Cuidados en el hogar ante la aparición de alacranes
La mayoría de los accidentes por alacranes se pueden prevenir si se evita su ingreso al domicilio. Tené en cuenta estas recomendaciones.
Para el cuidado personal:
- Revisá y sacudí la ropa y el calzado.
- Sacudí la ropa de cama antes de acostarte o acostar a un bebé o niño.
- Tené precaución cuando se examinan cajones o estantes.
- Evitá caminar descalzo en zonas donde se conozca la presencia de alacranes.
Para la protección del hogar:
- Utilizá rejillas sanitarias en desagües de ambientes y sanitarios.
- Controlá las entradas y salidas de cañerías, aberturas y hendiduras
- Colocá burletes o alambre tejido (mosquitero) en puertas y ventanas.
- Realizá el control de cámaras subterráneas, cañerías, sótanos, huecos de ascensor y huecos o grietas de las paredes y techos.
Para la parte exterior del hogar (patios, jardines, alrededores):
- Limpiá periódicamente la vivienda y alrededores.
- Controlá los residuos para reducir la cantidad de insectos (arañas y cucarachas) que sirven de alimento a los escorpiones.
- Evitá la acumulación de materiales de construcción, escombros, leña, hojarasca porque suelen ser lugares donde se mantienen, conservan y dispersan. Evitá juntarlos con las manos.
- Como última alternativa y con asesoramiento especializado, se puede usar la aplicación de plaguicidas de baja toxicidad por personal entrenado.
¿Cómo actuar?
Frente a eventuales picaduras, no realices tratamientos caseros, aplicá hielo y consultá rápidamente al médico. En lo posible, llevá el alacrán para que sea identificado.
No apliques plaguicidas sin haber seguido primero las recomendaciones anteriores.
La primera señal del envenenamiento es el dolor agudo y de alta intensidad que se produce en el lugar de picadura. Puede ser de dos tipos: local o generalizado.
En el primer escenario se padece un gran dolor en la zona de la picadura, el que puede extenderse hacia el tronco con el paso de las horas pero no genera un daño en los tejidos. En estos casos, no corre peligro la vida de la persona.
Si se trata de uno generalizado también hay dolor local, pero el veneno además afecta a diversas partes del sistema nervioso autónomo y otros tejidos que complican el cuadro. El sujeto puede mostrar episodios de alteración del sistema nervioso, con taquicardia, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores, entre otras complicaciones, y en los casos de mayor gravedad hasta vómitos, diarreas y alteraciones electrocardiográficas.
La picadura de este insecto es más peligrosa para ancianos, niños o personas con problemas de salud como por ejemplo, hipertensos, cardiópatas o diabéticos.
El alacrán normalmente tiende a habitar en espacios urbanos y puede entrar en contacto fácilmente con las personas dado que reside en galerías subterráneas, sótanos, cañerías, túneles, oquedades de paredes y lugares de características parecidas. Por ello, el control de esta especie se debe realizar mediante la fumigación en las áreas donde se encuentra.