Cuando el amor viene en un estuche de cuatro patas
Por Santiago Minaglia (Paralelo 32)- Para muchas personas el hecho de quedarse en casa durante la pandemia fue más tolerable gracias a sus mascotas. De hecho, haciendo la cuarentena a un lado, tanto perros como gatos rescatados de la calle suelen rescatar (también ellos) a sus dueños. Sobre esta relación entre mascota y persona, la psicóloga Stella Cístola habló con Paralelo 32.
“Cualquier forma de amor sano es positivo y ayuda a la salud mental y emocional. Si eso viene en cuatro patas, vale lo mismo”, comenzó la psicóloga. Y, continuó: “La mascota de compañía es mucho más que eso. Esto hay que pensarlo en función de vínculos, de determinadas situaciones de vida y de qué forma ese vínculo emocional tiene efectos verdaderamente fortalecedores”.
Así, la profesional hizo hincapié en el concepto de efecto fortalecedor. En este sentido, se refirió a tres casos diferentes en los que las mascotas “fortalecen”: adultos mayores, jóvenes que se mudan por primera vez, personas que están transitando un duelo.
Adultos mayores
“Pensemos este vínculo en adultos mayores que viven solos y que no tienen la posibilidad de dialogar habitualmente con sus familiares. Para éstos, su animal de compañía establece un vínculo que lo vivifica, lo vitaliza y lo vuelve a conectar con aspectos de la ternura que, de otra manera, no lo vivencia; no todo el mundo toca a un viejo; no todo el mundo abraza a un viejo; no todo el mundo le pregunta cómo está a un viejo. Y su animalito, que lo espera cuando viene de hacer un mandado, que lo acompaña por toda la casa, caminando al mismo ritmo, genera un vínculo fortalecedor”, desarrolló Cístola.
Jóvenes
Por otro lado, mencionó otro ejemplo. “Si vamos a otras circunstancias, quien está sufriendo una situación de desarraigo, por ejemplo, los estudiantes que se van a otra ciudad y están solos, y optan por la compañía de un gato, también tienen experiencias muy valederas. En este caso también se establece un vínculo muy fuerte, son personas que están aprendiendo a vivir solas y ese animal de compañía es como un anclaje, les da una pertenencia que ayuda a que ese desarraigo inicial lo vivan menos mortificados”, desarrolló.
Mascotas durante el duelo
La psicóloga también se refirió a la relación entre la persona que está atravesando un duelo y su mascota. “En este caso, el animal que percibe la vulnerabilidad de su dueño, con su compañía realiza un proceso de estímulo y de ayudar a transitar de otra forma ese duelo. A los perros, por ejemplo, hay que sacarlos a caminar, llevarlos a vacunar, procurarle el alimento y limpieza. Todo eso hace que, de a poco, de una forma menos dolorosa, la persona se vuelva a hacer cargo de alguien y de formar un vínculo y una responsabilidad que ayuda a que no se produzca un duele patológico”, señaló.
Cístola mencionó también otros casos en los que estar en relación con el animal es “casi una cuestión terapéutica”. Indicó luego que las personas enfermas, con reposo obligatorio, también pueden beneficiarse de contar con una mascota.
En Victoria hay una gran cantidad de perros y gatos abandonados. Se trata de un problema que necesita del trabajo comprometido de la comunidad. Ya se vio que, al rescatar a un animal abandonado, seguramente la persona que lo hace se está ayudando, también, a sí mismo.
Por último, Cístola comentó: “Todas las formas del amor, cuando es un amor saludable, ayudan y estimulan. Hay veces que el amor viene en un estuche de cuatro patas”.