Cuando los santos se van marchando
** “Me estoy muriendo en San Pedro, rodeado de durazneros en flor y de naranjos que esperan su turno para dejar caer sus pétalos e inundarnos a todos de perfume”.
“Estoy en el medio del campo, caminando con mis perros, que perciben desde hace días lo que va a pasar. Estoy mirando el río, escuchando las campanas que escuchaban mis abuelos”.
** “Estoy por ver volar a las palomas que cubrirán el cielo como todas las tardecitas. Dentro de poco me llevarán con ellas para enseñarme el camino”.
“Me estoy muriendo en San Pedro a los 80 años, donde siempre quise morir, con la mujer que amo, abrazado a mi familia. ¿Qué más puedo pedir? Me estoy muriendo en paz con la satisfacción del deber cumplido”.
** Es el emotivo texto que César Mascetti, esposo de Mónica Mihanovich (o Caen D’Anvers) escribió 23 días antes de partir de este mundo. César y Mónica fueron una dupla imbatible de la televisión como informativistas de Telenoche, allá lejos y hace tiempo, y al retirarse continuaron en Radio del Plata hasta 2015, año en que se retiraron para dedicarse a su emprendimiento turístico y productivo La Campiña, en San Pedro.
** Se ha dicho que nadie puede elegir cómo nacer, pero sí cómo morir –afirmación que suena pretenciosa pero alcanzable para muchos– y qué legado vamos a dejar a nuestra familia. Otros, que son millones, viven sus últimos años en la torre C de un complejo edilicio, 4º piso, Depto. 6, y después de su último resuello son trasladados al pabellón C, 4ª fila, nicho 6. Ambas situaciones son semejantes, porque a este último destino llega solo nuestro estuche como prueba fatal de que la vida es solo un proceso, que además es limitado.
** Fuera de esto, claro que sí, lo ideal es entregar el estuche en un sitio amado (hecho no siempre elegible), en una cama con ventana hacia el sol, en lo posible en primavera, rodeado de las personas amadas.
** Conclusión de Perogrullo: amar y ser amado parece ser lo único sustancial en esta vida. No solo la familia que tanto lo quiso a César, también sus perros que están muy tristes y lo estarán por mucho tiempo; percibieron la muerte en ciernes y en esa percepción supieron que se cortaría el flujo de amor que recibían, lo que también genera un doloroso vacío. Esa es la fuerza capaz de sobrevivirnos.
Mirá lo que nos dejan
** El viejo periodista se fue, dejándonos aquí teniendo que hablar de lo que él ya prefería desconocer u olvidar. Por ejemplo el avance imparable de la organización terrorista mapuche en el sur, consentido por el INADI (está probado). Sustituyen nuestra bandera por una propia, e himno propio; desconocen al Estado argentino pero no dejan de cobrar planes en él. Gendarmería fue a expulsarlos de un sitio esta semana, todos tenían sus valijas hechas y los dos cabecillas observaron el procedimiento desde un cerro. Un Estado aprisionado en su propia trampa; Maldonado fue usado para desgastar a sus opositores en el gobierno y ahora resulta difícil mandar gendarmes a defender la ley y la Constitución.
** Las cúpulas mafiosas del sindicalismo dedicadas a tiempo completo a los negocios propios desde la plataforma de su organización. “Les chiques” (suena afrancesado) de Buenos Aires tomando colegios porque no les gusta el sánguich, y un feriado largo les hace perder ipso facto su ánimus revolucionarius. Los padres de algunos fueron intimados por el gobierno de la CABA, al pago de $ 1.142.251,76 por cada día de clases perdidas con salarios de los docentes pagados. Veremos.
Cuando se nivela hacia abajo
** Ya que de periodistas muertos hablamos, el lunes 3 de octubre falleció una leyenda del periodismo, el español Jesús Quintero (“El loco de la colina”), de fama internacional. Veamos uno de sus comentarios en televisión que aún circulan por el mundo de habla hispana:
** ““Los analfabetos de hoy son los peores porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación: saben leer y escribir, pero no ejercen. Cada día son más, el mercado los cuida más y piensa más en ellos (…)
El mundo entero se está creando a la medida de esta nueva mayoría, amigos. Todo es superficial, frívolo, elemental, primario… para que ellos puedan entenderlo y digerirlo. Es socialmente la nueva clase dominante, aunque siempre será la clase dominada precisamente por su analfabetismo y su incultura. La que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas”, , criticaba Quintero.
** Y bien, la columna de hoy salió con mortaja y olor a incienso, pero si nos ocupáramos de dirimir si Wanda Nara durmió o no con L-Gante estaríamos ofendiendo la memoria de Quintero. Y si reprodujéramos la conversación que quedó grabada, entre un sindicalista de Rosario, alfil de Hugo Moyano, y un sicario, podrían aumentar nuestras tristezas.
El sicario y el alfil
— “Hola, ¿Juan? Cuchá (sic), tu número me lo pasó Seba Camaño. Nosotros somos los que le prendimos fuego el sindicato a Aladio (del mismo gremio pero opositor a H. Moyano. N de R). ¿Ahora vos querés que lo caguemos a tiros? Tenés que bajar la moneda, amigo. Bajá la moneda y lo cagamos a tiros al toque…Como la vez pasada”, le dijo a Juan Mateo Chulich (moyanista), jefe de la obra social Camioneros en Santa Fe y del Sindicato de Choferes de Camiones, un sicario preso en el penal de Piñero donde usan libremente los celulares, beneficio que les dio Alberto y ¿quién se los podrá quitar? Nadie que quiera evitar amotinamientos masivos.
** Otra conversación entre buenos muchachos que dejó trascender la justicia esta semana, surge del teléfono de uno de los buenos muchachos del avión iraní-venezolano que sigue parado en Buenos Aires, con 5 de sus tripulantes en problemas por sus presuntos vínculos con la organización terrorista Al Queda. Aquí va parte del mensajeo mantenido por uno de los detenidos, con un camarada con antecedentes muy pesados; Alireza Mohsen Daneshpour:
– Daneshpour: “¿Querido capitán, hola la está pasando bien?”, comienza el intercambio.
– El detenido Ghasemi contesta sin dudar: “No”.
– Daneshpour: ¿Por qué? ¿Capitán, la situación está ok allá?
– Ghasemi: Sí, excelente, sin usted
– Daneshpour: La noticia dice es cierto, ¿no lo molestaron no? (sic) voy y los aplasto, traigo a Naghi y hacemos un genocidio.
– Ghasemi: No no, con mucho respeto.
– Daneshpour: Bueno, gracias a Dios. Si molestan avise y traemos a Naghi y los matamos a todos”.
(Así hablan los buenos muchachos que vinieron practicando vuelo)
** Si querés shorar, shorá, pero esta semana no hemos podido mejorar ni edulcorar la dura realidad.