Economía
“Defender nuestra soberanía, defender nuestra patria es defender nuestra industria y el empleo”
Fueron las palabras de Sergio Massa al cerrar su exposición ante una gran cantidad de industriales y empresarios de todo el país que colmaron uno de los salones del Centro Provincial de Convenciones de la capital provincial
El ministro de Economía y candidato a la presidencia por Unión por la Patria, Sergio Massa, fue el orador principal en la jornada nacional que la Unión Industrial Argentina (UIA) celebra junto a su delegación local.
Durante la intervención, que cerró el panel de apertura de la jornada que se realiza por primera vez en Entre Ríos, Massa hizo un repaso por la situación actual que enfrenta la Argentina producto de su alto endeudamiento y de “convivir con el síndico”, como definió al FMI.
Además, trazó una serie de políticas llevadas adelante este año (como las inversiones en infraestructura energética) y subrayó el cambio del contexto (por el fin de la sequía y el incremento de las exportaciones de hidrocaburos y minerales) que mejorarán sustancialmente el principal problema del país: la falta de dólares que empuja la inflación.
Pero el tramo más enérgico de su discurso fue cuando cargó contra las ideas de Milei y presentó sus posibles consecuencias en la economía real. Por ejemplo, citó que entregar la moneda nacional y dolarizar implica también tener que pagar energía, impuestos y tasas de interés en dólares muy por encima de lo que se pagan en el mercado mundial, lo que dañaría la competitividad de las empresas argentinas que hoy están acompañadas por el Estado con tasas negativas en pesos para poder financiar sus exportaciones al mundo.
Además, lanzó un dardo al bimonetarimo (la convivencia en circulación del peso y el dólar) que propone Juntos por el Cambio al calificarla de “dolarización cobarde”, porque en ese esquema la moneda fuerte se termina imponiendo a la débil. Y como ejemplo citó lo ocurrido a principios de siglo con los bonos y cuasimonedas que tuvieron que lanzar algunas provincias para financiarse, como el Federal de Entre Ríos, que terminó con una acelerada depreciación y repudio por parte de consumidores y productores.
“Los que quieran que en la Agentina haya un proyecto industrial, tienen que apostar a recuperar el valor de nuestra moneda”, desafió Massa mirando fijamente a los líderes fabriles que seguían su exposición en un marcado silencio, sólo interrumpido de tanto en tanto por algún aplauso.
“La Argentina tiene que defender la soberanía de sus decisiones”, subrayó reiterando que, en las negociaciones con el FMI, el organismo reclamaba una devalución del 100% y el congelamiento de exportaciones lo que hubiera implicado “recesión y pérdida del 30% del empleo industrial”, marcó.
Con optimismo, indicó que Argentina recuperará en 2024 “su libertad desde el punto de vista de la cuenta comercial”, debido al crecimiento de exportaciones y la reducción de importaciones energéticas.
Bordet, en su discurso, le había dejado dos preguntas a Massa. La primera era que pasaría con la dolarización. Y la segunda qué efectos tendría terminar con las relaciones con China y abandonar el Mercosur, otras dos banderas de Milei.
Luego de responder a la primera , trasladó la segunda a los industriales presentes. Puntualmente, se dirigió a Héctor Motta, empresario avícola entrerriano, qué implicaría no poder venderle más pollo a esos dos mercados, los principales para la cadena aviar argentina. Y también interpeló a empresarios automotrices, poniendo el acento en lo implicaria la ruptura del vínculo con el Brasil para producir algunos vehículos y su correlato hacia las autopartistas nacionales.
Además, consignó que existe la necesidad de que Argentina tenga desde diciembre “un gobierno de unidad nacional” y resaltó una característica propia que muchos cuestionan como un defecto: su diálogo permanente con todos los sectores, políticos y económicos, indicando que en caso de llegar a la presidencia llamaría a radicales que compartieron su proyecto del Frente Renovador en 2015 y a peronistas PRO con los que tiene un diálogo aceitado.
También consignó que en ese armado, necesitaría de industriales y empresarios y los convocó a ser parte de la mesa nacional de unidad.