Ecólogo atribuye la sequía prolongada a las manchas solares
Victoria.- La sequía prolongada resulta preocupante. Cualquiera puede verlo: donde antes había agua, ahora se puede caminar. Y que esto se produzca de manera sostenida en el tiempo es llamativo. Para analizar la situación, el investigador científico Juan José Neiff, ecólogo, doctor en Biología, exdirector del CECOAL (CONICET-UNNE), y especialista en manejo de ecosistemas, ríos, humedales y forestas, habló con Paralelo 32. En este contexto, Neiff, quien hizo su secundario en Paraná, la universidad en Santa Fe y su doctorado en Corrientes, donde se radicó para siempre, relacionó la situación actual con las “manchas solares”.
—¿Qué son las manchas solares?
—Las manchas solares han sido identificadas ya, 300 años antes de nuestra era, por el griego Teofrasto y por el chino Kan T. Son áreas del sol que producen menor cantidad de energía. Estas “manchas” son dinámicas, con ciclos de máxima y de mínima actividad, que ocurren cíclicamente cada 10,4 años, como lo determinó el astrónomo Heinrich Schwave en 1843.
—¿Hay relación entre las manchas solares y las sequías?
—Las manchas solares implican ciclos de mayor y de menor actividad solar con intervalo de 11 años. En los períodos de máximo solar, hay mayor calentamiento de los mares, mayor evaporación, y mayor cantidad de lluvias sobre los continentes. La mayor superficie evaporante es la superficie de los mares.
—¿Cuál es la situación del Río Paraná en la actualidad?
—El río Paraná y toda la Cuenca del Plata (Paraná, Paraguay, Uruguay) se encuentra en aguas bajas desde mediados de 2019 por los menores volúmenes de precipitaciones en toda la Cuenca, dado que estamos transitando hacia un “mínimo solar”, en una fase conocida como La Niña, en oposición a los períodos de máximas precipitaciones, como los que ocurren en los períodos conocidos como El Niño.
—¿Por qué la bajante del río se da de manera sostenida?
—Durante las fases de La Niña hay menos radiación; el mar, especialmente en el Pacífico Ecuatorial, se calienta menos. Entonces, hay menor evaporación y los vientos Alisios traen menos humedad sobre la Cuenca del Plata, y se produce la sequía generalizada en la Cuenca del Plata. No así en el Norte de Sudamérica, donde se producen inundaciones como las ocurridas en las cuencas del Amazonas, Orinoco, San Francisco y otros ríos. Durante estos tres años, el mar en el Pacífico ecuatorial se encuentra más frío, con temperaturas de medio grado a un grado y medio por debajo de las temperaturas habituales que se registran en los 100 metros superficiales del mar. Ésa es la causa que tengamos menos lluvias y caudales muy bajos en los ríos de la cuenca del Plata.
—¿Hasta cuándo va a continuar esta situación de sequías prolongadas?
—No podemos prever con exactitud hasta cuándo se prolongará la sequía, dado que, además de los ritmos solares, astronómicos, intervienen otros factores de acción regional, lo que hace menos previsibles las lluvias a escala regional y local. Sin embargo, la información que proporciona la NOOA y la Universidad de Columbia (EEUU) sobre los registros de temperaturas en el mar, indican que La Niña durará todo el verano y quizás el próximo otoño. Si se confirma ese pronóstico entraríamos al ivierno con deficiencia de agua en la Cuenca. Como es sabido, en la mayor parte de la Cuenca, hay deficiencia de precipitaciones en invierno y, recién entrada la primavera, comienza el período de lluvias. En ese esquema de suposiciones, ésta seca y la consecuente bajante, podría darse durante todo 2022 o gran parte de este año.
—¿La intervención del hombre en los ecosistemas también es causa, o no tiene relación con el fenómeno?
—Los disturbios que produce el hombre sobre los ecosistemas, la deforestación, la alteración de los humedales, producen diferentes daños de distinta característica y duración en los ecosistemas. Pero este proceso de seca/bajante prolongada tiene causas naturales, que pueden ser agravadas localmente por las acciones humanas (rellenamiento de lagunas, modificación de flujos de los ríos, otras).
—¿Cuál es la situación de los peces y árboles del Paraná?
—La biota del Paraná y de los ríos de la Cuenca del Plata se encuentra en máximo estrés, por la reducción de las superficies acuáticas y la disminución de la humedad de los suelos. La reducción del caudal hídrico produce aumento de temperatura, disminución de la concentración de oxígeno en el agua, y la cantidad de efluentes que producen las ciudades se diluyen en una cantidad menor de agua, lo que genera situaciones locales de contaminación. Es así que estamos viendo mortandades masivas de peces en tributarios menores del curso del río Paraná.
—Hay quienes advierten sobre la extinción de especies y desaparición de peces, ¿qué opina de esto? ¿Tiene algún fundamento verdadero?
—Esta bajante prolongada, a pesar de su duración extraordinaria, no producirá extinción de especies, ya que las plantas y los animales del sistema fluvial se originaron hace millones de años. Los procesos de evolución y adaptación han seleccionado a las especies que pueden persistir aún en situaciones críticas sin desaparecer. Han pasado, seguramente, eventos mucho peores que los actuales. Sin embargo, las acciones humanas: contaminación, pesca abusiva, ponen en peligro la biota del río. Es inexplicable que la Comisión de Pesca Contienental haya autorizado cupos para la pesca de exportación de peces fluviales. Es un contrasentido ecológico que compromete seriamente al recurso pesquero y la posibilidad de recuperación de las poblaciones de peces luego de este evento. Deberían entender que el río no nos pertenece, sólo somos usuarios… El río es de las generaciones futuras.