El caso Mabel Bin en pausa y con pedidos de sobreseimiento
Nogoyá- El Juzgado de Transición y Garantías de Nogoyá, realizó una audiencia en las primeras semanas de marzo a la hermana y sobrina de la mujer de 82 años que denunció haber sido secuestrada por sus familiares durante 90 días. El proceso judicial quedó en cuarto intermedio.
El caso tuvo repercusión a nivel nacional. Una anciana afincada en la zona rural de Nogoyá recibió en Semana Santa la visita de su sobrina y lo que parecía ser un suceso normal, se transformó en una historia de novela.
La mujer fue invitada por su sobrina a pasar unos días con ella en la capital provincial, pero esos días se volvieron semanas, hasta que la mujer cautiva logró pedir ayuda para regresar a su ciudad natal con la ayuda de la justicia entrerriana, denunciando una situación de cautiverio.
Dicha situación fue alertada por una amiga de la octogenaria que habitualmente se comunicaba con ella y comenzó a verse impedida de seguir con ese contacto por excusas sin sentido de Lorena Montiel. Por los años de vida juntas, la amiga de Mabel comenzó a confirmar que algo raro sucedía y comenzó a pedir ayuda recorriendo pasillos de tribunales y consultando con abogados sobre que debía hacer para regresar a su amiga a su lugar de origen. Se reunió con el fiscal Uriburu y desde allí se inició el procedimiento judicial para la liberación.
A pesar de que la sobrina y su hermana no reconocieron el hecho, pese a que se debió acudir a una orden judicial para regresar a Bin, las aristas de la situación dieron a pensar que la mujer fue llevada engañada durante la semana santa de 2017. El lunes siguiente a ese fin de semana largo, los empleados del establecimiento rural que regenteaba la señora Rosa Mabel Bin, se encontraron desconcertados al no encontrar a su patrona y quedaron a la deriva sin poder tener contacto alguno con ella. En este punto, según informaron a Paralelo 32 los empleados, tanto peones como cuidadoras, debieron acudir a la justicia y elevar un reclamo que aclare su situación laboral, ya que tanto la hermana como la sobrina de la anciana se desentendieron de la cuestión, haciendo caso omiso a las citaciones que se emanaron desde la Secretaría de Trabajo.
El reclamo laboral conjunto, lo llevó adelante el Dr. Domingo Luis Negri de la ciudad de Nogoyá, quien falleció en las primeras horas del 05 de agosto de 2017, casualmente el día siguiente de la liberación de la anciana cautiva, dejando mas desconcierto en los trabajadores, que debieron recurrir a otros profesionales para continuar con su acción judicial, pudiendo tener respuesta recién a fines de 2018 cuando Mabel Bin puso orden a sus cuestiones legales en nuestra ciudad y respondió a sus ex empleados con las indemnizaciones.
A esto se suma la llamativa cantidad de transacciones inmobiliarias que se llevaron adelante en los 90 días, mientras Rosa Mabel Bin estuvo supuestamente cautiva en la casa de su sobrina. Campos, automóviles y documentación relacionada al patrimonio de la anciana fueron objeto de transacciones a través de un poder especial asignado al Dr. Sain, pareja de Montiel.
Ahora, el proceso que lleva adelante la imputación de los acusados Lorena Montiel, Eliba Bin y Hernan Gabriel Sain, dio lugar a un cuarto intermedio en el juicio hasta convocatoria de partes.
El fiscal Federico Uriburu adelantó a Paralelo 32 que en la audiencia, la defensa ha solicitado el sobreseimiento del procedimiento judicial debido a la falta de un testimonio firme por parte de la supuesta víctima. “No ha podido afirmar cuando se le preguntó si realmente estuvo privada de su libertad o en una situación que fuera contra su voluntad. El estado avanzado de la enfermedad que padece la señora Bin es impedimento para lograr un testimonio certero y que ratifique la denuncia realizada en 2017”, señaló el fiscal.
Además de la acusación hacia la hermana y sobrina de la mujer nogoyaense, el abogado Hernán Gabriel Sain, habría sido quien realizó todos los trámites legales para obtener un poder especial de la señora Bin y asi poder realizar ventas de inmuebles propiedad de la víctima.
Nogoyá, avergüenza decirlo, ya tiene tradición en cuestión de maniobras fraudulentas para quedarse con bienes de personas acaudaladas de mucha edad, que en algunos casos no tuvieron descendencia.