Cuando convivís con sobrepeso sentís que te hacen bullying con los talles
“Me encuentro llevando adelante un cambio en mi físico y también en lo que respecta a mi salud”, dice a Paralelo 32 Sofía Ulrich • Su ejemplar actitud y su experiencia en este camino, es un faro de orientación para quienes se hallan en similar situación.
Crespo- La lucha por una buena salud es constante en la vida de Sofía Ulrich, que con 20 años de edad, se encuentra desde hace un año y algunos meses llevando adelante un cambio en su alimentación, con el objetivo de bajar de peso y sentirse bien y saludable.
“En este proceso no estoy sola, me sostienen mi familia, mis amigos, y gente que me está apoyando en todo lo que estoy haciendo”, comentó a Paralelo 32 la joven que comenzó en el mes de agosto con un tratamiento que ahora le ayuda a avanzar en este proceso de bajar de peso. “Hasta ahora he bajado 43 kilos”, comentó Sofía que se desempeña como ordenanza en una escuela primaria de la ciudad.
Es bueno recordar que debido a los malos hábitos dietéticos, un tercio de la población del mundo padece la enfermedad de la obesidad, número que aumenta cada día y se asocia a importantes complicaciones de salud, vejez y muerte prematuras. Considerada una pandemia, la Organización Mundial de la Salud, OMS, incluye la obesidad -y el sobrepeso- como características de malnutrición. Constituye uno de los más serios problemas de salud, y está vinculado con un elevado riesgo de enfermedad coronaria, hipertensión arterial, diabetes y concentración de lípidos (grasas) en sangre y, en menor grado, con cáncer, enfermedad vesicular, osteoartritis, dificultad respiratoria y lumbalgia; es decir que es causa de morbilidad, discapacidad y menor calidad de vida.
Una persona es definida como obesa cuando existe una acumulación excesiva de grasa corporal; y como relata Sofía, ella no era consciente de estar atravesando una situación de deterioro de su salud. “Tomé conciencia cuando fui a hacerme unos estudios que salieron con malos resultados; y fue ese momento en que caí en la realidad de que a la edad que tengo estaba enferma, y entendí que no era lo que quería para mi vida. Así fue que llegué a casa y hable con mi familia, con mis amigas y familiares, para saber si me apoyaban en esta transición que comencé a transitar el 4 de mayo del 2020”. Recordó que a principio de año tuvo una recaída debido a que al proceso lo estaba llevando a cabo sin acompañamiento y asesoramiento de un profesional médico o nutricionista. “Todo era por propia voluntad; pero tuve una recaída, fue durante agosto que comencé a ir con una nutricionista y un médico, quienes me acompañan en el asesoramiento y tratamiento de la obesidad”, explicó la joven.
En esta nueva etapa de tratamiento para bajar de peso, la acompañan una nutricionista, una psicóloga y una doctora. Respecto a los momentos de recaída que en el proceso se pueden tener, Sofía contó que son esas situaciones en que frente a uno aparece algún plato o postre que a uno le gusta mucho y sabe que no puede comer; o debe cuidarse y solo optar por pequeñas porciones o alimentos más saludables. “Tengo que decir que una crisis por comida, no he pasado. Pero si puedo decir que en el camino de lograr un objetivo como bajar de peso, que además de voluntad es un proceso diario de acciones y reafirmación de una decisión de llegar al peso adecuado para mí bienestar y salud; puede que te encuentres con momentos de desgano, de querer bajar los brazos y abandonar; y es ahí que la ayuda de la psicóloga es fundamental para sobrepasarlos”.
Maltrato en las roperías
La motivación en el proceso de comprometerse en bajar de peso, es ir viendo el cambio que se va dando en lo físico, pero también en lo mental al reafirmarse como persona, como mujer en esa interacción social cotidiana que la ha enfrentado a situaciones de bullying. “Es habitual escuchar que digan ‘allá va la gorda’; o hasta que suceda que cuando querés comprarte una prenda de vestir te miren y te digan ‘tu talle no lo trabajamos’; y hasta me sucedió que una tienda me dijeran que en lugar de estar buscando taller grandes, comenzara por bajar de peso”, mencionó Sofía respecto a situaciones que se encuadran en la violencia. Reconoció además que no hay acceso a talles grandes en prendas de vestir y menos para adolescentes y jóvenes.
Volver a usar jean
La Ley de Talles es letra muerta como toda ley que no se hace cumplir. No existe por lo pronto un esquema que posibilite prever la talla personal y guiarse únicamente por esta y como consecuencia, queda excluido del acceso a gran parte de las prendas el 65% de los argentinos que no encajan en los estándares normativos con los que se rige la industria textil, donde existe una suerte de ley de la selva que le permite a cada marca establecer sus propias referencias de medidas, sin correspondencia con el patrón antropométrico.
Esta situación la padeció Sofía, que por última vez utilizó un jean el día de su colación en el secundario. “Desde ese entonces no volví a usar un jean, o porque me ajustaba, me molestaba para moverme, y porque no conseguía talle”, contó. Pero en estos días, luego de tres años de no vestir esa prenda, volvió a probarse uno y “me sentí contenta porque me quedó bien, porque conseguí mi talle”. Y mencionó que esta lucha de no conseguir ropa para vestir es el padecimiento de muchas chicas adolescentes y jóvenes que quieren vestirse bien pero no consiguen los talles.
Las palabras que motivan
“En el momento en que vas a una tienda y comenzás a probarte ropa que siempre quisiste usar. El caminar una vía aeróbica sin agitarte. Salir a andar en bicicleta y no cansarte. Todas estas son cosas que te motivan a diario a seguir adelante, y las palabras de quienes me rodean, de apoyo, de aliento, son las que me sostienen en este proceso de cambios. Es muy motivador escuchar cuando te dicen que estás cambiada, que te ven bien; y esas palabras a mí me dan muchas fuerzas”, finalizó diciendo Sofía.