El fiscal pide sobreseimientos y una pena leve, para los involucrados en arrojar al riacho Victoria un tubo de gas cloro líquido-gaseoso
Victoria.- Esta semana Paralelo 32 pudo acceder a la solicitud de remisión a juicio de la causa que involucra a cuatro funcionarios de la Municipalidad por arrojar al riacho Victoria un tubo conteniendo de mil a mil quinientos kilos de gas cloro líquido-gaseoso, cuyo escape no se podía detener por causa de un desperfecto. El hecho en sí ocurrió el 1º de enero de 2018, cuando inició la pérdida aquel cilindro que provee de cloro a la planta potabilizadora de agua. El mismo tuvo un desperfecto que ponía en riesgo la salud del personal de planta y técnicos de la fábrica proveedora aconsejaron sumergirlo en agua, por lo que fue arrojado al río en una parte donde se suponía no registraba peligro, pero no hubo vigilancia preventiva.
La causa fue iniciada de oficio por el Fiscal Coordinador de la Jurisdicción Victoria, Jorge Gamal Taleb, cuando supo (por una publicación de Diario Uno) que tres personas de apellido Flores (padre y dos hijos) fueron atendidas en el hospital con irritaciones por haberse acercado al cilindro en una canoa, en el río. Flores presentó denuncia y poco después la pericia médica determinó que aquellas personas no sufrieron consecuencia alguna y fueron desvinculadas de la causa, aunque algunos medios los siguieron vinculando hasta el presente.
Por estos días el fiscal pidió su elevación a juicio, solicitando el sobreseimiento de César Ramón Cáceres, Sergio Gustavo Jaimes y Claudio Daniel Mansilla, los tres empleados municipales involucrados. Sin embargo, respecto de César Zuccotti, el entonces secretario de Obras y Servicios Públicos, le atribuye “lesiones leves imprudentes”. Señala: “La conducta investigada en el presente legajo encuadra en el tipo penal de lesiones leves imprudentes (artículo 94 del Cód. Penal), cometidas por las acciones y omisiones detalladas en la hipótesis acusatoria, en calidad de autor, debido a la posición de garante que detentaba César Zuccotti por su deber funcional y normativo de vigilar el elemento –garrafa– y la sustancia peligrosa que contenía (gas cloro), y de evitar que el defecto en su funcionamiento por la pérdida de gas se materialice en la lesión de bienes jurídicos de terceras personas y del medio ambiente”. El fiscal entiende que Zucotti resolvió “de un modo inadecuado” la disposición final de la garrafa de gas tóxico con un desperfecto irreparable.
El expediente de más de cincuenta fojas incluye informes médicos, con los que se probó en 2018 que los Flores no sufrieron consecuencias, y el informe del secretario de ambiente, Martin Barbieri, cuyas declaraciones perjudicaron al funcionario de gobierno.
Informe médico
En cuanto al informe médico, si bien algunos medios de comunicación relacionaron la epilepsia que sufría el menor de edad Vladimir Flores (que falleció el mes pasado, a más de dos años de aquel episodio) con haber inhalado gas cloro, expresa que no hay relación entre una cosa y otra.
Aquel día, Vladimir, junto a un hermano y su padre, al ver la garrafa en el río se acercaron y llegaron a inhalar el gas irritante, por lo que fueron atendidos en el hospital Salaberry y dados prontamente de alta, luego de horas de observación. Esto generó tiempo después un reclamo resarcitorio por parte del padre de los chicos.
“No obran constancias en el expediente ni bibliografía médica que relacione la epilepsia, de Vladimir Flores con el incidente investigado (inhalación de gas cloro). En cuanto a las patologías del menor Máximo Torres Flores, son patologías de base”, define el informe médico.
“De los implicados, al momento actual el que padece de epilepsia es el menor Vladimir Flores, patología que no se puede inculpar a la inhalación de gas cloro, el resto de los implicados no padecen patologías”, reza la pericia.
Sumado a esto, en el escrito de Taleb se menciona: “Teniendo en cuenta que la medicina cuando hace referencia a posibles motivos o causas que pueden producir en un paciente apariciones de epilepsia, en ningún momento hace alusión a que estos pueden aparecer por ingestión de gas. En consecuencia y en concreto, se le solicita explique científicamente si existe una relación de causalidad entre la ingestión de gas y una posterior patología de epilepsia como consecuencia de ello, o si bien tal circunstancia debe descartarse. No existe bibliografía que pueda establecer relación de causalidad entre aspiración de gas cloro y la aparición de un síndrome epiléptico”.
Consideraciones médicas
En el apartado de consideraciones médicas, Taleb señala que Flores Ángel Aureliano, había sido admitido en la Guardia del Hospital Salaberry el día 03-01-18 aproximadamente a las 10:00 horas, por un cuadro de intoxicación por inhalación de gas cloro líquido gaseoso. “Luego de realizados estudios complementarios fue dado de alta sin tratamiento, sin continuar el mencionado con controles médicos de ninguna clase”, menciona sobre el señor Flores.
Finalmente, en relación al otro menor, Torres Flores Máximo, se indica: “El día 03-01 18, el menor Torres Flores Máximo, ingresó a la Guardia del Hospital F. Salaberry aproximadamente a las 10:00 horas, por un cuadro de tos y dificultad para respirar por aparente intoxicación con gas de cloro líquido gaseoso. Al examen físico, presenta cuadro de tos irritativa, con buena mecánica respiratoria. Se realiza llamado al Servicio de Toxicología y la médica de guardia indica observación clínica por veinticuatro horas. En dicha oportunidad, fue medicado con medicación preventiva para posibles reacciones alérgicas y el tratamiento sintomático de la tos irritativa. Al día siguiente, fue dado de alta sin medicación y pautas de alarma”.
En definitiva, como ya se dijo, se pidió el sobreseimiento de los empleados municipales. Por otro lado, Taleb le atribuyó a Zuccotti “lesiones leves imprudentes”, para la remisión a juicio.