entrerriano.
El problema en el humedal
El encargado de desarrollar las charlas sobre el Humedal Entrerriano y qué pasa con el Delta del río Paraná fue el responsable del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Victoria, Raúl Brassesco. “Desde el INTA comenzamos a trabajar en islas aproximadamente desde 2008. Hay que entender a la naturaleza del ecosistema del delta, que está en un fino y delicado equilibrio y hay que preservarlo porque brinda varios servicios ecosistémicos, sobre todo el de brindar agua potable a mas de 15 millones de personas”, señaló Brassesco en diálogo con Paralelo 32.
“Ahora estamos trabajando en una guía de buenas prácticas ganaderas de islas, que es hacer producción ganadera, pero de forma sustentable. De hecho, hay ejemplos de productores que trabajan muy bien en las islas y preservan el recurso y lo cuidan. Estamos tratando de concientizar en ese sentido y, también, concientizar a los funcionarios nacionales, provinciales y municipales de la importancia de tener presencia en el territorio, que es un poco la falencia nuestra. Calculá que de las 400 mil hectáreas que tiene la isla de Victoria, 125 mil son fiscales. Son fiscales, así que el dominio es provincial. A su vez, las 400 mil hectáreas están dentro del ejido municipal, por lo que hay una cuestión legal que, muchas veces, complica, sobre todo, la presencia”, desarrolló.
Asimismo, continuó: “Básicamente, el problema nuestro es que se calcula que entre 3 mil y 4 mil lanchas ingresan, por fin de semana, a la isla desde la costa santafesina. En Rosario hay, más o menos, 25 mil lanchas. La lancha es para andar en el curso de agua. Entonces, en todo ese ingreso, muchas veces, hay gente que desconoce, que va a pasar el día y hace asado en cualquier lugar. Hay una percepción de cierta parte de la sociedad de que la isla es tierra de nadie”.
La presencia
Seguidamente, el responsable del INTA Victoria insistió: “El Estado tiene que estar presente. Muchas veces se dice que no hay recursos, pero si tenés 125 mil hectáreas de tierras fiscales y arrendas a ganaderos, supongamos, 50 mil, a los valores que hoy se maneja el kilo de novillo, lo que se paga por año de arrendo, el gobierno recaudaría una fortuna, y eso lo podés volcar al mismo ecosistema”.
Luego, contó: “En el Estero del Iberá hay una experiencia muy interesante. Muchos de los guardaparques son los mismos cazadores furtivos y pobladores de los esteros que antes vivían de cazar la fauna local. Es decir, fueron concientizados y capacitados, y hoy cuidan el ecosistema. Entonces, ¿por qué no copiar las cosas que están bien?”.
La situación
Referido a la situación actual del humedal, comentó: “Lamentablemente, se están repitiendo las mismas condiciones del año pasado, porque se prevé un año Niña, que es cuando llueve menos de lo esperado. Según el INA [Instituto Nacional del Agua] se calcula que, en la bajante extraordinaria que estamos teniendo, entre octubre, noviembre, a pesar del repunte que hubo ahora, se va a producir el pico de bajante. Con lo cual se estima que podemos llegar a perforar ese récord de 1944, y, al haber semejante bajante, desaparecen los cursos de agua. Aproximadamente, hay 60 mil cabezas de ganado, y es importante el tema de la hacienda porque come el pasto que, de otra manera, queda, se va acumulando y eso, después, es una bomba de tiempo. Al bajar tanto el río, todos los arroyos y lagunas que están en el interior de las islas desaparecen y son los límites naturales que atacan el fuego. Además, hemos tenido un invierno crudo, que seca demás los pastos, hay poca hacienda. Hay que entender que el humedal es un extraordinario productor de pasto. Entonces, cuanta más materia seca se produce, en algún momento se acumula y se quema. Finalmente, otra característica que tiene el suelo de la isla es que es una esponja. Hay suelos muy esponjosos donde el fuego va por debajo, no por la superficie”.
En definitiva, la charla de Brassesco apuntó a que respetemos la naturaleza de la que formamos parte.